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Antonio Alonso Pimentel de Quiñones y Herrera

Biografía

Pimentel de Quiñones y Herrera, Antonio Alonso. Conde (IX) y duque de Benavente (VI). ?, c. 1570-1573 – Madrid, 1.IX.1633. Militar y mayordomo mayor de la Reina.

Primogénito del VIII conde de Benavente, Juan Alfonso Pimentel, y de su primera mujer, Catalina Vigil de Quiñones, hija única y heredera del V conde de Luna, Luis Vigil de Quiñones, y de su primera mujer, María Cortés, hija del conquistador de México Hernán Cortés, I marqués del Valle de Oaxaca, Antonio Alonso Pimentel fue, por sucesión materna, VII conde de Luna y XII merino mayor de León y Asturias.

Contrajo primeras nupcias en 1594 con María Ponce de León (1572-1618), hija de Rodrigo Ponce de León, III duque de Arcos, y de Teresa de Zúñiga, hija del IV duque de Béjar. Junto a ella se trasladó a Valencia (1598-1602) y a Nápoles (1603-1610) durante los años en que su padre, Juan Alfonso Pimentel, ocupó el cargo de virrey en sendos territorios.

En 1621 heredó, tras la muerte de su progenitor, los títulos de IX conde y VI duque de Benavente y de Mayorga, señor de la casa de Herrera, de las villas de Pedraza, Cigales, Villalón, Puebla de Sanabria, etc., así como el cargo de mayordomo mayor de la reina Isabel de Borbón. Dicho nombramiento le obligó a fijar su residencia en Madrid, adquiriendo para ello un palacio cercano al Real Alcázar, edificio en el que Alonso disponía de varias estancias que anteriormente habían sido utilizadas por su padre.

El importante puesto cortesano que ocupaba le permitió entrar en contacto con ilustres visitantes de la Corte madrileña, como el príncipe de Gales (1623) o el cardenal Francesco Barberini (1626), y responsabilizarse de la celebración de comedias palatinas, encargadas, entre otros, a Lope de Vega. Pero a pesar de su posición, el IX conde-duque vivió una situación delicada en la Corte debido a su condición de titular de una de las más antiguas familias nobiliarias castellanas, y, por lo tanto, contrarias al partido del conde-duque de Olivares. Muestra de este enfrentamiento con el valido fueron las representaciones privadas de obras de Tirso de Molina promovidas por Antonio, en las que se satirizaba al conde-duque de Olivares y su programa político.

El 20 de octubre de 1622 contrajo segundas nupcias con una de las damas de la Reina, Leonor Pimentel Enríquez, hija del III marqués de Távara y de Juana de Toledo Colonna, actuando como padrinos de la ceremonia los infantes Carlos y María y asistiendo el rey Felipe IV, que se trasladó desde El Escorial para la ocasión.

En enero de 1624 inició un largo pleito contra su hermano por el condado de Luna, que finalmente ganó. Y en 1628, en recompensa por los muchos servicios prestados a la Corona, Felipe IV le nombró capitán general de hombres de armas de la caballería en España.

Amante de las artes, Antonio Alonso Pimentel se definía a sí mismo como amiccisimo di pitture”, y en los Diálogos de la Pintura (1633) Vicente Carducho lo incluyó en la nómina de “señores que favorecen la pintura”, ensalzando la riqueza de su colección de reliquias y su pinacoteca, compuesta por obras “de las que el inclito su padre truxo de Italia, y parte de las que su excelencia avía juntado”.

El IX conde de Benavente no desperdició las oportunidades que le brindaba el importante puesto que ocupó en la Corte para ampliar su colección de obras de arte, algunas de las cuales Carlos I de Inglaterra trató de adquirir en 1629. Se tiene constancia de que aprovechó la estancia en España de Girolamo Colonna para tratar de conseguir una obra de Correggio, autor del que no figuraban pinturas originales en su colección. Asimismo, es posible que el dibujo con el autorretrato de Rubens y un lienzo de la Ascensión, obra del flamenco, que figuraban en los inventarios de la colección de Antonio Alonso, hubieran sido un encargo o un regalo de dicho pintor al Pimentel durante su segunda estancia en la Corte española (1628-1629).

Hombre de gran religiosidad, según la documentación fue, incluso, protagonista de un suceso milagroso cuando, tras acoger en su residencia a un “pobre llagado” y acostarle en su cama, al día siguiente “halló en ella un Sagrado Crucifijo”, que pasó a engrosar la colección de reliquias de la familia.

Falleció en Madrid el 1 de septiembre de 1633 debido, según algunos documentos, a “berse desfavorezido del rey cuando la lealtad, y amor, con que sirbió y el querer escusar algunos lanzes, de que dio cuenta al conde de Olibares, fue causa de mandarle retirar a su casa sin hazerle merzed, ni hauersele pagado los gajes que quedaron deuiendo del tiempo que sirbió, p[ar]ª satisfazer sus empeños que fueron muchos”, siendo enterrado en el panteón familiar ubicado en el Monasterio de San Francisco de Benavente.

Respecto a su descendencia, tuvo nueve hijos fruto de su primer matrimonio con María Ponce de León.

Mientras que los varones ocuparon distintos cargos de carácter cortesano y militar, algunas de sus hijas tomaron los hábitos, como Magdalena Pimentel, quien ingresó en 1619 en el madrileño Convento de la Encarnación.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Palacio, Exps. personales, caja 114/33; Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, prot. 2.689, fols. 1.038-1051 (testamento); Archivo Histórico Nacional, Sección Nobleza, Osuna, leg. 427-8/66 (inventario de la biblioteca).

D. de Ascargorta, Orijen de los exmos sres condes duques de Benavte. y su apellido Pimentel dedicado al exmo sr dn Antonio Alfonso Pimentel y Herrera Ponze de Leon conde duque de Benavente, sr de la Casa de Herrera. Jentilhombre de el rey nro sr, s. f. [Biblioteca Nacional de España, mss. 11.569, fols. 162v.-163 (biografía)]; M. Herrero, “La biblioteca del conde de Benavente”, en Bibliografía Hispánica, n.º 2, 1942, págs. 18-33; V. Carducho, Diálogos de la pintura. Su defensa, origen, esencia, definición, modos y diferencias (1633), ed. F. Calvo Serraller, Madrid, Ediciones Turner, 1979, pág. 419; I. Berdum de Espinosa, Derechos de los condes de Benavente a la Grandeza de primera clase (1753), Madrid, E y P libros antiguos, 1997, fols. 19r.- v. y 104v.-105; J. Ledo del Pozo, Historia de la nobilísima villa de Benavente, con la antigüedad de su ducado, principio de su condado, sucesión y hazañas heroicas de sus condes (1853), Salamanca, Centro de Estudios Benaventanos Ledo del Pozo, 2000, págs. 296-297; M. Simal López, Los condes-duques de Benavente en el siglo xvii. Patronos y coleccionistas en su villa solariega, Benavente, Centro de Estudios Benaventanos Ledo del Pozo, 2002, págs. 55-58.

 

Mercedes Simal López

 

 

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