Bertrán y Musitu, José. Montpellier (Francia), 2.II.1875 – Barcelona, 11.III.1957. Abogado y político.
Miembro de una de las grandes familias de la sociedad catalana, su padre era Felipe Bertrán y de Amat, importante jurisconsulto e historiador, casado el 4 de diciembre de 1868 con la aragonesa Elisa Musitu y García-Navarro.
En junio de 1898, José Bertrán representó a la Liga de Defensa Industrial y Comercial en una reunión de entidades económicas de Cataluña que elevaron su protesta contra la decisión del Gobierno Sagasta de imponer un recargo a las exportaciones de productos industriales manufacturados, una medida que afectaba de lleno a los intereses de un amplio sector de la burguesía catalana. A partir de este momento, Bertrán y Musitu evolucionó hacia posiciones críticas con la clase política dinástica. En 1899, formó parte de la Unión Regionalista, creada por el núcleo principal de los antiguos partidarios del general Polavieja en Cataluña. Se mostró reticente al giro cada vez más catalanista de la Unión Regionalista, que catalanizó su nombre en 1900, pero en el momento de la fundación de la Lliga Regionalista (1901) ingresó en sus filas junto al grueso de los próceres de la Unión.
Entretanto, se había casado en 1900 con María Cristina Güell y López, hija de Isabel López del Piélago y Brú y de Eusebio Güell y Bacigalupe, I conde de Güell. De esta unión nacieron cuatro hijos: Felipe, que casó con Joaquina de Caralt Más; Isabel, que contrajo matrimonio con Juan Ignacio Luca de Tena, cuando éste era viudo; José, que murió en la guerra; y María, que murió aproximadamente a los siete años de edad.
Bertrán y Musitu representó los sectores más conservadores y menos nacionalistas de la Lliga. En las diversas crisis internas que sacudieron al joven partido catalanista, siempre se posicionó contra los grupos liberales y de origen republicano que convivieron en la Lliga en sus primeros años. En febrero de 1902, con ocasión de una huelga general declarada en Barcelona, defendió la represión gubernamental.
Con motivo de la coronación de Alfonso XIII, Bertrán destacó entre los dirigentes regionalistas como uno de los más proclives a mantener una actitud positiva hacia el nuevo monarca.
Fue elegido diputado provincial de Barcelona por el distrito de Vilanova i la Geltrú-Sant Feliu de Llobregat (1903-1905) y, en 1905, fue elegido diputado al Congreso por el distrito de Vilanova i la Geltrú, siendo reelegido en 1907 dentro del movimiento de la Solidaritat Catalana, del que la Lliga formaba parte.
Conservó el acta hasta 1923.
Al producirse la visita de Alfonso XIII a Barcelona en 1904, Bertrán y Musitu apoyó a Cambó y a los que propugnaron recibir positivamente al monarca español, contra el criterio expresado por la dirección de la Lliga de abstenerse de todo acto de apoyo. La actitud de Cambó y de los moderados del partido acabaría con la escisión del sector liberal y republicano de la Lliga. Bertrán se convirtió desde entonces en uno de los más estrechos colaboradores de Cambó.
Cuando, en 1921, Cambó fue nombrado ministro de Finanzas en un Gobierno de concentración, Bertrán fue designado subsecretario. En 1922, al formarse el Gobierno conservador presidido por Sánchez Guerra y proponer éste un ministerio a la Lliga, Bertrán se hizo cargo de la cartera de Gracia y Justicia por un breve período (del 8 de marzo al 1 de abril de 1922). La colaboración de la Lliga con este Gobierno provocó una grave crisis en la formación regionalista y aceleró la escisión de un sector nacionalista radical del partido, que formó Acció Catalana. Durante la dictadura de Primo de Rivera, permaneció al margen de la actividad política.
Al estallar la Guerra Civil, marchó a Francia y desde allí tuvo un papel esencial en la organización, junto a Cambó y el ministro de Economía y Hacienda durante el directorio civil primorriverista, Francisco de Asís Moreno y Zuleta de Reales, conde de los Andes, de un servicio de espionaje que se denominó Servicio de Información del Nordeste de España (SIFNE), con sede en San Juan de Luz, luego en Biarritz y finalmente en Irún, y que en 1938, fue absorbido por el coronel Ungría, que logró la unificación en el Servicio de Información de Policía Militar (SIPM) de todos los servicios de información que actuaban cada uno por su cuenta en favor del levantamiento. Con la victoria de las tropas de Franco, volvió a Barcelona y ocupó diversos cargos en el mundo económico.
Obras de ~: El derecho especial del valle de Arán, Barcelona, Tipografía de José Espasa, 1902; La suspensión de pagos del Banco de Barcelona, Barcelona, Imprenta Oliva de Vilanova, s. f.; Experiencias de los Servicios de Información del Nordeste de España (SIFNE) durante la guerra, Madrid, Espasa Calpe, 1940.
Bibl.: F. Bertran i Güell, Preparación y desarrollo del Alzamiento Nacional, Valladolid, Editorial Santaren, 1939; D. Pastor Petit, Espías españoles, Barcelona, Argos-Vergara, 1979, págs. 104-118; B. de Riquer, L’últim Cambó (1936-1947): la dreta catalanista davant la guerra civil i el primer franquisme, Vic, Eumo Editorial, 1996.
Josep Martí Vallverdú