Escoriaza y Fabro, Nicolás. Vizconde de Escoriaza (I). Madrid, 1869 – Bilbao (Vizcaya), 4.I.1937. Industrial y financiero, comandante de complemento de Ferrocarriles.
Segundogénito de Josefa Fabro y Cúyar y del abogado y político José Pascasio de Escoriaza Cardona, fue bautizado en la iglesia de San Luis de Madrid, después de haber nacido en el seno de una familia portorriquense de clase media y de vocación política radical que los llevó al exilio en Francia hasta 1881. La tradición familiar hizo de él un self-made man que construyó una fortuna prácticamente de la nada en el mundo de las contratas de obras ferroviarias, entonces muy activo. Pronto hizo una verdadera especialidad profesional de la adquisición y reorganización de pequeñas compañías férreas y tranviarias y de la promoción de iniciativas inmobiliarias. Muy joven aún, disponía ya de recursos propios suficientes como para adquirir algunas de tales sociedades en nombre propio. Entre las razones de su éxito figuran su capacidad personal y su profundo conocimiento de las obras públicas, el crédito personal que supo construirse y una densa red de relaciones sociales. Es de destacar entre estas últimas la que, desde el principio de su carrera, le permitió introducir en Zaragoza a Pablo Carde, industrial bordelés cofundador en 1897 de la sociedad Carde y Escoriaza —más tarde Material Móvil y Construcciones— para la fabricación de material rodante de ferrocarriles y tranvías. Precisamente, en la capital aragonesa casó dos años antes, el 17 de marzo de 1895, en la iglesia de Santa Engracia con Matilde Averly Lassalle, que había enviudado de Segundo Morales de Rada y Sánchez Salvador. De esta unión nacieron ocho hijos. Ella era hija de los franceses Teresa Lassalle y Cartier, natural de Olorón, y de Antonio Averly y Françon, de Lyon, que con veinte años había arribado a mediados del siglo xix a Zaragoza para trabajar de ingeniero de la Sociedad Maquinista Aragonesa, estableciéndose después por su cuenta con talleres de maquinaria y hornos de fundición.
Cultivó Nicolás estrechas relaciones con los círculos de la alta finanza franco-belga, lo que lo llevó a desarrollar diferentes iniciativas empresariales y a desempeñar un papel decisivo en la Exposición Hispano- Francesa de Zaragoza de 1908 y la Comisaría Regia de la Exposición Universal de Bruselas. Sus negocios tranviarios y ferroviarios le facilitaron el acceso al círculo íntimo del marqués de Urquijo en España y de los barones Empain en Bruselas. En España mantuvo estrechas relaciones con Romanones, Urquijo, Sota y otros financieros interesados en negocios ferroviarios e inmobiliarios y tejió una densa red empresarial y familiar en Zaragoza en la que figuraron Basilio Paraíso, Tomás Castellano, las familias Averly y Portolés, el marqués de Morella y otros personajes destacados del entorno financiero e industrial de Zaragoza. Asentado inicialmente en Zaragoza, fue miembro del consejo local del Banco de España entre 1911 y 1925 y participó en numerosas iniciativas locales. Pero su ámbito de actuación fue siempre mucho más amplio, Andalucía y Castilla la Vieja en particular. Residió varios años en Granada antes de instalarse en Madrid, donde acumuló un consistente patrimonio inmobiliario, mientras configuraba un pequeño holding de sociedades de ferrocarriles y tranvías. Sus conocimientos del sector le llevaron al Consejo Superior de Ferrocarriles y a la vicepresidencia de la compañía del Ferrocarril del Norte, al final de su vida profesional.
Autores que se han ocupado de él, como Biescas, Fernández Clemente, Germán y Mohedano y Núñez, han destacado su participación en sociedades como Tranvías de Zaragoza, Granada y Cádiz, ferrocarriles secundarios de Sábada a Gallur, Haro a Ezcaray, Caminos de Hierro de Granada, Valladolid a Ariza, Ferrocarriles de Castilla, el canal del Esla y los ferrocarriles del Aveiro.
El rey Alfonso XIII le concedió la merced de vizconde de Escoriaza, el 7 de abril de 1919. Fue, además, Gran Cruz del Mérito Naval, del Militar y del Civil y caballero de la Legión de Honor y de la Corona de Bélgica. Murió asesinado en la prisión de los Ángeles Custodios de Bilbao comenzando el año de 1937. Le sucedió en el título nobiliario su segundo hijo, primer varón, José Nicolás Escoriaza y Averly.
Fuentes y bibl.: Archivo del Banco de España (Madrid), Secretaría, leg. 4230, Carta al Gobernador del Banco de España en Madrid (del director del Banco de España en Zaragoza), 11 de marzo de 1911.
G. Núñez Romero-Balmas, Raíles en la Ciudad. Empresa y ciudad en torno a los tranvías de Granada, Granada, Caja General de Ahorros-Ayuntamiento, 1999; “Nicolás de Escoriaza y Fabro”, en E. Torres (ed.), Los 100 empresarios españoles del siglo xx, Madrid, LID-Círculo de Empresarios, 2000, págs. 170- 175; M. Á. Castán y Alegre, “El linaje Faivre o Fabro. Enlace del Franco-Condado con el Reino de Aragón”, en Hidalguía (Madrid), año XLVIII, n.os 280-281 (mayo-agosto de 2000), págs. 540-542; P. Pascual Doménech y P. Fernández Pérez (eds.), Del metal al motor: innovación y atraso en la historia de la industria metal-mecánica española, Bilbao, Fundación BBVA, 2007.
Gregorio Núñez Romero-Balmas
