Antonio Vázquez

Vázquez, Antonio. ¿Ávila?, c. 1485 – ?, 1563 post. Pintor.

Antonio Vázquez es uno de los pintores más prolíficos del medio castellano del siglo XVI, dada la gran cantidad de obras suyas que se han conservado. Esto se explica por la longevidad que alcanzó en vida, puesto que en 1563 aún vivía y declaraba tener ochenta años, pero también por la aceptación por parte de los comitentes de sus propuestas estéticas, que se identificaban con el gusto artístico de amplios sectores vallisoletanos. Así se advierte que, siendo contemporáneo de Alonso Berruguete, se prefirió su pintura a la manierista de éste, probablemente por la excesiva carga intelectual de la misma y, en cambio, la sencillez de la de Vázquez.

Se supone que nace en torno a 1485, pues en 1525 declara tener cuarenta años cuando actúa de testigo en el pleito de Berruguete con Alonso Niño por las pinturas de un tríptico. No se sabe dónde nació, pero pudo ser en Ávila, porque este apellido es frecuente en esta ciudad y porque tiene relaciones con el círculo de Juan de Borgoña, quien estuvo en la ciudad pintando el retablo mayor de su catedral. Así, se sabe que tuvo frecuentes colaboraciones con Lorenzo de Ávila, cuyo apellido y su relación con Juan de Borgoña también parecen indicar un mismo origen.

En Valladolid vivió en la Corredera de San Pablo, que era una de las zonas urbanas en las que se asentaban los pintores, y perteneció a la parroquia de San Benito el Viejo, de la que fue en algún momento su mayordomo. Gozó de prestigio e influencia en el medio artístico de la ciudad, constando sus buenas relaciones con Alonso Berruguete y sus compañías de trabajo con su cuñado, el pintor Gregorio de Ribera, el entallador Gaspar de Tordesillas y el citado Lorenzo de Ávila, así como otras circunstanciales con otros pintores. En 1530 participa en el memorial de pintores que se dirigen a Carlos V sobre la fabricación y venta del albayalde. Más tarde es uno de los que desencadenan el Pleito de la Antigua (1547-1551), colocando al palentino Francisco Giralte como rival de Juan de Juni para hacer el retablo de esta iglesia, despechado porque éste no había querido darle la policromía del mismo.

A pesar de tener muchas pinturas, sólo están documentadas dos: su colaboración en el retablo de Pozuelo de la Orden (Valladolid), hoy en San Isidoro de León (1528-1531), en el que trabaja junto a Lorenzo de Ávila y Andrés de Melgar, y el retablo de Isabel Hernández de Alderete en la iglesia de Simancas (Valladolid) (1536); otras obras están fechadas indirectamente.

Su estilo deriva de Juan de Borgoña, con tipos dulces y equilibrados, de canon corto y monumental. Las composiciones son sencillas y de gran claridad narrativa. Son característicos algunos aspectos morellianos, como sus orejas muy marcadas, sus frentes despejadas o sus nimbos de rayos. En ocasiones emplea vestidos con brocados dorados, lo que le acerca al estilo de un grupo de pintores seguidores de Pedro Berruguete que trabajan en las actuales provincias de Valladolid y Palencia, en especial al del llamado «maestro de Portillo». Sus paisajes son serenos, con algunos edificios que pueden ser italianos o de tipo nórdico y luces crepusculares. Hay un convincente manejo de la perspectiva. Su colorido es brillante, con predominio de los tonos fríos, como azules y verdes. El uso de luces crepusculares es un elemento manierista que le pudo ser sugerido por Alonso Berruguete. Es un estilo idóneo para realizar una pintura devocional para el gran público castellano del siglo XVI, sin grandes preocupaciones conceptuales, tales como retablos de capillas particulares o de iglesias parroquiales.

Obras de ~: retablo de San Isidoro, León, 1528-1531; retablo, Castrillo de Tejeriego (Valladolid), s. f.; retablos de Isabel Hernández Alderete (1536) y de Teresa Bretón (1538), Simancas (Valladolid); retablo de Jerónimo de Virués, Santa María de Nieva (Segovia), 1541.

Bibl.: J. Martí y Monsó, Estudios histórico-artísticos relativos principalmente a Valladolid, Valladolid-Madrid, Leonardo Miñón, 1898-1901; J. Agapito y Revilla, La pintura en Valladolid. Programa para un estudio histórico-artístico, Valladolid, Imprenta Castellana, 1925; E. García Chico, Documentos para el estudio del Arte en Castilla. Pintores, Valladolid, Publicación del Seminario de Arte y Arqueología, 1946; L. F. de Peñasola, “El autor del retablo de los Virués en Santa María de Nieva”, en Estudios Segovianos, I (1949), págs. 113-114; J. J. Martín González, “Una tabla del siglo XVI, representando a San Juan en la isla de Patmos” en Boletín del Seminario de Arte y Arqueología (BSAA), XVIII (1952), págs. 121-131; D. Angulo Íñiguez, Pintura del siglo XVI. M. Almagro Basch et al., Ars Hispaniae: historia universal del arte hispánico, XII, Madrid, Plus Ultra, 1954; J. J. Martín González, “En torno al pintor Antonio Vázquez: nuevas obras”, en Archivo Español de Arte (AEA) (1957), págs. 125-133; “Pinturas inéditas de Antonio Vázquez”, en BSAA, XXV, 1959, pág. 179; Ch. R. Post, A History of Spanish Painting, vol. XIV, Cambridge (Massachusetts), Harvard University Press, 1966; J. J. Martín González, “Retablo plateresco de Dueñas”, en BSAA, XXXVI (1970), págs. 501-502; J. M. Caamaño Martínez, “Antonio Vázquez (Nuevos comentarios y obras)”, en BSAA, XXXVI (1970), págs. 193-204; J. R. Buendía, “Pintura del Renacimiento”, en R. Buendía (dir.) y C. Álvarez de Miranda (coord.), Historia del arte hispánico, t. III, Madrid, Alhambra, 1980; J. M.ª Parrado del Olmo, “La escultura, la pintura y las artes menores de Valladolid en el Renacimiento”, en Valladolid, corazón del mundo hispánico. Historia de Valladolid, III, Valladolid, Ateneo, 1981; M. Díaz Padrón, “Nuevas tablas de Antonio Vázquez en colecciones españolas”, en Goya, 175-176 (1983), págs. 21-29; M. Díaz Padrón y A. Padrón Mérida, “Miscelánea de pintura española del siglo XVI”, en AEA, 223 (1983), pág. 204; A. Padrón Mérida, “Una imposición de la casulla a San Ildefonso de Antonio Vázquez”, en BSAA, XLIX (1983), págs. 474-475; J. C. Brasas Egido, El pintor Antonio Vázquez, Valladolid, Institución Cultural Simancas, 1985; “Pintura”, en A. Moure Romanillo et al., Renacimiento y Clasicismo. Historia del Arte de Castilla y León, t. V, Valladolid, Ámbito, 1994; J. M.ª Parrado del Olmo, “Andrés de Melgar en el retablo de Pozuelo de la Orden. Las relaciones entre pintores en el medio castellano del primer tercio del siglo XVI”, en BSAA, LXIV (1998), págs. 255-276; M. Arias Martínez, “Gaspar Becerra, escultor o tracista”, en AEA, 283 (1998), págs. 273-288.