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José Victoriano González Pérez

Biografía

González Pérez, José Victoriano. Juan Gris. Madrid, 23.III.1887 – Boulougne-sur-Seine, París (Francia), 11.V.1927. Pintor.

Nació en el n.º 4 de la calle del Carmen de Madrid, en el seno de una familia acomodada. La madre, Isabel Pérez Brasategui, procedía de Málaga. El padre, Gregorio González y Rodríguez, de Valladolid. Era el número trece de catorce hermanos, de los que sólo cuatro llegaron a la edad adulta. La familia, que vivía del comercio, se mudó de domicilio en varias ocasiones para adaptarse a una situación progresivamente menos acomodada. En 1902, José Victoriano ingresó en la Escuela de Artes e Industrias de Madrid (luego llamada Escuela Industrial). Allí estudió Matemáticas, Física, Ingeniería y Metodología Científica. Ese mismo año comenzó su colaboración gráfica con la prensa periódica, una actividad que supuso su principal fuente de ingresos durante muchos años. Sus primeros dibujos publicados aparecieron en las revistas Blanco y Negro y Madrid Cómico.

En 1904 dejó la Escuela de Artes e Industrias y estudió Pintura en el taller de Moreno Carbonero, al tiempo que visitaba frecuentemente el Museo del Prado. Hizo entonces amistad con otros pintores jóvenes residentes en Madrid: Daniel Vázquez Díaz, Gorges Kars y Willy Geiger —colaborador de la revista modernista alemana Judgend—. También es posible que entablase amistad con Eulogio Varela, caricaturista modernista de la revista Blanco y Negro. En 1906 realizó las ilustraciones, de estilo modernista, del libro del poeta peruano José Santos Chocano titulado Alma América. Poemas Indoespañoles. Una de ellas aparece firmada por primera vez con el que fue su seudónimo a partir de entonces: J. Gris. La revista Blanco y Negro publicó La conquista del pan, apuntes para una comedia modernista, una novela de Francisco Flores, con tres ilustraciones de Juan Gris.

A finales de septiembre llegó a París, donde le esperaba su amigo Daniel Vázquez Díaz en la Gare d’Orsay. Vázquez Díaz había animado a Gris a emigrar a la capital francesa. Después de pasar un tiempo en el hotel Calincourt, donde también vivía Vázquez Díaz, Gris se instaló en el n.º 13, rue Ravignan (edificio conocido en la historia del arte con el sobrenombre de “Bateau Lavoir”). En este edificio también vivió Picasso hasta el otoño de 1909. Allí conoció a poetas y críticos cercanos a este pintor, como Guillaume Apollinaire, André Salmon y Max Jacob. Algo más tarde, en 1907 conoció al crítico Maurice Raynal, a quien le unió, a partir de entonces, una gran amistad, y al pintor Georges Braque, que comenzaba a frecuentar el estudio de Picasso. Daniel Vázquez Díaz pintó entonces el Retrato de Juan Gris, hoy en paradero desconocido. En 1908 Gris conoció al marchante de origen alemán Daniel-Henri Kahnweiler, que acudía a visitar a Picasso y a contemplar en su estudio el lienzo Les Demoiselles d’Avignon y otras obras relacionadas. Se iniciaba así una relación que tendría gran trascendencia en la trayectoria artística y personal de Juan Gris.

Durante estos primeros años en París, Juan Gris siguió publicando ilustraciones en revistas, como las catalanas Papitu, La Campana de Gràcia o L’Esquella de la Torratxa, a las que pronto siguieron otras francesas, como L’Assiette au Beurre, Le Charivari, Le Rire y Le Cri de París, así como el periódico Le Temoin.

El 9 de abril de 1909 nació Georges González Gris, hijo de Juan Gris y de la joven francesa Lucie Belin, con quien Gris convivió unos años.

En 1910, aunque continuó haciendo caricaturas para publicaciones francesas y catalanas, comenzó también a pintar. Realizó entonces su óleo más antiguo conservado, Sifón y botellas. Conoció a Pierre Reverdy, que dos años más tarde, en 1912, se instaló también en el Bateau Lavoir, justamente enfrente del estudio de Gris. Hacia 1911, el estilo de la obra de Gris se fue decantando hacia la geometrización cubista.

Sus primeros retratos, de Maurice Raynal y de Juan Legua, así lo ponen de manifiesto.

El año 1912 tuvo gran importancia en la trayectoria artística y vital de Juan Gris. En primer lugar, vendió algunos cuadros al galerista Clovis Sagot, quien organizó la primera exposición del pintor en enero de 1912. Este mismo año pintó el retrato titulado Hommage à Picasso, calificado por Apollinaire de “cubismo integral” (L’Intransigeant, 25 de marzo de 1912), e introdujo por primera vez el collage en sus obras. Asimismo, expuso en en Salon des Indépendents y en la Section d’Or de París, lo que significaba su plena incorporación pública a las vanguardias parisinas. Ya en calidad de vanguardista de incipiente prestigio, participó también en la exposición cubista de las Galerías Dalmau de Barcelona con cinco pinturas y tres dibujos. Esta muestra, que se celebró entre el 20 de abril y el 10 de mayo en el que era el espacio más abierto a la modernidad en la España de su tiempo, supuso para Gris la primera oportunidad de exponer en su país. Del mismo modo, el artículo publicado en La Publicitat de Barcelona, probablemente escrito por Junoy, fue la primera crítica dedicada enteramente a Gris. Quizá como consecuencia de todo esto, o quizá como culminación lógica de un proceso de acercamiento que había comenzado en 1907, Gris firmó un contrato con el marchante Daniel-Henri Kahnweiler, lo que le proporcionaba una primera estabilidad económica.

Por último, Josette, que será la compañera estable de Gris hasta la muerte de éste, se estableció con él en la rue Ravignan.

Entre agosto y noviembre de 1913, Gris y Josette residieron en Céret, un pequeño pueblo del Rosellón francés, donde también estaban el escultor catalán Manolo Hugué, Pablo Picasso y otros artistas. Este mismo año el poeta y crítico de arte Guillaume Apollinaire publicó Méditations Esthéthiques. Les peintres Cubistes, un libro llamado a convertirse en primera referencia sobre el movimiento artístico cubista. En él, dedicó un apartado a Juan Gris, en el que le calificaba como “el hombre que ha meditado sobre todo lo moderno, [...] el artista pintor que no quiere concebir más que estructuras nuevas, que no querría dibujar ni pintar otra cosa que formas materialmente puras”. El marchante Léonce Rosenberg y la escritora y coleccionista americana Gertrude Stein, que fue una de las grandes defensoras de la obra de Gris, adquirieron por primera vez cuadros suyos.

En los primeros meses de 1914 Gris hizo casi exclusivamente collages. Para pasar el verano, Gris y Josette se trasladaron a Collioure, un pueblo costero cercano a la frontera con España. Allí se encontraron con los pintores Pierre Matisse y Albert Marquet, con quienes compartieron mucho tiempo de trabajo y conversaciones.

El estallido de la Primera Guerra Mundial rompió el ambiente eufórico de las vanguardias parisinas, lo que afectó también a Juan Gris. Los cubistas se dispersaron, siendo muchos de ellos llamados a filas, mientras otros, como Picasso, por ser extranjeros, permanecieron en una situación incómoda en el interior de Francia. Por su parte, el marchante Kahnweiler, por su origen alemán, debió permanecer fuera de Francia, mientras sus propiedades eran confiscadas.

Desde Berna, donde se había refugiado, Kahnweiler sólo pudo mantener durante unos meses el apoyo económico a Gris.

A pesar de su situación precaria, en enero de 1915 rehusó la propuesta de compra de cuadros de Léonce Rosenberg, por fidelidad a su contrato con Kahnweiler.

Sin embargo, unos meses más tarde y una vez asumida la nueva situación europea, este contrato quedó roto de común acuerdo. Por su parte, Gertrude Stein, enterada de los apuros económicos de Gris, le envió dinero regularmente durante unos meses. De regreso a París, Gris ilustró Poèmes en prose, de Pierre Reverdy, publicado por Paul Virault, y se reunió a menudo con el pintor cubista Jean Metzinger. Realizó su primer cuadro con el tema de “ventana abierta”: Naturaleza muerta y paisaje Place Ravignan, influido por la obra de Matisse. Este tema, que contraponía metafóricamente la visión interior y la visión exterior, fue abordado con frecuencia en toda su obra posterior. El pintor italiano Amadeo Modigliani, también residente en París, pintó su Retrato de Juan Gris.

Léonce Rosenberg encargó en 1916 a Gris y Reverdy la realización de un libro. En verano del mismo año, Gris y Josette se instalaron en Beaulieu, cerca de Loches, en la región de Turena. Gris realizó entonces Mujer con mandolina (copia de Corot) y Retrato de Josette.

En ellos mostraba tanto su interés por las fuentes históricas de la pintura moderna como su sentido estructural de la imagen.

En noviembre regresaron a París. Allí colaboró en la organización de un homenaje al poeta Guillaume Apollinaire, que había sido herido en la trinchera. En enero de 1917, volvió a mostrar su solidaridad con los artistas franceses que habían sido movilizados por la guerra, acudiendo a un banquete celebrado en París para celebrar la recuperación del pintor Georges Braque de sus heridas. Gris reanudó su amistad con este artista, que comenzó entonces a pintar de nuevo, así como con el escultor lituano Jacques Lipschitz. Posiblemente esta relación con Lipschitz le animara a introducirse en el campo de la escultura, realizando entonces su primera pieza tridimensional: una escultura policromada titulada Arlequin. Después de una larga insistencia, el marchante Léonce Rosenberg firmó finalmente un contrato con Gris para tres años, comprando toda su obra de 1915 en adelante.

Entre abril y noviembre de 1918, Gris y Josette se establecieron en Beaulieu, donde recibieron las visitas de los artistas Jean Metzinguer, Jacques Lipschitz, María Blanchard y del poeta chileno Vicente Huidobro.

El 11 de noviembre se declaró el armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial. Dos días antes había fallecido Guillaume Apollinaire. En diciembre, el n.º 3 de la revista Dada, publicada por el grupo del mismo nombre fundado en Zúrich por Tristan Tzara, reprodujo tres dibujos de Gris. El movimiento Dada era una propuesta muy radical, de rechazo de todas las formas de la cultura occidental, por lo que, de este modo, y a pesar de su proverbial moderación estética y vital, Gris quedaba alineado con lo más atrevido de la vanguardia de su tiempo. Paradójicamente, al año siguiente, en abril de 1919, la revista Valori Plastici, asociada tradicionalmente con el retorno al orden que sufrió el arte occidental coincidiendo con la crisis moral que supuso la guerra mundial, publicó también unas declaraciones de Gris en un volumen dedicado al cubismo. La obra de Gris era, pues, reivindicada también desde posiciones que proponían un retorno al clasicismo desde una relectura moderna del arte del pasado. Esta confluencia de posiciones opuestas en la obra y la figura de Gris se explica porque, siendo el más puro cubista, era también el más clásico.

Recuperado el pulso de la vida cultural parisina tras la guerra, en abril de 1919 Gris realizó su primera exposición retrospectiva, con una cincuentena de obras posteriores a 1915, en la Galerie de l’Effort Moderne que había abierto Léonce Rosenberg. Con este motivo, se organizó una lectura de poemas de Jean Cocteau, con una introducción de Maurice Raynal y música de Jean Auric. Ilustró La Guitare endormie de Reverdy, y comenzó su serie de Arlequines. Daniel- Henri Kahnweiler reanudó sus relaciones con Gris desde Suiza.

En 1920 expuso en la que constituiría la última sección cubista del Salon des Indépendents, y en la Section d’Or de París. Firmó un nuevo contrato con Kahnweiler, que abría ahora la Galerie Simon en la rue Astorg de París, y llegó a un acuerdo con Rosenberg, por el cual cada uno de los marchantes recibiría cuadros de determinadas medidas.

Este mismo año comenzaron a aparecer los primeros síntomas de la enfermedad que ensombrecería sus últimos años de vida. Inicialmente fue diagnosticado de pleuresía, y comenzó así una etapa en la que los períodos de salud y de enfermedad se alternaban, lo que no le impedía desarrollar su actividad artística.

Después de pasar el verano en Beaulieu, regresó en octubre a París, donde Kahnweiler le mostró su nueva galería.

Su frágil estado de salud desaconsejaba el invierno en París, por lo que de nuevo Josette y Juan Gris viajaron en otoño, estableciéndose esta vez en Bandol-sur- Mer. Gris dedicó esos meses a trabajar en unas litografías de encargo, para ilustrar el libro Ne coupez pas, Mademoiselle, ou les erreurs de P.T.T., de Max Jacob, que se publicó un año más tarde. Maurice Raynal editó Juan Gris.

Comenzó el año 1921 con un grave contratiempo: la noticia de que las obras que habían sido antiguamente propiedad de Kahnweiler, confiscadas durante la guerra, iban a ser subastadas.

En febrero de 1921 apareció un texto de Raynal sobre Gris en la revista Esprit Nouveau, y en marzo se celebró una exposición de Gris en la galería de Rosenberg, Galerie de l’Effort Moderne. Mientras tanto, el poeta chileno Vicente Huidobro, que había colaborado en la creación de un ambiente vanguardista en el ámbito literario madrileño, le pidió una litografía —un retrato del autor— para el libro que preparaba: Tremblement du ciel. Otra muestra de su contacto y participación activa en el ambiente vanguardista parisino fue su intervención en una polémica sobre el concepto de “purismo”. Este concepto había sido expuesto por Ozenfant y Jeanneret en la revista L’Esprit Nouveau, y en contestación a aquel artículo, Gris escribió al primero sobre su método de trabajo, siempre de lo general a lo particular, de la geometría al objeto: “Al parecer, rechazas la idea que yo he expresado en alguna ocasión [...] recuerda que mientras que un griego tomaba una mujer ateniense concreta y extraía de ella un ideal, y en consecuencia un tipo genérico de feminidad, la Iglesia en cambio tomó la idea abstracta de Dios y la convirtió en un Jesús amable, con su barba, su bigote, su cruz y su corona de espinas.

Sí, soy terriblemente cristiano a este respecto, porque éste es exactamente mi propio procedimiento” (Letters, CXXIV).

En abril de 1921 Gris fue invitado por Diaghilev a colaborar con los prestigiosos Ballets Russes, para los que también trabajaron otros reputados artistas modernos europeos, incluyendo a pintores como Picasso o músicos como Satie, Stravinsky o Manuel de Falla.

Diaghilev propuso a Gris concretamente la realización de la decoración para la suite Cuadro Flamenco, un conjunto de danzas y canciones andaluzas con música de Manuel de Falla. Gris dudó en aceptar el encargo por la negativa incidencia que pudiese tener en su trabajo regular, pero finalmente, aunque ligeramente fuera de plazo, accedió por consideraciones prácticas. Cuando llegó a Montecarlo para comunicar personalmente su decisión a Diaghilev y ultimar los detalles, el encargo había sido ya asignado a Picasso.

A pesar de todo, Diaghilev consiguió que Gris permaneciera unos días en Montecarlo y retratase a las principales bailarinas del grupo. Conoció entonces al pintor ruso Mihlail Larionov, y visitó a Matisse, así como a Gertrude Stein y su compañera Alice Toklas.

En junio se celebró la primera subasta de los fondos requisados durante la guerra a Kahnweiler en el hotel Druot de París. La cotización de las obras de Gris, comparativamente baja en relación con otros pintores relacionados con el cubismo, supuso un duro golpe moral para el pintor. A esta crisis se sumó otra de tipo personal: Gris y Josette se separaron temporalmente, pues el pintor planeaba contraer matrimonio con Marcelle, una rica muchacha de la que, al parecer, se había enamorado. En octubre, a pesar de todo, y de nuevo ante la advertencia médica de la inconveniencia del invierno en París, partió hacia Céret, acompañado de nuevo por Josette, instalándose en el hotel Garretta. Como en ocasiones anteriores, en Céret encontraban a menudo al escultor catalán Manolo Hugué, cuyo carácter expansivo congeniaba poco con el retraimiento de Gris. No encontró esta vez, sin embargo, el ambiente intelectual y artístico de estancias anteriores, por lo que se concentró aún más en su solitario trabajo de pintor.

Ese mismo año, el coleccionista americano Joseph Brummer donó un cuadro pintado por Juan Gris en 1916, titulado Frutero y botella, al Smith College de Northampton. Éste fue el primer cuadro de Juan Gris que formaba parte de la colección de un museo americano.

En la primavera de 1922, Gris y Josette regresaron a París. Decidieron entonces abandonar su antigua casa-estudio del n.º 13 de la rue Ravignan (Bateau Lavoir), para instalarse en Boulogne-sur-Seine, cerca de Kahnweiler. Dejaron entonces, por primera vez, el barrio de Montmartre, con sus bohemias condiciones de vida, para instalarse en las afueras de la capital. Este traslado tenía como objetivo una mayor comodidad, dado el estado físico de Gris. Pero significaba también un mayor aislamiento de los ambientes artísticos, aunque no de Kahnweiler, que vivía en la misma calle. A pesar de todo, en Boulogne-sur-Mer Gris y Josette recibían a menudo a Maurice Raynal, Masson, Salacrou, Antonin Artaud, Max Jacob, Michel Leiris, Robert Desnos, así como al músico Erik Satie o al fundador del movimiento Dada, Tristan Tzara.

En octubre de 1922 fue hospitalizado para una operación, y en noviembre Diaghilev le encargó los trajes y decorados para Les Tentations de la bergère ou l’amour vanqueur (Las Tentaciones de la Pastora o el amor victorioso) una obra del siglo xviii con música de Monteclair. Man Ray fotografió a Juan Gris, por indicación de Gertrude Stein, que había enviado también a la periodista Kate Buss a entrevistarse con el pintor con el objetivo de que publicase algo sobre él en la prensa de Boston.

Mientras tanto, Gris continuaba la serie de Pierrots y Arlequines.

En marzo-abril de 1923, Gris realizó una exposición en la Galerie Simon de París. En junio, Diaghilev encargó a Gris la dirección escénica de la Fête Maravilleuse en el Salón de los Espejos de Versalles, y más tarde le encargó también los decorados para la ópera La Colombe, de Gounod. Para realizarlos debía pasar una temporada junto a la compañía de Diaghilev.

Aunque pudo visitar en Niza a Matisse y a Stein, detestaba el ambiente de la Costa Azul, pues dificultaba su trabajo en el campo de la pintura. También para Diaghilev, propuso unos decorados para la obra L’Education Manquée que había sido inicialmente encargados a Picasso, y que éste había rechazado. La revista alemana Der Querschnitt, de Frankfurt am Main, dirigida por A. Fletcheim, publicó en su número de verano un artículo de Gris titulado “Notas sobre mi pintura”, en el que el artista explicaba de nuevo su “método deductivo”.

En enero de 1924, Josette y Gris, cuya salud se ha resentido, regresaron a Boulogne-sur-Seine. Realizó ilustraciones para Le Casseur d’Assiettes, de Salacrou.

El día 15 de mayo, Gris pronunció en la Universidad de La Sorbona la conferencia “Sobre las posibilidades de la pintura”, invitado por el doctor Allendy, director de la Sociedad de Estudios Filosóficos y Científicos.

Esta conferencia, que condensaba las principales ideas de Juan Gris tanto sobre su obra, como sobre el cubismo y sobre el concepto mismo de pintura, tuvo una gran difusión posterior. En mayo realizó su última colaboración con Diaghilev: los decorados para la fiesta de la Cruz Roja en los grandes almacenes Le Printemps de París. Pasó unos días de agosto en Nemours, junto con Michel Leiris, Masson y Tual. En otoño The Little Review (otoño de 1924-invierno de 1925) publicó un texto de Stein sobre Gris, con reproducciones de sus obras.

En enero de 1925 se publicó en el Bulletin de la Vie Artistique la “Réponse à une enquete ‘chez les cubistes’”.

En abril se celebró una exposición de Gris en la Galería Flechtheim de Düsseldorf. Puesto que la salud de Gris empeoró, viajaron a Le Havre, donde pasaron unos días con los Salacrou. Este año tuvieron lugar las primeras adquisiciones de obras de Gris por los prestigiosos coleccionistas Alphonse Kahn y G. F. Rever. Estas ventas tuvieron una gran significación para Gris. También entonces, un cuadro de Gris —propiedad de Gertrude Stein— figuraba en el pabellón proyectado por Le Corbusier para la Exposition des Arts Décoratifs, de la que el movimiento art décò tomó su nombre. En diciembre, Gris y Josette fueron a descansar a Toulon. Allí recibieron las visitas del escritor Ford Madox Ford, la escritora americana Gertrude Stein, así como los Simon y los Raynal.

Gris realizó entonces las ilustraciones para A book concluding with As a Wife as a Cow-A Love Story, de Gertrude Stein, que salió a la luz ese mismo año. Se publicó también el libro Mouchoir de nuages, de Tristan Tzara, cuyas ilustraciones eran ocho aguafuertes de Gris, uno de ellos en la portada.

En 1926, Juan Gris proyectaba nacionalizarse francés.

Trabajó en litografías para el libro Denise de Raymond Radiguet, y en abril regresó a Boulogne-sur- Seine. Su pintura, según él mismo decía, comenzaba tener un aire “pompeyano”. En julio, su hijo Georges, que vivía en Madrid con los hermanos de su padre desde hacía años, llegó a Boulogne-sur-Seine, y decidió quedarse. Mientras tanto, se agravaba el estado de salud de Gris. Sufría ataques de asma y se le diagnosticó una anemia. Durante el verano, sufrió las consecuencias de un pie lastimado, y la fiebre diaria le obligaba a permanecer en cama. Se hablaba de un posible tifus, de una dolencia pulmonar, y se le aconsejó pasar el invierno en la montaña. Sin embargo, en noviembre Georges, Josette y Gris se instalaron en Hyères.

Los continuos ataques de asma impidieron a Gris trabajar.

Los médicos que le visitaban decidieron tratarle de enfisema.

En enero de 1927, y después de pasar unos días en Puget-Theniers, en los Alpes Marítimos, Josette, Georges y Juan Gris volvieron precipitadamente a Boulogne-sur-Seine. Pero la salud de Gris no mejoraba.

Entre febrero y mayo Gris consiguió volver a trabajar temporalmente, pero varias crisis de uremia lo recluían intermitentemente en la cama. El día 11 de mayo, en Boulogne-sur-Seine, en las afueras de París, Juan Gris murió a los cuarenta años de edad.

 

Obras de ~: Sifón y botellas, 1910; Hommage à Picasso, 1912; Violín y guitarra, 1913; La guitarre sur la table, 1913; Verres, journal et bouteille de vin, 1913; El sifón, 1913; Naturaleza muerta y paisaje Place Ravignan, 1915; Le jardin, 1916; Frutero y botella, 1916; Mujer con mandolina (copia de Corot), 1916; Retrato de Josette, 1916; La guitarre, 1918; Naturaleza muerta delante del armario, 1920; Ventana abierta, 1921; Le paquet de tabac, 1923; Le grappe de raisins, 1925; La cantante, 1926; Guitarre et compotier, 1926-1927.

Escritos: [artículo sin titular sobre la estética cubista, en italiano], en Valori Plastici (Roma) (febrero-marzo de 1919), pág. 2; “Notes sur ma peinture”, en Der Querschnitt (Frankfurt), n.os 1-2 (verano de 1923), págs. 77-78; “Réponse à l’enquete ‘chez les cubistes’”, en Bulletin de la Vie Artistique (Paris), n.º 6 (enero de 1925), págs. 15-17; [artículo sin titular], en M. Raynal, Anthologie de la peinture en France de 1906 à nos jours, París, Montaigne, 1927; D. Cooper (ed.), Letters of Juan Gris: 1913-1927, Londres, 1956; De las posibilidades de la pintura y otros escritos, introd. de D. H. Kahnweiler, trad. de J. E. Cirlot, Barcelona, Gustavo Gili, 1971 (col. “Letras de Arte”); C. Derouet (ed.), Juan Gris. Cartas. Dibujos 1915- 1921, Valencia, Instituto Valenciano de Arte Moderno, Centre Julio González, y Paris, Musée d’Art Moderne Centre Georges Pompidou, 1990-1991.

 

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Vida y Pintura, Madrid, Dirección General de Bellas Artes, 1971); W. George, Juan Gris. Peintres nouveaux, Paris, Gallimard, 1931; [número dedicado a Juan Gris y Leger], en Cahiers d’Art, 8, n.os 5-6 (1933); J. Torres-García, “Juan Gris y el cubismo”, en Universalismo Constructivo, Buenos Aires, Poseidon, 1944; D.-H. Kahnweiler, Juan Gris. Sa vie, son oeuvre, ses écrits, Paris, 1946 (versión española: Juan Gris. Vida, obra y escritos, Barcelona, Sirmio-Quaderns Crema, 1995); D. Cooper, Gris ou le goût du solennel, Genève, Skira, 1949; L. Venturi, “Piero della Francesca-Seurat-Gris”, en Diogenes, 2 (primavera de 1953), págs. 19-23; G. Schmidt, Juan Gris und die Geschichte des Kubismus, Baden-Baden y Stuttgart, Woldemar Klein, 1957; J. T. Soby, Juan Gris, New York, The Museum of Modern Art, 1958; F. Elgar, Gris. Natures mortes, Paris, Hazan, 1961; G. de Torre, “Juan Gris y Robert Delaunay. Reminiscencias personales”, en Revista de Ideas Estéticas (Madrid), n.º 84 (octubre-noviembre-diciembre de 1963), págs. 3-24; R. Santos Torroella, Juan Gris, Barcelona, Taber, 1969; J. A. Gaya-Nuño, Juan Gris, Barcelona, Polígrafa, 1971; J. Leymarie, Juan Gris, Paris, Réunion des Musées Nationaux, 1974; D. Vázquez Díaz, “Juan Gris o la creciente vocación”, en Mis artículos en ABC, Madrid, 1974; D. Cooper, Juan Gris. Catalogue Raisonné de l’oeuvre peinte établi avec la collaboration de Margaret Potter, Paris, Berggruen, 1977, 2 vols.; M. Rosenthal, Juan Gris, Berkeley, University Art Museum, University of California, y Nueva York, Abbeville Press, 1983; J. M. Bonet y C. d’Ors Fürher, Juan Gris. Los Genios de la Pintura Española, Madrid, Sarpe, 1984; G. Tinterow (dir.), Juan Gris (1887-1927), Madrid, Ministerio de Cultura y Banco de Bilbao, 1985 (con textos de Marilyn McCully, Pierre Daix, Lewis Kachur, Kenneth Silver, Mark Rosenthal, Julián Gállego, René da Costa, Christopher Green, Francisco Calvo Serraller, Juan Larrea, Gerardo Diego, Paul Eluard, Elise Goldstein, Rosario Maseda y Anne P. Norton); L. Ishi Kawa, Aproximación a Gris. Ocho marcos para once cuadros, Madrid, Fundación Arte y Tecnología para Telefónica de España, 1990; V. Bozal, “Juan Gris”, en Pintura y escultura españolas del siglo xx (1900-1939), en J. Pijoán (dir.), Summa artis: historia general del Arte, vol. XXXVI, Madrid, Espasa Calpe, 1992, págs. 288-302; C. Green, Juan Gris, London, Whitechapel Art Gallery-Yale University Press, 1992; VV. AA., Juan Gris en las colecciones del MNCARS, Madrid, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2003; R. Bachollet, Juan Gris dibujante de prensa de Madrid a Montmartre, Madrid, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2003.

 

María Dolores Jiménez-Blanco

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