Blanco Ochoa, Justo. Catul Jobson. Nuez de Ebro (Zaragoza), 6.VIII.1878 − Buenos Aires (Argentina), 27.V.1943. Escolapio (SChP), filósofo, pedagogo, miembro de la Academia de Ciencias de París.
Era un alumno muy aventajado del colegio de escolapios de Zaragoza, donde hizo con gran fervor su Primera Comunión. Fue poco después de morir su madre cuando sintió la vocación religiosa de educador. Recibió el hábito escolapio en Irache (Navarra) el 27 de agosto de 1893 y profesó de simples el 18 de agosto de 1895. Hizo su profesión solemne en Cardeña (Burgos) el 15 de julio de 1899. Aquel mismo año fue nombrado ayudante del maestro de novicios y profesor de Latín y Matemáticas en el juniorato de Irache. En 1900 residía en Zaragoza como profesor de Latín. Enviado a Chile, ejerció su magisterio en Copiapó, donde fue ordenado sacerdote en 1903, y en Concepción. Acompañó al padre Teodoro Noguera para iniciar una fundación escolapia en Sucre (Bolivia), que no prosperó por diferencias entre el arzobispado y el Gobierno, pero fue profesor en el Seminario Conciliar de Sucre los años 1906-1907. Rector después del Colegio Hispano-Americano de Santiago de Chile (1917-1920) y del argentino Colegio Escuelas Pías de Córdoba (1920-1925), la personalidad del padre Justo Blanco era ya reconocida dentro y fuera de la Orden. En 1925 el general de la Orden, el padre Brattina, que le conoció en una visita a Chile, le envía desde Roma el nombramiento de viceprovincial de las demarcaciones de Argentina y Chile, dependientes entonces de la provincia canónica de Aragón. Durante tres años (1925-1928) rigió los destinos de la viceprovincia; fue rector del Colegio Calasanz de Buenos Aires en dos ocasiones (1927-1934 y 1939-1940) y acabó sus días como nuevo superior de la renovada viceprovincia de Argentina (1940-1943).
Hombre de cualidades extraordinarias para organizar y dirigir, logró en 1929 para el Colegio Calasanz de Buenos Aires en la “Mostra Campionaria” de Florencia la Medalla de Oro y el diploma de Colegio Modelo. En esta época comparte sus responsabilidades con las tareas de escritor y publica varias obras didácticas y de pedagogía. Otra prueba de estas cualidades se puso de manifiesto durante la celebración del Congreso Eucarístico Internacional, celebrado en Buenos Aires en 1934 y presidido por el cardenal Eugenio Pacelli. La comisión organizadora puso en manos del padre Justo Blanco la programación y dirección de todos los actos en que intervinieran niños y jóvenes. En el campo intelectual destacó como pedagogo y científico. Contribuyó en 1916 a la fundación de la revista Horizontes Calasancios y perteneció a varias Academias, entre las que destacan la Sociedad Astronómica de Francia y la Academia de Ciencias de París, de la que fue nombrado socio perpetuo el 4 de marzo de 1931 en reconocimiento a sus méritos científicos y a “las relaciones culturales mantenidas con la Academia desde hace más de quince años”.
Utilizó con frecuencia en sus escritos el seudónimo Catul Jobson. Su muerte dio lugar a una sentida manifestación de duelo con solemnísimos funerales y la presencia del cardenal Copello, arzobispo de Buenos Aires. Desde 1943 el Colegio de Buenos Aires honra su memoria con el Premio anual de Biología “padre Justo Blanco”.
Obras de ~: La moralidad en el reino animal, Valencia, 1904; Filosofía de la fe, Madrid, 1916; “Canto secular patrio”, en Horizontes Calasancios (1916); Píldoras filosóficas para jóvenes y adultos, s. l., 1921-1924; El Rubicón, s. l., 1922; Calasanz y Galileo, s. l., 1929; Lógica, Buenos Aires, 1936 (3.ª ed., Lecciones de Lógica, Buenos Aires, 1945; 4.ª ed., Buenos Aires, 1945); Curso de Psicología, Buenos Aires, 1938 (5.ª ed., 1948); Temas pedagógicos, Buenos Aires, 1941; Conferencia pedagógica, Disciplina, Buenos Aires, 1941; Las torres del silencio, s. l., 1939; Filosofía amena para niños, s. l., 1939; La casualidad, s. l., 1940; Psicología al alcance de todos, s. l., 1940.
Bibl.: Boletín de la Academia de Ciencias de París, 146 (abril de 1931); Horizontes Calasancios, 290 (1943), págs. 10-12 y 29; Ephemerides Calasanctianae, Roma, 5-6 (1947), págs. 103- 105; Á. Clavero, Historia de las Escuelas Pías en Sudamérica, t. IV, Córdoba (Argentina), 1950, págs. 1-20; P. Sanz Navío (ed.), Antología poética calasancia, Zaragoza, Escuelas Pías de Aragón, 1996, págs. 86-89; D. Cueva, Las Escuelas Pías de Aragón, t. II, Zaragoza, Departamento de Cultura y Turismo, 2001, págs. 257-258; “Un sabio doble”, en Anuario de la Orden de las Escuelas Pías. Semblanzas, Madrid, Instituto Calasanz de Ciencias de la Educación, 2001, págs. 23-25.
Dionisio Cueva González, SChP
