Velázquez Dávila, Juan. Señor de Loriana y Don Llorente. Ávila, 1501 – Guadalupe (Cáceres), 5.XII.1572. Noble, señor.
Juan Velázquez Dávila, “Señor de Loriana y Don Llorente” había nacido en 1501 y fue el primogénito de Don Francisco Dávila y Doña Isabel Messía de Ovando; se desposó con Doña Teresa de Bracamonte y Móxica y tuvo tres hijos, Doña María Dávila, Don Diego Velázquez Messía de Ovando, sucesor en el Mayorazgo, y Don Francisco Dávila (fallecido el 7 de septiembre de 1562), enterrado en San Francisco de Cáceres...”.
José Miguel de Mayoralgo y Lodo, conde de los Ecevedos, completa estos primeros datos biográficos diciendo: “Fue señor de Loriana y Don Llorente de Extremadura, y de Pozanco y Valverde, y Regidor perpetuo de Ávila. Nació en esta ciudad hacia 1501... Fueron sus hijos Don Diego, Don Francisco Dávila, Doña Aldonza de Bracamonte, Doña María de Ovando y Doña Isabel Messía, las tres fueron monjas en el convento de Nuestra Señora de la Concepción, extramuros de Ávila”.
Cuando las hermanas del emperador Carlos V, Doña Leonor y Doña María, visitan en Badajoz a Doña María, reina de Portugal, hija y sobrina respectivamente de las anteriores, “entre la comitiva de nobles que acompañó a las reinas de Francia y Hungría en esta ocasión se encontró Don Juan Velázquez Dávila y estuvieron en Badajoz desde la Vigilia de Navidad de 1557 hasta después de 7 de febrero de 1558, fecha en que regresó Doña María de Portugal desde Badajoz a Lisboa...”.
Don Juan Velázquez Dávila estuvo relacionado íntimamente con Fr. Pedro de Alcántara, sobre todo en los últimos años del alcantarino, ya que le ayudó a construir el Palancar, le recibía en su casa solariega de Ávila, le comunicaba con frecuencia por carta sus preocupaciones, etc. En el capítulo provincial del 2 de febrero de 1551 se preceptúan rogativas especiales por él, por ser principal patrón de nuestra provincia de San José. Don Juan también hizo posible a Fray Alonso de Manzaneque, franciscano, la fundación de un eremitorio franciscano en 1551, en la misma finca de Loriana... “Don Juan, -escribe B. Jiménez Duque-, es persona importante en la historia de la espiritualidad española, en especial en relación con nuestro San Pedro de Alcántara... Es el brazo generoso que ayuda a los franciscanos a todo...” Su casa de Ávila era, como nos dice Santa Teresa, donde todos los siervos de Dios encontraban acogimiento. En ella se hospedaba San Pedro de Alcántara cuando venía a nuestra ciudad, lo cual fue frecuente en los últimos años de la vida de aquel profeta extraordinario (1560-1562), cuando tanto ayudó a la Santa en su vida espiritual y en su fundación del conventito de San José. “La noche misma que llegué a esta tierra (de Ávila), -escribe Santa Teresa-, llega nuestro despacho para el monasterio y Breve de Roma, que yo me espanté y se espantaron los que sabían la prisa que me había dado el Señor a la venida, cuando supieron la gran necesidad que había de ello y a la coyuntura que el Señor traía; porque hallé aquí al obispo y al santo Fray Pedro de Alcántara y a otro caballero muy siervo de Dios, en cuya casa este santo hombre posaba, que era persona adonde los siervos de Dios hallaban espaldas y cabida”.
Baldomero Jiménez Duque escribe: “Los que hayan visitado la maravilla del monasterio de Guadalupe quizá ya han reparado en una lápida sepulcral que se conserva en uno de los ángulos del impresionante claustro mudéjar. Debajo de un grandioso escudo nobiliario se lee así: “Aquí yace Juan Velázquez Dávila Señor de las villas Loriana y Don Llorente, el cual dejando su casa a Don Diego de Messía de Ovando su hijo se recogió en ésta de Nuestra Señora el 1565: donde perseverando en su santo propósito falleció a 5 de diciembre de 1572 años y 71 de su edad”. Es este gran caballero el amigo y protector de Maridíaz, de Santa Teresa, de San Pedro de Alcántara..., que murió a la dulce sombra de la Morenita de las Villuercas, Nuestra Señora de Guadalupe, que, desde aquel santuario entonces famosísimo, era la verdadera reina de la Hispanidad.
Fuentes y Bibl.: Archivo del Convento de Sto. Tomás de Ávila, folios 88- vto y 89.
Santa Teresa de Jesús, Libro de la vida, 31, 1; B. Fernández Valencia, Historia de las Grandezas de Ávila; P. A. Barrado, San Pedro de Alcántara, 1499-1562, estudio documentado y crítico de su vida, Madrid 1965, págs. 96., nota 15; J. M. Mayoralgo y Lodo, La casa de Ovando. Estudio histórico-genealógico, Cáceres, Real Academia de Extremadura, 1991, págs. 371-372; B. Jiménez Duque, “Don Julián Velázquez Dávila”, en El Diario de Ávila, 23 de noviembre de 1972; F. López Hernández, Personajes Abulenses, Ávila, Obra Social Caja de Ávila, 2004.
Francisco López Hernández