García, Pedro Pascual. ?, f. s. XVII – Sabucedo de Limia (Orense), 2.VIII.1756. Religioso mercedario (OdeM), escultor.
Sorprende por su calidad como escultor un fraile mercedario, activo en la diócesis de Orense en la segunda mitad del siglo XVIII, del que, sin embargo, se tienen pocas noticias biográficas y poco reconocimiento en la historiografía del arte. Se ignora el lugar de su nacimiento y su nombre de pila, ya que el de Pedro Pascual será el tomado al profesar en la Orden mercedaria, en la que, aunque algún documento equivocadamente le llama “Padre”, sería lego. En las visitas al convento de Verín del año 1741 entre los miembros de la comunidad figura “Fr. Pedro Pascual, lego” y en la de 1754 “Fr. Pedro Pascual García, lego”. Al menos en la última etapa y más importante de su vida, vivió en el convento de esta Orden de Verín (Orense) y será en el entorno geográfico de esta villa donde trabajará con mayor frecuencia. Debió formar allí un pequeño taller de escultura, pues se conoce el nombre de otros frailes también realizando obras de escultura, o colaborando con él, como un tal hermano Rosendo. No se sabe dónde pudo formarse y dónde trabajó antes de ir a Verín, ya que aquí llegó ya maduro en edad y como escultor. Es probable que haya dejado obra en conventos de la propia Orden.
Es un escultor intensamente barroco, que utiliza en los retablos la columna salomónica y los estípites. Su estilo tiene indudable personalidad que permite reconocer su obra con facilidad: atrevido en la traza de sus retablos, figuras de fuertes anatomías, rostros luminosos, escorzos efectistas y ropajes voluminosos. Objetiva calidad en la talla, que llega al virtuosismo en muchos casos y decorativamente cercano a los gustos refinados del rococó. Falleció cuando estaba realizando el retablo de la iglesia de Sabucedo de Limia, en la que recibió sepultura. El elenco de sus obras, todas ellas de carácter religioso, hasta el presente son las realizadas durante su estancia en Verín, en la geografía inmediata. En el propio convento es obra suya el retablo mayor de la iglesia dedicado a la Virgen de la Merced y a los santos de la Orden. En 1744 se documenta la obra realizada para la parroquia de Gondulfes: las imágenes de la Purísima Concepción, Santa Elena, San José y San Roque. Se le podría también atribuir el retablo del Santo Cristo. En Flariz, se documenta realizando varias esculturas, entre ellas un Ecce Homo y una Flagelación y por razones de estilo es razonable atribuirle el retablo mayor. Magnífico es el retablo mayor de Vilamaior da Xironda. Sus relieves e imágenes guardan tantos parecidos estéticos con los de Sabucedo de Limia o Castro Laza, obras documentadas, que justifican atribuírselo en una cronología cercana a 1750. El retablo que llena toda la cabecera y se remata en un amplio cascarón cuyos gajos sirven para organizar la lección iconográfica intensamente eucarística, que tiene como eje la calle central con la representación de la Transfiguración, titular del templo, y el Sagrario con la representación del Buen Pastor y las virtudes teologales, y el Pelícano, para dar mucho protagonismo a dos excelentes relieves de la Última Cena y del Lavatorio de los pies que se complementan con otras cuatro escenas de la pasión, los evangelistas, san Pedro y san Pablo. En Castro de Laza se le documenta entre 1750 y 1755 realizando el retablo mayor dedicado a San Pedro. Y en Sabucedo de Limia ajustó la obra del retablo mayor dedicado a la Transfiguración en 1753, teniéndolo prácticamente acabado en el momento de su muerte, acaecida en aquella parroquia. Otra obra documenta es el san Paio de la iglesia de Abades pagado en 1748 y atribuible con seguridad al retablo mayor de la iglesia de Santa María de Leirado.
Bibl.: M. Alonso Aguado, “Fray Pedro Pascual García, escultor (†1756). Aproximación a su obra”, en Porta da Aira (Orense), n.º 4, (1991), págs. 211-230.
Miguel Ángel González García