Bartolache y Díaz de Posadas, José Ignacio. Guanajuato (México), 30.III.1739 – Ciudad de México, 10.VI.1790. Médico, periodista, matemático y ensayista.
Hijo de Juan José Bartolache Romero y Camacho y de María Matilde Díaz Posadas Ortiz, originarios y vecinos de Guanajuato. Los abuelos paternos fueron José Antonio Bartolache San Román, de la ciudad de México, y Francisca Romero y Camacho, de Guanajuato; sus abuelos maternos, José Díaz Posadas y María Ortiz, todos españoles, nobles y con limpieza de sangre. La familia pasaba graves apuros económicos, por lo que José Ignacio tuvo que trasladarse a la ciudad de México en busca de mejor destino, bajo el amparo de un pariente, quien fue su protector y lo inscribió en el colegio jesuita de San Ildefonso. La ayuda no perduró mucho tiempo, y tuvo la necesidad de buscar por sí mismo su medio de vida. De San Ildefonso pasó al colegio pontificio seminario a estudiar teología; en virtud de su aplicación y por haber ordenado la biblioteca del seminario se le retribuyó con una beca de merced. En esa época leyó el libro de Melchor Cano, De Locis Theologicis libri XII (1563), en el que establece para la Teología unos fundamentos científicos, por lo que es considerado un tratado sobre el método teológico. Este teólogo, de la Universidad de Alcalá y Salamanca, no apreciado por los escolásticos del seminario, le sirvió de referencia para refutar algunas teorías, lo que le acarreó su expulsión.
En 1764 conoce a su preceptor y profesor de matemáticas de la Pontificia Universidad, licenciado Joaquín Velásquez de León, quien lo instó a estudiar Medicina. Ese año ingresó en la Facultad de Medicina de la Real y Pontificia Universidad, con la ayuda del sabio criollo Velásquez de León; obtuvo el grado de bachiller en abril de 1766 e inició sus estudios médicos; entre 1768 y 1769 fue profesor de Matemáticas y Astrología en la universidad, por ausencia de su protector, ya que en aquellos tiempos las Matemáticas y la Astrología formaban parte de la Medicina. La Astrología era considerada importante para saber de la influencia astral en las enfermedades.
En 1769 redactó, como texto para su clase, unos apuntes con el título de Lecciones matemáticas e hizo observaciones astronómicas con José Antonio Alzate, por invitación del regidor del Ayuntamiento de México, José Mateos Chirinos, para efectuar con Alzate la observación del paso de Venus por el disco del Sol el 3 de junio. La observación se hizo en la azotea del edificio del ayuntamiento.
En 1771, Bartolache participó con Joaquín Velásquez de León y Antonio León y Gama en una serie de observaciones, entre el 25 de marzo y el 10 de abril, para fijar la latitud de la ciudad de México. Ésta fue de 19.º 26’. Ese mismo año, el 11 de julio, presentó su examen público, con un día de anticipación se le asignaron los temas de su evolución que versaron sobre la medicina de Hipócrates y Avicena. Bartolache imprimió las conclusiones, así como el resultado del examen aprobatorio por veinticuatro doctores. Al día siguiente se le otorgó el grado de licenciado. Inmediatamente repitió el procedimiento para obtener el grado de doctor. El edicto para convocar a los que quisieren alegar mayor antigüedad se fijó el 12 de julio de 1772.
Se presentó como opositor el licenciado Ignacio García Jove, por lo que Bartolache tuvo que pedir que se le permitiera graduarse pronto. Su examen se efectuó el 10 de agosto de 1772, al no contar con dinero, tuvo por mecenas al conde de San Mateo de Valparaíso y a Miguel José de Berrio y Zaldívar, como protector. El tema de su tesis doctoral versó sobre el aforismo de Hipócrates Vita Brevis, Ars Longa; experimentun pericolosum, judicium difficile (la vida es breve, el arte extenso, el experimento peligroso, el juicio difícil). Su tesis fue impresa por Felipe de Zúñiga ese mismo año. Contaba ya treinta y tres años y estaba casado con Josefa Ana Velásquez de León, pariente de su protector Joaquín Velásquez de León. Josefa Ana tenía dos hijas de su primer matrimonio, María y Josefa Carrillo Velásquez de León.
Recién doctorado descubrió que no era de su agrado el oficio de visitar enfermos y se dio a la tarea de crear una publicación periódica ilustrada para divulgar asuntos relacionados con la medicina, cuyo primer número vio la luz el sábado 17 de octubre del mismo año 1772 bajo el título de Mercurio Volante, con noticias importantes y curiosas sobre física y medicina.
Bartolache a través de esta revista divulga asuntos relacionados con la medicina. Esta publicación, que mantuvo una frecuencia más o menos semanal, se concibió para que cada miércoles diseminara en un pliego suelto noticias sobre diversos aspectos vinculados con la medicina y la física fundamentalmente, aunque también abordaba otros temas, con destino a quienes se dedicaban a cultivar campos del saber ajenos a estas disciplinas y a los interesados en ampliar su cultura general.
En el número 16, correspondiente al 10 de febrero de 1773, se hace saber la suspensión temporal de la publicación, por dificultades en el despacho de los impresos y por la deficiente indemnización de los costos de imprenta. Todo parece indicar que dichos inconvenientes quedaron sin solución, pues ésa fue su última entrega. Bartolache logró mantener una periodicidad más o menos semanal durante dieciséis números.
Abandona para siempre la empresa del periódico para dedicarse a la carrera de médico. En ese mismo año, Joaquín Velásquez de León renuncia a su cátedra, Bartolache la concursa y su opositor es el doctor José Giral Matienzo, catedráticos de anatomía y cirugía, quien se queda con la cátedra de Velázquez.
En septiembre de 1773 participa en la oposición de la cátedra prima de medicina. Con el sueldo de la cátedra no resuelve sus problemas financieros; por eso, en 1774, decide preparar unas pastillas férricas y anunciar su producto y sus excelencias en idioma mexicano, obra titulada Netemachtiliztli, que en castellano se llamó Noticia plausible para sanos y enfermos.
Dado el fracaso inicial de las pastillas y las deudas acumuladas, decide fundar una Academia de Ciencias Naturales y una cátedra de Química, que no llegan a consolidación. Más tarde, el 7 de marzo de 1775, logra la cátedra de Método. Renuncia antes de tomar posesión porque piensa marcharse de la ciudad de México.
Hace un último intento por quedarse en la ciudad de México; en 1777, el virrey Antonio María de Bucareli y Ursúa (1771-1779) lo nombra ensayador segundo supernumerario en la Casa de Moneda, aunque no era un trabajo importante, es el que le permite cambiar su suerte. En este nombramiento está presente la influencia de su protector Joaquín Velásquez de León, que en aquel entonces era director general del Tribunal y Cuerpo de Minería y gozaba del aprecio del ministro de Indias, José de Gálvez.
A mediados de 1779, con motivo de la terrible epidemia de viruelas que asoló la Nueva España, presentó un plan al virrey Martín de Mayorga (1779- 1783) para evitar que se propagara la enfermedad el virrey lo remitió al cabildo, el 23 de septiembre del mismo año, para que éste le diera su parecer; lo aprueba y se lleva a cabo su propuesta: aseo y limpieza de las calles, ventilación de los templos y parroquias donde se sepultan los cadáveres, encender una hoguera perenne de San Lázaro hasta la garita vieja de Tezcoco. Propuso también que hubiera música en las calles, sobre todo por la noche, para levantar el ánimo del pueblo, pero el ayuntamiento no lo consideró conveniente.
En 1780 ya era un hombre importante y se le llamaba para diversos asuntos, sobre todo para emitir dictámenes sobre obras de medicina. En 1782 fue secretario de la Junta Preparatoria Académica de Tres Nobles Artes de San Carlos. En 1785 se le encarga la búsqueda de manuscritos botánicos de Francisco Fernández. Poco le duró la buenaventura, ya que falleció el 10 de junio de 1790.
Obras de ~: Lecciones matemáticas que la Real Universidad de México dictaba D. Josef Ignacio Bartolache. Primer quaderno, dedicado al excelentísimo señor don Francisco de Croix, México, Imprenta de la Biblioteca Mexicana, 1769; Mercurio volante con noticias importantes y curiosas sobre varios asuntos de física y medicina, por don José Ignacio Bartolache, doctor médico, del claustro de esta Real Universidad de México, México, Imprenta Matritense de Felipe de Zúñiga y Ontiveros, 1772-1773, 16 números; Instrucción para el buen uso de las pastillas marciales o fierro sutil, México, 1774; Noticia plausible para sanos y enfermos, México, 1774; Instrucción que puede servir para que se cure a los enfermos de las viruelas epidémicas que ahora se padecen en México desde fines del estío en el año corriente de 1779. Extendida y presentada a la Nobilísima Ciudad por el D. José Ignacio Bartolache, profesor que ha sido de medicina y matemáticas de esta Real Universidad y ahora apartador general del oro y plata de todo el reino, México, Imprenta Matritense de Felipe de Zúñiga y Ontiveros, 1779; “Opúsculo guadalupano”, en Gaceta de México (México, Imprenta Matritense de Felipe de Zúñiga y Ontiveros), t. I, n.º 53 (1790), págs. 6-12; “Suplemento a la famosa observación del paso de Venus por el disco del Sol, hecha de encargo de la muy noble imperial ciudad de México por don J. Ignacio Bartolache y don J. Antonio de Alzate el 3 de junio de 1769”, en Gacetas de Alzate, México, 1831.
Bibl.: J. A. de Alzate, “Elogio histórico del doctor don José Ignacio Bartolache”, en Gacetas de la Literatura de México (Puebla, Oficina del Hospital de San Pedro) (1831), vol. I, págs. 405-413; A. Méndez Plancarte, “El doctor Bartolache”, en El Universal (México), 29 de abril de 1946; F. de la Maza, Los exámenes universitarios del doctor José Ignacio Bartolache en 1772, México, Imprenta Universitaria, 1948; F. Fernández del Castillo, “La inquieta vida del doctor Bartolache”, en El Médico (México) (marzo-abril de 1957), págs. 49-59; R. Sánchez Flores, “José Ignacio Bartolache. El sabio humanista a través de sus bienes, sus libros e instrumentos de trabajo”, en Boletín del Archivo General de la Nación, 2.ª serie, t. XIII (1972-1976), págs. 187-216. M.ª L. Ibarra Herrerías, José Ignacio Bartolache. La Ilustración en la Nueva España, México, Universidad Iberoamericana, 1976; R. Moreno, Ignacio Bartolache: periodismo ilustrado, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1983.
Raquel Ofelia Barceló Quintal