Grabador y dibujante madrileño, discípulo de Francisco Esteve Botey, concurrió en varias ocasiones a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y obtuvo premio en algunas de ellas: En la Sierra de Gredos (fue adquirida por el Estado), De la Roma romántica ochocentista, La Carozzelle dell’Arco di Constantino, Venecia, Santa María de la Salute (todas en la Calcografía Nacional). Algunas de estas obras fueron enviadas desde Roma, en donde estuvo pensionado por el Gobierno entre 1949 y 1953. A su regreso, el Ministerio de Educación Nacional le nombra jefe de taller de la Calcografía Nacional (en sustitución por jubilación de Adolfo Rupérez). En 1957 obtuvo la cátedra de Grabado Calcográfico de la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando (la que antes había ocupado su suegro Esteve Botey), institución que dirigió a partir de 1963. Otras obras suyas en la Calcografía Nacional son Zalacaín el aventurero (c. 1958) y Estudio de procedimientos (c. 1958). [...]