Zúñiga y Ontiveros, Felipe de. Oaxtepec (México), 1716 – Ciudad de México (México), 25.VIII.1793. Filomatemático, agrimensor, impresor.
A partir de 1752 se ostenta como filomatemático y de 1761 como agrimensor, titulado por Su Majestad, de tierras, aguas y minas de todo el Reino de México. En el desempeño de este oficio fue varias veces comisionado por la Audiencia de la Nueva España y otros tribunales para delimitar tierras, algunas de ellas realengas, en virtud de lo cual elaboró precisos y detallados planos y mapas. Sin embargo, su trabajo más importante fue como autor de las Efemérides calculadas y pronosticadas según el meridiano de México (1752-1793) y del Calendario y la Guía de Forasteros (1761-1793), ambos publicados anualmente, lo que le permitió ser reconocido en los dos oficios ya mencionados, y como astrónomo de la ciudad de México. Algunas de estas ediciones fueron ilustradas con “preciosos mapas” de su autoría. También fue inventor de una bomba hidráulica cuya descripción plasmó en el cuadernillo titulado Bomba hidráulica, instrumento fácil para elevar aguas descurrido y dado a luz a beneficio de los labradores, editado en 1770.
Seguramente la elaboración de sus efemérides y calendarios explique su interés por convertirse en impresor. En 1761, después de obtener el privilegio correspondiente, abrió, junto con su hermano Cristóbal, un establecimiento en la calle de la Palma en la Ciudad de México al que llamó Imprenta Antuerpiana. A partir de ese momento sus obras saldrán de esas prensas. Como consecuencia de la muerte de Cristóbal en 1764 él queda como único propietario de la imprenta, ahora llamada de Felipe de Zúñiga y Ontiveros. En 1776, el virrey Antonio María de Bucareli le concede el privilegio exclusivo para publicar tanto las Efemérides como el Calendario manual y la guía de forasteros, situación que gozará hasta el día de su muerte y se extenderá a sus herederos, lo que significó que don Felipe fuera el único en ofrecer este tipo de publicaciones en toda la Nueva España. Este hecho propició que el negocio se fortaleciera y modernizara, tanto así que entre 1776 y 1784 llegaron, procedentes de España, cien cajas de letras de imprenta lo que obligó a su propietario a comprar en 1781 una casa muy amplia en la calle del Espíritu Santo para establecer ahí su vivienda, imprenta y tienda de libros. En ese tiempo, durante un par de años (1777-1779), su establecimiento cambió de nombre por el de Imprenta Nueva Madrileña o Imprenta Matritense. Para entonces la casa de Zúñiga tenía gran prestigio y era reputada como la de mayor perfección.
De esta prensa saldrán a la luz diversos impresos (libros, devocionarios, periódicos, tesis, hojas sueltas, etcétera). Los científicos ilustrados más relevantes en la sociedad novohispana recurrían a ella para imprimir sus obras; entre ellos destacan, Joaquín Velázquez de León, Antonio León y Gama, José Antonio de Alzate y José Ignacio Bartolache. Otro aspecto que distinguió a la oficina de Zúñiga fue, sin duda alguna, la publicación de los periódicos científicos y literarios de la época, como el Diario literario (1768), Asuntos varios sobre ciencia y arte (1772-1773), Observaciones sobre física, historia natural y artes útiles (1787) y las Gacetas literarias (1778-1795), elaboradas por Alzate; el Mercurio volante, con noticias de Física y Medicina (1772-1773) del médico Batolache, y finalmente la Gazeta de México, con información oficial, de Manuel Antonio Valdés (1784-1809).
Después de cuarenta años en los que ejerció el oficio de agrimensor y treinta y dos el de impresor, don Felipe muere en la ciudad de México el 25 de agosto de 1793. Heredó la imprenta a su hijo Mariano José de Zúñiga y Ontiveros, quien falleció en 1825.
Bibl.: R. Moreno, Ensayos de historia de la ciencia y la tecnología en México, 1.ª serie, México, Universidad Nacional Autónoma, 1986, págs. 29-102; J. T. Medina, La imprenta en México (1539-1821), México, Universidad Nacional Autónoma, 1989 (ed. facs. de la publicada en Santiago de Chile en 1912, t. I, págs. CLXXV II-CLXXX ); A. Soberón Mora, “Felipe de Zúñiga y Ontiveros, un impresor ilustrado de la Nueva España”, en Tempus (Revista de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras, México, Universidad Nacional Autónoma), n.º 1 (otoño de 1993), págs. 51-75.
Cristina Gómez Álvarez