Payo Piñeiro, Pedro. La Coruña, 15.IX.1814 – Manila (Filipinas), 1.I.1889. Dominico (OP), provincial y arzobispo de Manila.
Tomó el hábito en el Convento de Santo Domingo de La Coruña el 15 de septiembre de 1830. Hizo la profesión al año siguiente. Era todavía estudiante cuando llegó a Filipinas. Terminó sus estudios en la Universidad de Santo Tomás de Manila. Se ordenó sacerdote el día 16 de marzo de 1839. Fue enviado a los ministerios de la provincia de Batan. El 12 de junio de 1856 fue elegido prior del Convento de Santo Domingo de Manila. Renunció en febrero de 1857 para acompañar como socio a monseñor Romualdo Jimeno, obispo de Ceba. Allí enseñó Teología Moral en el Seminario durante cinco años, al mismo tiempo que ejercía el ministerio y realizaba trabajos administrativos.
Durante los años 1863‑1866 fue procurador de las misiones en Hong Kong. Regresó a Filipinas como vicario de Binondo. El día 11 de mayo de 1867 fue elegido provincial de la Provincia del Santísimo Rosario de Filipinas. Durante su provincialato fueron beatificados los primeros dominicos, mártires de Japón.
Hizo publicar la historia de la provincia de los padres Ferrando y Fonseca en seis volúmenes. Consiguió que la Universidad de Santo Tomás de Manila no fuese secularizada, como ya había decidido el Gobierno.
Este lo nombró vocal del Comité de Reformas de los Estudios. Cuando acabó su provincialato fue nombrado procurador general de la Provincia en la Corte de Madrid y en Roma.
En 1872 quedó vacante la diócesis de Cebú por la muerte de su obispo. El padre Payo fue elegido para sucederle el 30 de junio de 1875. Aceptó el nombramiento, pero no llegó a tomar posesión de la diócesis porque muy pronto, el 28 de enero de 1876, fue preconizado para el arzobispado de Manila. Fue consagrado en Madrid el 12 de marzo de 1876 por el arzobispo de Toledo, cardenal Juan Ignacio Moreno.
Embarcó para Manila y tomó posesión de la archidiócesis el 26 de mayo de 1876. No era un sabio en el sentido estricto de la palabra, porque sus muchas ocupaciones le impidieron dedicarse plenamente al estudio y la enseñanza, pero tenía un gran sentido práctico para resolver problemas de todo tipo.
Se entregó por completo al cuidado pastoral de su extensa diócesis. La visitó y escribió varias cartas pastorales.
Fundó el Boletín Eclesiástico. Ordenó realizar un censo de la población de Filipinas y otro de su arzobispado de Manila. Dotó un vapor nacional con motivo del conflicto con Alemania sobre las islas Carolinas.
Organizó una exposición regional con motivo del centenario de Santa Teresa de Jesús y luego otra en Madrid. Inauguró la Catedral de Manila el 8 de diciembre de 1879. Erigió el nuevo Seminario Conciliar. Abrió concursos para proveer a las parroquias vacantes. Murió rodeado de las corporaciones religiosas y del Cabildo catedralicio. El Gobierno español le concedió las Cruces de Isabel la Católica, de Carlos III y del Mérito Naval.
Obras de ~: Colección de documentos referentes a la reforma de estudio en Filipinas, Manila, 1871; Cartas pastorales, Manila, 1876 (1885, 1886, 1887 y 1888); Censo de la población de las Islas Filipinas, Manila, 1878; Estado general de los pueblos de la archidiócesis y de los obispados sufragáneos, Manila, 1886; Censo de la población del Arzobispado de Manila, Manila, 1889.
Bibl.: P. Fernández, Dominicos donde nace el sol, Barcelona, Talleres Gráficos Yuste, 1958, págs. 265-270; M. Velasco, Ensayo de Bibliografía de la Provincia del Santísimo Rosario de Filipinas, vol. IV, Manila, 1960, págs. 137-150; P. Fernández, “Payo, Pedro”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia eclesiástica de España, vol. III, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1973, pág. 1951; H. Ocio y E. Neira, Misioneros Dominicos en el Extremo Oriente, vol. II, Manila, Life Today Editions, 2000, págs. 20-21.
Teodoro González García, OP