Caro, Antonio. El viejo. ?, c. 1627 – Orce (Granada), 28.I.1678. Escultor barroco y maestro retablista.
Su lugar y fecha de nacimiento, así como los datos correspondientes a su filiación, siguen siendo a día de hoy desconocidos, pero según varias líneas de investigación, podría fijarse su alumbramiento hacia el año 1627 en las localidades de Orihuela, Elche o Elda. En este sentido, está documentado que Antonio Caro el Viejo tuvo por lo menos un hermano, Mateo Caro, al que se le tiene, según la partida de matrimonio de su hijo Manuel Caro, por natural de la localidad albaceteña de Chinchilla de Montearagón, de ahí que una nueva línea de investigación, sin datos concretos por el momento, pudiera situarlo, al igual que su hermano, como natural de dicha localidad.
Antonio Caro contrajo matrimonio en dos ocasiones; la primera, con Mariana Bernabéu, natural de Jijona, con la que tendría a su hijo Antonio Caro Bernabéu, apodado el Joven para diferenciarse así de su padre, hijo que además continuaría con el oficio y trayectoria artística de su progenitor, pasando con el tiempo a encabezar una fecunda saga de artistas y llegando incluso a colaborar con el escultor Nicolás Salzillo Gallina, ya que el escultor capuano aparecería ligado a una serie de acontecimientos en la vida de la familia Caro, que, junto a su actividad, llenaron los últimos años del siglo XVII y los inicios del siglo XVIII en Murcia, entre los que además destacaron Andrés Martínez, Mateo Sánchez o Gabriel Pérez de la Mena.
Junto a su segunda mujer, María Martínez Gandía, natural de Novelda, hija de Pedro Martínez y Gerónima Gandía, Antonio Caro el Viejo contrajo matrimonio en la iglesia de San Pedro de la mencionada localidad a principios del mes de enero del año 1660. Con ella además tendría a sus hijos Ignacio, Jerónima, Florentina, José, Antonio y Félix, siendo este último el hijo póstumo del artista que nacería en 1678, muerto ya su padre. Todos los hijos de este segundo matrimonio, menores de edad, quedaron bajo la custodia de su madre que además ejerció como supervisora de sus bienes y así protegerlos ante las reivindicaciones hechas por su hermano paterno, Antonio Caro el Joven.
En el último cuarto del siglo XVII, la ciudad de Orihuela se caracterizó por una mejora en la economía y por un cese de las epidemias, factores que hicieron resurgir una potente escuela local de tallistas, escultores y retablistas encabezada por las familias Caro, Laureano Villanueva, Bartolomé Perales o Jusepe Rufete, gran y desconocido escultor oriolano del barroco que en el año 1690 fue el realizador del retablo de la capilla del Hallazgo, situado en el santuario de Nuestra Señora de Monserrate, patrona de la ciudad de Orihuela, además de haber contraído matrimonio el 26 de julio de 1681 con la propia María Martínez tras quedar viuda de Antonio Caro el Viejo en el año 1678.
La actividad artística de Antonio Caro está documenta desde mediados del siglo XVII por diferentes puntos de la zona levantina como Elche, Murcia, Lorca, Orihuela o Totana. Es considerado uno de los introductores de la columna salomónica en el levante español, un elemento que aparecerá posteriormente en retablos y obras de orfebrería que alcanzó su cota máxima de espectacularidad en las portadas de las iglesias barrocas, cuyo ejemplo más característico se encuentra en la portada mayor de la basílica de Santa María (Elche), obra de Nicolás de Bussy, escultor que ya habría mantenido relación profesional con Antonio Caro en la supervisión del retablo mayor de la misma iglesia en la que este se encontraba trabajando junto al también escultor Tomás Sanchís, el más importante de los escultores que por aquellos años había en la ciudad de Valencia.
La introducción en la zona levantina de la columna salomónica es una de las huellas más característica del barroco desde su aparición en el baldaquino de San Pedro del Vaticano (1632) de la mano del escultor napolitano Gian Lorenzo Bernini. Aquella columna se caracterizaba por estar decorada con hojas de parra y pámpanos como elementos de referencia en la eucaristía, unidas a otros elementos decorativos vegetales que constituyeron un elemento fundamental a la hora de trazar las líneas maestras en los retablos.
En 1671, y tras la celebración del cabildo en el municipio de Totana (Murcia), Antonio Caro presentó las trazas para el retablo de la capilla mayor de la iglesia de Santiago el Mayor en dicha localidad, trabajando además en los retablos de las capillas del Rosario y de Santa Lucía de la misma iglesia, al igual que en la capilla del Carmen. Tras la ejecución de estos retablos, Caro se trasladó nuevamente a la ciudad de Elche donde permanecería trabajando hasta 1673 en el retablo de Santa María, retablo que se había desplomado en 1672 debido a unas fuertes lluvias torrenciales, aunque seguiría colaborando como supervisor de las maderas para las obras de reedificación de la Casa de la Encomienda en Totana.
Fue a principios del año 1676 cuando Antonio Caro se personó en Orce (Granada), localidad a la que había sido llamado por los diputados de la iglesia parroquial de Santa María, para hacer el retablo de la capilla Mayor, lo que prueba que su fama como escultor se había extendido de forma considerable. Meses más tarde, en octubre de 1676, Caro concertó directamente con D. Andrés de Mora Ferrer, representante del concejo de Totana, la ejecución de un retablo en la capilla que éste poseía en la iglesia parroquial de la misma localidad.
Con su taller y residencia en Orce, la siguiente noticia de Antonio Caro se localiza el 1 de octubre de 1677 en Lorca, donde fue requerido para trabajar en el retablo de la capilla Mayor de la ermita de San Roque y San Sebastián. En ese mismo año colaboró junto a su sobrino Manuel Caro en la realización de los cuatro escudos en piedra, dos con los atributos reales y los otros dos con los de la ciudad, que deberían adornar la fachada de la Cárcel Real que se estaba levantando en aquellos momentos, siendo el primer y único trabajo en piedra documentado de Antonio Caro, que no llegaría a ver realizado, ya que fallecería a principios del año 1678, teniendo que hacerse cargo de la terminación de los trabajos su sobrino, al igual que en la conclusión de los retablos inacabados en Orce y Lorca, según la voluntad testamentaria del propio Antonio Caro.
Días antes de su fallecimiento el 28 de enero de 1678 en la localidad granadina de Orce, Antonio Caro redactaba su testamento ante el escribano local Antonio de Espinosa.
Su prolífica e itinerante actividad como escultor y maestro retablista del barroco fue especialmente importante en la zona levantina y en localidades como Totana, Lorca, Orce y en las diócesis de Orihuela y Murcia durante la década de los años setenta del siglo XVII.
Antonio Caro es sin duda un artista reconocido que ejerció su profesión por casi todo el suroeste español alcanzando un notable prestigio que se extendería con rapidez por todo el levante, siendo además el iniciador de una importante escuela familiar encabezada posteriormente por sus hijos Antonio Caro Bernabéu y José Caro Martínez, que desarrollaron su trabajo en Orihuela y Murcia, siendo su hijo Ignacio Caro Martínez el que trabajaría en Cartagena y su sobrino Manuel Caro cuya actividad se centró fundamentalmente en Lorca.
Obras de ~: con T. Sanchís, Retablo de la capilla mayor de Santa María, Elche, 1668 (tras el desplome en 1672 vuelve a trabajar en el mismo retablo en 1673); Retablo mayor de la iglesia conventual de San José, (atrib., con J. Villanueva), Elche, 1670; Retablo de la capilla Mayor de Santiago, Totana (Murcia), 1671; Retablo perteneciente a la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, Iglesia de Santiago, Totana, 1672; Retablo de la capilla de Santa Lucía, Iglesia de Santiago, Totana, 1672; Casa de la Encomienda, supervisión de la madera para las obras de reedificación, Totana, 1673; Retablo de la capilla Mayor de la iglesia de Santa María incluyendo sagrario, Orce (Granada), 1676 (prolongándose su ejecución hasta después de su muerte); Retablo en la capilla propiedad de D. Andrés de Mora Ferrer, en la iglesia parroquial de Santiago, Totana, 1676; Retablo para la capilla Mayor de la Ermita de San Roque y San Sebastián, Lorca (Murcia), 1677 (finalizado por su sobrino Manuel Caro); Escudos en piedra para la fachada de la Cárcel Real, Lorca, 1677 (en la actualidad situados en la Casa Consistorial); Retablo de la capilla Mayor de la iglesia del Convento de la Madre de Dios (atrib.), Murcia, s.f.; Dos retablos colaterales en la iglesia conventual de San José, dedicados a la Inmaculada Concepción en el lado del Evangelio y a San Andrés Hibernón (hoy San Vicente de Paúl) en el lado de la Epístola (atrib.), Elche, s.f.
Fuentes y bibl.: A. Ramos Folqués, Historia de Elche, Elche, 1970; A. Nieto Fernández, Orihuela en sus documentos (I), la Catedral. Parroquias de Santas Justa y Rufina y Santiago, Murcia, Publicaciones del Instituto Teológico de Murcia, 1984; P. Segado Bravo, “El escultor-retablista Antonio Caro “el Viejo” (ϯ1678)”, en Imafronte, 2 (1986), págs. 83-99; C. de la Pena Velasco y Mª del C. Sánchez-Rojas Fenoll, “Antonio Caro, Nicolás de Rueda y la retablística barroca en la iglesia de San Pedro de Murcia”, en Imafronte, 3, 4 y 5 (1987, 1988 y 1989), págs. 385-399; P. Segado Bravo, “Manuel Caro (ϯ1716) escultor y retablista”, en Imafronte, 6-7 (1990-1991), págs. 143-154; C. Belda Navarro et al., Los siglos del barroco, Madrid, Akal, 1997, págs. 209-213; I. Vidal Bernabé, Retablos alicantinos del barroco (1600-1780), Alicante, Universidad de Alicante, 1990; A. L. Galiano Pérez, Cofradías y otras asociaciones religiosas en Orihuela en la edad moderna, Orihuela, Colegio Oficial de ingenieros Técnicos Industriales de Alicante - Consejo de Colegios oficiales de Ingenieros Técnicos Industriales de la Comunidad Valenciana, 2005; M. Cecilia Espinosa, La Semana Santa de Orihuela: Arte, Historia y patrimonio cultural, Murcia, Universidad de Murcia, 2014.
José Antonio Rufete García
