Acha Caamaño, Ramón. San Juan (Puerto Rico), 24.IV.1861 – Madrid, 21.X.1950. Militar destacado por su actuación en la guerra hispanonorteamericana, así como sus insignes proyectos sobre el artillado moderno y del servicio telemétrico.
Nacido en San Juan el 24 de abril de 1861, ingresa en la Academia de Artillería de Segovia en 1878; presta juramento de fidelidad a la bandera el 12 de octubre del citado año. En 1880 es promocionado al empleo de alférez. Antes de terminar su permanencia en la Academia le fue concedida la Cruz Blanca de 1.ª clase del Mérito Militar, con motivo del natalicio de Su Alteza Real la Infanta María de las Mercedes. En julio de 1882 asciende a teniente por promoción; su primer y breve destino como teniente será el Sexto Regimiento a Pie, continuando en Cartagena hasta finalizar el año. La atracción de las tierras americanas despertaba en él una profunda satisfacción. Así llegó a Puerto Rico en 1883, donde pasó a formar parte, como capitán, del Batallón de Artillería fijo. Desde 1883 hasta 1891 sirvió tanto en el Batallón de Artillería como en la Academia Militar de Puerto Rico como profesor.
En julio de 1891 embarca de nuevo hacia la Península, donde permanecerá dos años. Allí muestra una actitud competente en las labores desempeñadas, ya fuera en el Distrito de Castilla la Nueva, en la Fábrica de Pólvora de Murcia o en el Parque de Artillería de Madrid.
En 1893 regresa a Puerto Rico, permaneciendo allí desde 1891 a 1898; tuvo una participación destacada en los sucesos bélicos que iban a protagonizar las últimas posesiones españolas de Ultramar. Las pretensiones norteamericanas sobre Cuba componían una simbiosis de intereses económicos e ideológicos (idea del destino manifiesto) que se precipitan a partir de la voladura del Maine y la inmediata declaración de guerra a España; el final del “Imperio Español”, subrayado en el 98 como acontecimiento internacional marca el contexto de las Relaciones Internacionales del momento y la crisis que sufre España. Así el 12 de julio de 1898 Ramón Acha tomó parte en el combate sostenido contra la escuadra de los Estados Unidos de América; en junio siguiente fue comisionado para el salvamento de la carga del vapor Antonio López. Ambas actuaciones serán compensadas: su actuación frente a la escuadra norteamericana, con la obtención de la Cruz de 1.ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo y la Cruz del Mérito Naval por los servicios prestados en el salvamento del vapor Antonio López. La guerra hispano-norteamericana duraría hasta el mes de agosto. España reconocería la pérdida de Cuba y Puerto Rico; el futuro de Filipinas, cuya capitulación vendría poco después, confirmaba la triste situación española, ejecutada tras la firma del Tratado de París, en diciembre de 1898.
En octubre de 1898 el capitán Acha Caamaño volvió a España junto a las últimas tropas que abandonaron la isla. Pasó primero a Cádiz y posteriormente a Canarias, donde fue agregado del Parque de Artillería de Santa Cruz de Tenerife, hasta mayo de 1899. Se iniciaba en España el movimiento regeneracionista que pretendía dar autenticidad al régimen de la Restauración desde le el ejercicio del poder, ya fuera en su versión conservadora o liberal; toda una respuesta que explicaba las ansias de cambio modernizador ante la conciencia de crisis. Sin olvidar que el regeneracionismo fue un movimiento más amplio, desarrollando otras fuerzas políticas de carácter regionalista o republicano. En este clima en el que se liquidaba una época y se buscaba la esperanza de nuevos caminos, se produce la mayoría de edad de Alfonso XIII.
En noviembre de 1902 Acha asciende a comandante por antigüedad. En noviembre de 1903 hasta 1905 lo comisionaron a la Escuela Central de Tiro del Ejército en Cádiz. Entre febrero y julio de 1904 viajó a Puerto Rico y Washington. A Puerto Rico llegó como jefe de la comisión repatriadora del material de guerra que se quedó en la isla tras la guerra con Estados Unidos. Con el inicio del nuevo siglo se iría afianzando en el país ese dualismo entre la España oficial y la España vital. Un siglo xx que en la historia de España viene marcado por una serie de coyunturas históricas clave en el propio reinado de Alfonso XIII: 1909, 1918, 1923, 1930 y 1931.
Acha pasaría una larga etapa, entre 1905 y 1917, destinado en el Taller de Precisión, Laboratorio y Centro Electrónico de Artillería, siéndole encomendados diferentes comisiones que le llevan a viajar por distintas partes de España y Europa; en las citadas comisiones destaca la de su asistencia al curso de instrucción de costa, celebrado en Mahón, como la desempeñada en Bélgica con el objeto de reconocer, probar y recibir distintos tipos de armamento y munición. En 1906 se le concede la Cruz de 2.ª clase del Mérito Militar con distintivo blanco y pasador del Profesorado. En 1908 recibe su ascenso a teniente coronel de artillería. Le seguirán otra serie de distinciones a lo largo de su permanencia en el citado Taller de Precisión: Cruz de la clase correspondiente del Mérito Militar con distintivo blanco, Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo y Cruz de la clase correspondiente del Mérito Militar con distintivo blanco y pasador de Industria Militar.
En septiembre de 1917 asciende a coronel, siéndole asignado el mando del 3.º Regimiento Montado de Artillería, puesto que ocupó hasta noviembre de ese año, que pasó a dirigir el taller de Precisión, Laboratorio y Centro Electrónico de Artillería. En 1921 asciende a general de brigada por antigüedad y recibe el mando de la Brigada de Artillería de la 1.ª División.
Recibirá en 1922 la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, seguido en 1924 por la condecoración de Gran Oficial de la Corona de Italia. En abril de 1925 pasaba a la reserva por edad, siéndole concedida la Gran Cruz Blanca del Mérito Militar.
Estando en la reserva es nombrado presidente de la sección de defensa de la Producción Nacional del Consejo de Economía Nacional. Este cargo lo ocupó hasta el 18 de septiembre de 1930. Tras la instauración en España de la 2.ª República en 1931, Ramón Acha prometía fidelidad y obediencia al nuevo régimen.
Aunque el advenimiento de la República se produjese a consecuencia de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, hay una evolución de hechos y coyunturas históricas que dan singularidad única al primer tercio del siglo xx en España, y Ramón Acha es testigo de este proceso histórico. Así se asiste desde 1909 al desmoronamiento de las bases políticas de la Restauración; desequilibrio económico-social provocado por la Primera Guerra Mundial y la agudización de lucha de clases; la cuestión marroquí e inquietud de los cuadros militares. Todo ello acabará desembocando en la dictadura de Primo de Rivera (1923-1929), seguida de los Gobiernos Berenguer y Aznar, con la idea de preparar el tránsito a la normalidad constitucional. Tras la búsqueda de héroes míticos después de la sublevación de Jaca en 1930, en abril de 1931 comenzaba una euforia, aunque efímera de la 2.ª República española. La reforma del Ejército llevada por Azaña, aunque necesaria, tuvo como contrapartida que una parte de su sector más valioso se sintió herido por ella. Una vez finalizada la Guerra Civil española Ramón Acha permanecerá retirado, falleciendo en el hospital Gómez Ulla de Madrid el 21 de octubre de 1950.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Expedientes personales, 1.ª, 239.ª.
J. Pabón, Cambó, Barcelona, Editorial Alpha, 1952; El 98, acontecimiento internacional, Madrid, E. D., 1952; C. Seco Serrano, Alfonso XIII y la crisis de la Restauración, Madrid, Rialp, 1979.
Javier Ramiro de la Mata