Morales Díaz, Ricardo. La Unión (Murcia), 7.IV.1874 – Cartagena (Murcia), 30.XI.1948. Militar, general de Infantería.
Hijo de Alfonso Morales Díaz, natural de Villanueva de los Infantes, y de Florentina Díaz Bernal, natural de Cartagena. Su infancia transcurrió entre Cartagena, donde estudió en el Colegio de los Cuatro Santos, y Murcia, donde estudió interno en el Instituto de 2ª Enseñanza de Murcia.
En agosto de 1892 ingresó en la Academia General Militar, ubicada por aquel entonces en el Alcázar de Toledo. Con su disolución en 1893, pasó a incorporarse a la Academia de Infantería, donde continuó sus estudios hasta marzo de 1895, en que ascendió al empleo de 2º teniente de Infantería. Ese mismo año pasó destinado al Regimiento de Infantería Sevilla nº33. A finales de noviembre llegó a Manila a bordo del vapor Isla de Luzón.
Tras un breve paso por el Regimiento de Línea Provisional nº1 en Cavite, con el que se desplegó a bordo del transporte de guerra Cebú para realizar operaciones en Mindanao, se incorporó allí al Regimiento de Línea de Mindanao nº71. Poco después pasó destinado al Batallón de Cazadores Expedicionarios nº15, donde permaneció hasta marzo de 1898. Con este batallón se incorporó a las fuerzas dirigidas por el general Lachambre, con las que participó en múltiples acciones de combate en la zona de Pérez Dasmariñas, Santo Domingo, Presa del Molino o Bacoor.
El 2 de marzo se encontró en la toma de Cavite Viejo y poco después en la defensa de Noveleta, donde se distinguió y fue recompensado con una de las cuatro cruces del mérito militar con distintivo rojo que obtuvo en Filipinas. En abril de 1897 ascendió a 1er teniente y el 13 de octubre participó en el combate de Dolores y Tayabas. Tras participar en múltiples operaciones contra los insurrectos, los días 7 y 8 de enero se distinguió en la toma del Barrio de Viao, en Capiz, por cuya actuación se le concedió el ascenso a capitán por méritos de guerra, tras el que tomaba el mando de la compañía de voluntarios de Zambales, asignado al Batallón de Cazadores Expedicionarios nº1.
Poco después, tras hacerse cargo de la compañía de voluntarios de Pangasinan, se incorporaba a la fuerza mandada por el comandante Benedicto, con la que combatió sin descanso desde el 2 de junio, siendo sitiados Montes de San Antonio, en Zambales y rompiendo el cerco. El 25 de junio, tras fracasar en su propósito de unirse a las fuerzas españolas, capitulaban. Desde entonces, pasó a ser prisionero de los tagalos, sufriendo múltiples penurias. Finalmente, después de diecisiete meses y once días, el 6 de diciembre de 1899, conseguía fugarse en compañía de otros cinco militares españoles, presentándose el día 10 de diciembre a las autoridades norteamericanas en Manila. El día 18 embarcó a bordo del vapor León XIII, con el que llegó a Barcelona en enero de 1900. Por su cautiverio, a su regreso le sería concedida la medalla de sufrimientos por la patria.
A partir de ahí, pasó destinado al Regimiento de Infantería España nº46 hasta el año 1919, ascendiendo a comandante en 1911 y a teniente coronel en 1918. En ese tiempo se casó con Emilia Martínez Bruna, con quien tuvo seis hijos, entre los que se encontró Ángel Morales Martínez, doctor ingeniero naval que sería presidente de la Empresa Nacional Bazán, de Construcciones Navales Militares. Entre 1919 y 1922 estuvo asignado al Regimiento de Infantería Cartagena nº70. Tras pasar por Valencia, destinado en la Demarcación de Reserva y Caja de Recluta nº37 y el Regimiento de Reserva de Infantería de Valencia nº24, en 1925 ascendió a coronel. En este empleo, entre ese año y 1933, mandó el Regimiento de Infantería Ferrol nº65 y el Regimiento de Infantería nº29, que se formó por la unión del anterior y del Batallón de Montaña Mérida nº3.
En 1933 ascendió a general de brigada y fue nombrado comandante militar de Ferrol. En julio de 1936, tras un breve periodo de indecisión, se sumó a la rebelión contra el gobierno republicano. Al poco tiempo, a comienzos del mes de agosto la Junta de Burgos decretó su cese y pase a la situación de disponible en la plaza de Logroño y, a partir de 1937, a la situación de reserva, en la que fue trasladado a Jerez, donde terminó la guerra. Entre otras condecoraciones, se le concedió la medalla militar colectiva.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar de Segovia, Scc. 1, leg. M-4170, Caja 3898, exp. 30960, Expediente personal del general de Infantería Ricardo Morales Díaz.
L. Moreno Jerez, Los prisioneros españoles en poder de los tagalos, Manila, Estab. Tip.-Lit. del Diario de Manila, 1900, pág. 157; M. González Gutiérrez, El gobierno militar de Ferrol y sus gobernadores 1734-1996, Ferrol, Autoridad Portuaria de Ferrol - Fundación Caixa Galicia, 2010.
Juan Escrigas Rodríguez