Ávila, Hernando de. Fernando de Ávila o Fernando Dávila. ?, p. m. s. XVI – Madrid, 20.III.1595. Escultor y pintor del Rey, iluminador, retratista y tasador de obras de arte.
Son pocos los datos biográficos que se conocen de este completo artista español que tan compleja actividad creadora, teórica, profesional y técnica desarrolló en la España del siglo XVI en centros muy importantes del país. Fue hijo y discípulo de pintor (Lorenzo de Ávila); padre y maestro de pintor (Alonso de Ávila); vivió y trabajó asociado y en buena armonía con su cuñado el artista Luis de Velasco, por lo que no es fácil asignar autoría neta de muchas obras realizadas en el taller de ambos. De la documentación existente relacionada con su actividad artística se pueden entresacar unas fechas seguras de su vida.
El 10 de febrero de 1565 el cabildo le nombra pintor de la catedral de Toledo con la obligación de velar por los fondos conservados en la sede primada, controlar las nuevas adquisiciones y realizar obras pictóricas propias. En 1576 diseñó el retablo mayor de la iglesia de Santo Domingo el antiguo de Toledo.
A partir de 1579 se le encuentra activo en la Corte y villas del entorno madrileño, reduciéndose su trabajo en Toledo. Nace su hija Ana María que es bautizada en la parroquia de San Sebastián, en cuya colación vivía. En el acta del bautismo figura casado con Catalina Rubio y fue padrino del sacramento el pintor de cámara Alonso Sánchez Coello. Ese año fallece Juan Fernández Navarrete, el Mudo, en 1580, el monje jerónimo Andrés de León, y en 1582, el pintor toledano Ambrosio de Salazar. La obra de El Escorial necesitaba artistas y, quizás, exista una relación directa entre las muertes de esos artistas y que Hernando de Ávila, que al comienzo de la década de los ochenta figura como “pintor de Su Majestad”, aparezca en la fábrica de San Lorenzo al comienzo de los ochenta.
A El Escorial llegó precedido de la fama que le había dado la realización de obras tan sobresalientes como las tablas del monasterio burgalés de Santa María de la Vid, en 1582, el retablo de la parroquia de Colmenar Viejo, y siendo avalado por el artista toledano Juan Bautista Monegro. En febrero de 1583 se compromete a trabajar como iluminador de los libros corales escurialenses, durante la mayor parte de esta década realiza una abundante serie de pinturas en los cantorales; importantes por el número, por las fiestas para las que pinta las obras y la calidad de las miniaturas hechas.
Escribió un tratado de la pintura, obra perdida, y encargado por el cabildo realizó las trazas para el retablo mayor de la catedral de Burgos, aunque luego no lo realizó, igual que tampoco esculpió las obras contratadas para los sepulcros de la familia Vargas- Cabrera en la madrileña capilla del Obispo, junto con L. de Carvajal y M. Martín.
Otra importante faceta de Hernando de Ávila es la de tasador de obras artísticas, lo que significa que tenía competencia técnica para saber analizar y valorar las obras en todas sus facetas, y aceptación en los círculos artísticos para ser elegido como juez. No estando conforme Andrés Ruiz, el párroco de Santo Tomé de Toledo, con la tasación hecha al lienzo del Entierro del Conde de Orgaz, se llamó a Hernando de Ávila para que, junto con Blas del Prado realizase una segunda tasación, siendo valorada en mil seiscientos ducados, cuatrocientos más que la primera.
En 1594 Felipe II le encargó el dorado y estofado de la galería de retratos de los monarcas de la Sala Real del Alcázar de Segovia que se acabada de remodelar, y cuya obra terminó posteriormente su hijo Alonso.
Fueron cincuenta y dos aguadas con las figuras y los escudos de los reyes y reinas de Asturias, León y España con breves biografías de Esteban Garibay, cuyo manuscrito original se conserva en el Museo del Prado.
El 20 de marzo de 1595 fueron inhumados sus restos en la parroquia de San Sebastián de Madrid, donde había dejado una manda para que le aplicasen doscientas misas por el eterno descanso de su alma.
Obras de ~: Tablas de San Juan Bautista y de la adoración de los Reyes para un retablo lateral de la capilla de la torre, catedral de Toledo; Jesús ante los Doctores y la Presentación de María para el retablo de la parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción, Colmenar Viejo (Madrid); Pinturas y dorado del retablo, ermita de Ntra. Sra. del Rosario, Colmenar Viejo; Tablas de San Cosme, San Damián, San Isidoro de Sevilla, San Pedro y San Pablo, Monasterio de Santa María de la Vid (Burgos); Miniaturas para los libros corales La Ascensión, la Resurrección, Adoración de los Reyes y Cristo en el sepulcro, la Circuncisión, Concepción de María, la Anunciación, Natividad de la Virgen, la Purificación, la Asunción, Ecce Homo, Todos los Santos, Presentación de María, Expectación de Ntra. Sra., Pentecostés, San Jerónimo, San Juan Bautista, San Lorenzo, Santiago, San Pedro y San Pablo, Biblioteca del monasterio de El Escorial; Retratos, letreros, e insignias reales de los Retes de Oviedo, León y Castilla, de la Sala Real de los Alcázares de Segovia. Ordenados por mandado del Católico Rey Don Phelippe II, nuestro Señor. Año 1594, Museo del Prado, D-6407 (ed. facs., Madrid, Edilán, 1985).
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Francisco Javier Campos y Fernández de Sevilla, OSA