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Baltasar del Águila

Biografía

Águila, Baltasar del. Montilla (Córdoba), p. m. s. XVI – Córdoba, c. 1599. Pintor.

Pintor poco conocido, activo en Córdoba durante la segunda mitad del siglo XVI. Su vida apenas se conoce, debido a la escasez de datos biográficos: se desconoce su lugar y fecha de nacimiento, pero es probable que naciera en Montilla (Córdoba), ya que las primeras referencias sobre Baltasar del Águila indican que fue vecino de este pueblo de la campiña cordobesa. Las primeras noticias de este pintor en Córdoba datan de 1558, año en el que arrienda unas casas a Juan Ruiz de Ayala en la colación de Santa María, por un año. Al año siguiente, el 30 de julio de 1559, otorga poder a su padre, Francisco Martínez, para que cobre en Montilla lo que se le debe por arrendamientos, censos y obligaciones. A partir de esta fecha, la documentación disponible alude a su vida y obra con bastante frecuencia, y a menudo aparecen relaciones con el pueblo cordobés de Montilla, lo que avala la teoría de Raya acerca de su procedencia.

Su primera obra documentada, aunque no conservada, es un retablo que hizo para el convento de Santa Clara de Montilla, con anterioridad a 1558, ya que, según ha documentado Moreno Hurtado, alude a esta obra cuando concierta el retablo de San Juan de Letrán, realizado entre 1558 y 1560 en la iglesia del antiguo convento de los dominicos de Cabra. A partir de entonces, Baltasar del Águila va a desarrollar una gran actividad artística. El día 3 de agosto de 1564 se compromete, junto con Pedro Fernández Guijalbo y Alonso de Gavira, pintores, y Diego de San Llorente y Antón de Valdelomar, guadamecileros (artesanos del cuero), a hacer 252 piezas doradas para cuatro paños de guadamecíes, de cuatro arcos triunfales cada paño, para Cristóbal Ordóñez de Zamora, alguacil mayor de Córdoba, por el precio de dos reales y medio cada pieza; piezas en las que Baltasar del Águila, Pedro Fernández Guijalbo y Alonso de Gavira tenían que “pintar santos en los huecos de los ocho arcos grandes, del tamaño de una persona, a razón de tres ducados cada uno”. Al día siguiente, Pedro Fernández Guijalbo, Alonso de Gavira y Baltasar del Águila, junto con Diego de San Llorente, pintan un frontal de altar en el que tenía que figurar una imagen de Nuestra Señora de la Caridad en el centro, abrazando a toda clase de gentes. Junto a estas obras de colaboración surgen una serie de contratos individuales, muestra de la fama y del prestigio que Baltasar del Águila adquiere progresivamente.

En febrero de 1563 se compromete a hacer un retablo para una capilla del convento de San Agustín: las pinturas de este retablo actualmente se han identificado con unas tablas conservadas en el Museo de Bellas Artes de Córdoba. Posteriormente, el 12 de noviembre de 1564, concierta con los señores Pedro Guajardo de Cabreros y Alonso de Cabreros la realización de un retablo para la capilla de Santa Elena en la iglesia mayor de Córdoba, por el precio de diecisiete mil maravedíes. Los contratos se suceden y no sólo trabaja en Córdoba: su fama se propaga por la provincia de tal manera que, en octubre de 1565, concierta con Juan Ruiz de Montero, vicario de Hinojosa, la construcción y pintura de un retablo para la capilla de la iglesia mayor de esta villa por el precio de setenta ducados. En 1570 realiza el retablo del hospital de San Sebastián en Córdoba, mientras trabaja en el retablo mayor de la iglesia del monasterio de Santa María de las Dueñas.

En 1573 se compromete a ejecutar las pinturas del retablo mayor de Bujalance, que finalmente no llega a realizar. Posteriormente, en 1577, Baltasar del Águila concierta pintar y dorar un retablo para el altar mayor de la iglesia de San Mateo de Lucena, en el plazo de un año y medio. Otros ejemplos de su actividad artística son las pinturas de la capilla de San Ildefonso en la parroquia de Fernán Núñez; un retablo para la iglesia parroquial de Montoro, concertado en 1581 y finalizado un año más tarde; las pinturas del retablo mayor de Santa Marta y el retablo de la capilla de Nuestra Señora de la Concepción en la catedral, ambos en Córdoba; los siete sagrarios para las siete iglesias de los términos de Fuenteovejuna, en 1583; el retablo mayor del monasterio cordobés de Nuestra Señora de las Nieves en 1584 y un retablo para la capilla que Alonso Pérez tenía en el monasterio de los Santos Mártires de Córdoba.

Debió de morir hacia 1599, pues, con posterioridad a esta fecha, no hay documentos acerca de él, y los que aluden a Baltasar del Águila a comienzos de 1600 se refieren a su esposa, que aparece como viuda. Su obra muestra un gran dominio del dibujo y una rica y variada paleta, en la que se encuentran influencias italianas aunque con anacronismos que, en ocasiones, le privan de valentía y originalidad.

 

Obras de ~: tablas de San Agustín, San Antonio Abad, San Francisco de Asís, Anunciación del Ángel a María y San Juan Bautista, procedentes del antiguo convento de San Agustín, Córdoba (hoy en el Museo de Bellas Artes), 1563 (atribs.); retablo de la capilla de santa Elena, hoy retablo mayor de Santa María de Trassierra (Córdoba), 1564; retablo de la capilla de Nuestra Señora de la Concepción, catedral de Córdoba, s. f.; retablo de San Juan de Letrán, iglesia de Santo Domingo de Cabra (Córdoba), s. f.; Inmaculada con Ángeles y Calvario con Santos Juanes, Museo de Bellas Artes, Córdoba, s. f.; Virgen con Ángeles, parroquia de San Miguel, Córdoba, s. f.

 

Bibl.: D. Angulo Íñiguez, Pintura del Renacimiento. Ars Hispaniae: historia universal del arte hispánico, XII, Madrid, Plus Ultra, 1954; J. de la Torre y del Cerro, Registro documental de pintores cordobeses, Córdoba, Diputación Provincial, 1988; M.ª Á. Raya Raya, Catálogo de las pinturas de la catedral de Córdoba, Córdoba, Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros, 1988; A. Urquiza Herrera, El renacimiento en la periferia. La recepción de los modos italianos en la experiencia pictórica del Quinientos cordobés, Córdoba, Universidad, Servicio de Publicaciones, 2001.

 

María Ángeles Raya Raya