Esponera Andrés, Paz Vicenta. Paz del Patrocinio de San José de Calasanz. Zaragoza, 11.IV.1903 – 23.III.1993. Escolapia (SChP), educadora, licenciada en Exactas, consultora provincial.
Nacida en Zaragoza, a la sombra de la Virgen del Pilar, era la mayor de diez hermanos, fruto del matrimonio de Pascual Esponera y Concepción Andrés. Propietarios muy acomodados y de profunda fe, buscaron para sus hijos una educación integral humana y cristiana completa. Vicenta estudio la primaria en las religiosas mercedarias. En 1916, a los trece años, ingresó en el colegio Calasanz y allí permaneció hasta 1925. Cursó los estudios de peritaje y profesorado mercantil con unas excelentes notas. Como colegiala destacó por su inteligencia y su caridad. Y en ese ambiente germinó su vocación religiosa. A los veinticinco años ingresó en el noviciado escolapio de Andéraz (Navarra). El 17 de enero de 1929 recibió el hábito escolapio y tomó el nombre de Paz del Patrocinio de San José de Calasanz. Profesó el 27 de agosto de 1931. Ese mismo verano aprobó el bachillerato, y en octubre comenzó en la Universidad de Zaragoza la licenciatura en Ciencias Exactas, que vio coronada con notas brillantes, en dos años, ante la admiración de los profesores y compañeros. También se hizo eco, con elogiosos comentarios, la prensa local. Fue la primera religiosa licenciada en Ciencias Exactas en Zaragoza. En 1940 obtuvo el título de magisterio.
Entre 1931 y 1959 estuvo destinada en el colegio Calasanz de Zaragoza. Fue una educadora modelo. Incansable en su trabajo con las alumnas el profesorado y los padres de familia. Por su claridad de ideas y exposición de los temas, de sus clases salieron muchas vocacionadas a cursar licenciaturas en ciencias. Bondadosa y entregada, siempre estaba dispuesta a ayudar a quien acudía a ella. Amaba entrañablemente a las alumnas, especialmente a las menos dotadas intelectual, moral y económicamente. Como directora del centro durante muchos años, colocó al colegio en el más alto nivel de Zaragoza, por la ampliación y restauración de las aulas y del edificio en general, su renovación educativa y adquisición de material pedagógico, y por la preparación y actualización del profesorado. Se impartían los estudios completos de primaria, bachillerato y desde 1949, los de magisterio. Gran lectora y de una formación enciclopédica, la puso al servicio total de las alumnas, de su entorno, máxime de los más necesitados. Entre 1959 y 1983, fue profesora en los colegios de Andéraz (Navarra) y Logroño, siempre con el mismo empeño educativo. Por su prudencia e intuición, tuvo certera visión de las cosas y fue una mujer de consejo, por lo que desempeñó muchos años los cargos de vicesuperiora y consultora local y provincial. A partir de 1984 fue perdiendo sus facultades mentales hasta un total deterioro.
Falleció en Zaragoza, cuando iba a cumplir noventa años.
Obras de ~: “Colegio de Nuestra Señora de las Escuelas Pías de Andéraz”, en Escolapias, Datos para nuestra historia, Zaragoza, El Noticiero, 1971, págs. 620-636.
Bibl.: C. Sesma Biarge, Necrología de M. Paz Esponera, Roma, 1993, págs. 11-22.
María Luisa Labarta Araguás, SChP