Layret i Foix, Francesc. Barcelona, 10.VII.1880 – 30.XI.1920. Abogado y político.
Nacido en el seno de una familia acomodada y de tradición republicana, con tan sólo dos años de edad sufrió una grave enfermedad que le dejaría importantes secuelas físicas para el resto de su vida en forma de parálisis en ambas piernas.
Cursó estudios de bachiller en el Liceo Políglota de Barcelona, uno de los pocos institutos de enseñanza privados de Barcelona que no estaba en manos de órdenes religiosas, y allí coincidió con Lluís Companys, a quien le uniría en adelante una estrecha amistad.
Ambos cursarían también juntos estudios de Derecho en la Universidad de Barcelona, que Layret compaginó, además, con los de Filosofía y Letras. Fue precisamente en estos años de estudiante universitario cuando, profundamente atraído por las cuestiones sociales, comenzó a frecuentar los ambientes juveniles republicanos, siendo junto Lluís Companys, Emeteri Palma, Miquel Gaudier y Laureano Miró, entre otros, uno de los impulsores de la Associació Escolar Republicana (AER), organización integrada por estudiantes universitarios e independiente de cualquiera de los diversos grupúsculos y partidos políticos republicanos existentes a principios del siglo xx en Cataluña.
Siendo uno de los principales representantes del ala izquierdista de la AER, en 1902 impulsó en Barcelona la Extensió Universitària, asociación cultural que pretendía acercar la Universidad a los ambientes populares y obreros. Al año siguiente, junto a los dirigentes obreros Eladi Gardó y Josep Tubau, impulsó en Barcelona el Ateneu Enciclopèdic Popular, institución dedicada fundamentalmente a la formación de aquellos trabajadores susceptibles de acceder a cargos de responsabilidad en el ámbito político y sindical y que presidió durante su etapa fundacional.
En 1905, tras doctorarse con un trabajo sobre la “sociedad primitiva”, ingresó en la Juventud de la Unión Republicana, se presentó a las elecciones municipales y resultó elegido regidor de Barcelona por el popular distrito VII de la ciudad. Con tan sólo veinticinco años de edad asumió la tercera Tenencia de Alcaldía del consistorio y poco después ocupó la Presidencia de su comisión de finanzas, cargo desde el cual se erigió pronto en uno de los regidores que más encarnizadamente se enfrentaron a la corrupción administrativa.
Responsable igualmente de las finanzas del Ayuntamiento, fue el responsable de la redacción de un presupuesto de cultura cuyos objetivos fundamentales eran la creación de una red de bibliotecas populares y de escuelas con un planteamiento pedagógico reformista basado en la laicidad y la coeducación.
Aunque el proyecto finalmente fue rechazado, su encarnizada defensa pública acabó de catapultar a su autor a la primera línea de la política, a la par que lo erigía en una de las figuras más populares entre los ambientes obreros de la ciudad.
Fue precisamente en esos momentos cuando entabló relación con el grupo redactor del periódico El Poble Català, que en 1906 fundó el Centre Nacionalista Republicà (CNR), organización que en 1910 se integró en la Unió Federal Nacionalista Republicana (UFNR), una coalición formada por diversos partidos, clubes y grupos republicanos catalanistas y cuya junta municipal barcelonesa presidió Layret.
En 1914, sin embargo, tras haber intentado, junto al socialista Gabriel Alomar, introducir, sin éxito, en la UFNR un programa netamente obrerista y frustrado por los continuos fracasos electorales y por el pacto electoral establecido con los lerrouxistas —conocido como Pacto de San Sebastián—, abandonó para impulsar al año siguiente junto a Marcelino Domingo el Bloc Republicà Autonomista (BRA), agrupación política que pretendía aglutinar a la izquierda republicana y catalanista alrededor de un programa basado en un reformismo social capaz de captar el voto de los sectores populares. En 1917, consumado el fracaso electoral del BRA, participó en la constitución del Partit Republicà Català (PRC), organización que pretendía cubrir el vacío electoral dejado por la extinta UFNR y cuyos postulados doctrinales combinaban el federalismo de tradición pimargalliana con el socialismo democrático.
En 1919, en plena escalada de la tensión social en Barcelona, propuso, junto a Lluís Companys, la adhesión provisional del PRC a la Internacional Comunista para intentar captar el apoyo electoral de la clase obrera y postularse como brazo político parlamentario de los sindicatos catalanes encuadrados en la Confederación Nacional del Trabajo (CNT); dicha medida, que nunca llegó a hacerse efectiva, provocó la salida del PRC de los militantes que estaban en desacuerdo con la línea obrerista que Layret pretendía conferir al partido. Esta circunstancia, unida al fracaso de la campaña a favor del establecimiento de un régimen de autonomía para Cataluña de 1918-1919, llevaron a Layret a intentar sin éxito establecer junto a los socialistas Rafael Campalans y Manuel Serra i Moret una amplia plataforma política socialista que luchara por una solución definitiva a la “cuestión catalana”.
En las elecciones legislativas de junio de 1919, tras muchas reservas y escrúpulos, se presentó en la candidatura republicana liderada por los lerrouxistas y resultó elegido diputado a Cortes por Sabadell (Barcelona).
Sus intervenciones en el Congreso se caracterizaron durante estos meses por las continuas críticas a la postura intransigente de los grupos patronales —a los cuales responsabilizó directamente de la escalada de la tensión social que se vivía en Cataluña— y por la defensa de los derechos de sindicación y de asociación de los trabajadores —vulnerados por las medidas represivas de las autoridades—.
Su compromiso con los obreros se manifestó igualmente desde su condición de abogado, pues desde la constitución de la CNT se había venido encargando gratuitamente de los casos más difíciles planteados en la central sindical. Fue así como entabló amistad con los principales dirigentes obreros catalanes y, en especial, con Salvador Seguí.
En junio de 1920, ante la grave situación social y política que se vivía en Cataluña, intentó, sin éxito, gestionar ante el gobierno la revisión de las causas de los múltiples presos gubernativos existentes en el Principado.
Su regreso a Barcelona coincidió con una nueva oleada represiva contra el movimiento obrero dirigida por el gobernador civil Martínez Anido, quien ordenó la clausura de los locales de los sindicatos de la CNT y la detención de sus dirigentes, así como también la de diversos políticos republicanos y socialistas. En estas circunstancias, cuando Francesc Layret se disponía a impedir la deportación de su amigo y compañero Lluís Companys al castillo de la Mola de Mahón, fue abatido a tiros en la puerta de su casa por un grupo de pistoleros de los Sindicatos Libres.
Obras de ~: La Sociedad primitiva, Barcelona, Imprenta Elzeviriana de Borrás y Mestres, 1905; con J. Pinilla i Fornell y Luís Duràn i Ventosa, Reforma de la administración local: informe, Barcelona, Imprenta de Henrich, 1907.
Bibl.: A. Samblancat, “Francisco Layret”, en Siluetas: Revista Política, Literaria y de Actualidad (Madrid), n.º 8 (1923); F. Madrid, Las últimas veinticuatro horas de Francisco Layret, Buenos Aires, Patronato Hispano-Argentino de Cultura, 1942; R. Arnabat, Notes sobre Francesc Layret i el seu temps, Villafranca del Panadés, Ajuntament, Servei de Cultura, 1986; M. A. Capmany y X. Romeo, Preguntes i respostes sobre la vida i la mort de Francesc Layret, advocat dels obrers de Catalunya, Barcelona, Diputació, Institut del Teatre, 1992; J. Ferrer, Francesc Layret: 1880-1920, Catarroja y Barcelona, Afers, 1999.
Gerard Pedret Otero