Aguilar, Diego de. Segovia, p. s. XVI – Segovia, XII.1585. Pintor y alguacil eclesiástico.
Formado probablemente fuera de Segovia. Guarda estrecha relación estilística con algunos maestros toledanos, y muy en particular con su coetáneo Hernando de Ávila. Desplegó sin embargo su prolífica actividad profesional en el marco de la diócesis segoviana, contando con la ayuda de algunos pintores que trabajaron para él a destajo, como Pedro de Ybarguren (1573) y Manuel de Salazar (1575), de lo que se deriva la desigual calidad de muchas de las obras que se le atribuyen. En la base compositiva de sus creaciones están diversas estampas flamencas e italianas (C. Cort J. Sadeler, Raimondi), que tiende siempre a simplificar en sus detalles y en sus componentes figurativos.
El catálogo de su producción artística debe establecerse a partir de las dos únicas obras documentadas hasta ahora conocidas: las tablas de retablo mayor de Navares de Cuevas (1576-1580) y las que pertenecieron al de la parroquial de Cabezuela (1584).
El primer dato artístico de su actividad es la firma del contrato para la realización de las pinturas del retablo del Rosario de Castiltierra, de 1567, a lo que siguieron algunas obras menores en la catedral y en Matabuena. En 1572 se obligó con el escultor Gaspar de la Cruz a realizar un retablo de Nuestra Señora para la parroquial de Cobos de Segovia.
En 1576 hacía con el toledano Juan Manzano otro dedicado a san Ildefonso para la de Cozuelos de Fuentidueña, y en el mismo año se obligó a hacer el de san Pedro ad Vincoli para la iglesia segoviana de San Millán. Tres años después se le pagaba por el retablo de la ermita de San Sebastián de Gallegos.
Por entonces trabajaba en las pinturas del retablo mayor de Navares de Cuevas, dedicado a San Mamés. Entre 1581 a 1583 consta ocupado en diversas obras de policromía para las iglesias de la Trinidad y San Millán de Segovia, y para la de esta misma advocación en Sepúlveda, como luego en Arcones, Chañe y San Lorenzo de Segovia. Contrató también entonces la ejecución del tabernáculo de la parroquial de San Andrés de Cuéllar, junto con el entallador Juan de Arnao. En 1584 comenzaba a cobrar las pinturas del retablo mayor de Cabezuela, que sería uno de sus últimos trabajos. Hay constancia también por entonces de deudas por trabajos en las ermitas de San Miguel y San Juan de Cedillo de la Torre, y más adelante las relativas a un retablo de Valdevarnés Falleció probablemente por diciembre de 1585, figurando en los años sucesivos los pagos adeudados a nombre de su viuda, Brígida de Villlanueva, quien transfirió luego a Gabriel de Sosa las licencias para obras en Añe, Veganzones, Cuéllar, Mojados y Campo de San Pedro. En otro de los documentos otrorgados por ella consta que había sido alguacil eclesiástico, además de pintor.
Los dos grupos de apóstoles del retablo de Navares, de tipología muy definida, y las historias de San Mamés, integradas en el actual, reflejan un estilo sintético, de figuras llevadas a su sustancia geométrica y cierto gusto por el claroscuro, mientras que las cuatro tablas principales de Cabezuela, del ciclo de la Natividad, se inspiran en grabados de J. Sadeler sobre composiciones de Maerten de Vos y muestran cierto gusto por las telas de reflejos brillantes, figuras más delicadas y atmósferas oscuras.
Entre sus obras más notables hay que incluir las seis tablas del retablo mayor de Anaya, que en parte repite en las integradas en el retablo mayor barroco de Villar de Sobrepeñas, de una factura más sumaria. También son suyas las cinco tablas originales del retablo procedente de la iglesia de San Marcos que preside la capilla del palacio episcopal, cuyo San Juan Bautista deriva de una estampa de Orazio de Santis. De más elemental factura es una Piedad inspirada en Raimondi existente en el mismo palacio diocesano, y en estilo más ligero una tablita flamenquizante de la Crucifixión con diversas figuras conservada en la catedral. Igualmente deben atribuírsele cuatro tablas que fueron de los colaterales de la iglesia de San Miguel, otras reaprovechadas en el retablo de la ermita de Rodelga, en Mozoncillo, una Subida al calvario de Aldeanueva del Monte, una Sagrada Familia con San Juanito de 1584, en la ermita de N. S. del Carrascal en Villacastín, unas tablas de San Antón y santa Lucía de la parroquial de Arahuetes, una Imposición de la casulla a San Ildefonso de Torrecilla del Pinar, acaso procedente de Cozuelos de Fuentidueña, la única pintura conservada del baptisterio de la parroquia de San Millán, en Segovia, y una Misa de San Gregorio de Vegas de Matute. Asimismo hay que considerar de su taller las pinturas que adornan el retablo colateral del Santo Cristo en la iglesia de Fuentemizarra, concluido ya en 1585, y con ciertas reservas las del retablo de la nave de la epístola de Santa María de Maderuelo, el San Miguel de la ermita de Nuestra Señora del Otero en Balisa, cercanas ya al estilo de Gabriel de Sosa.
Pinturas más elaboradas, próximas a su estilo y en conexión probablemente con los escurialenses italianos, son algunas grisallas murales de la Pasión en el Humilladero de Otero de Herreros y una notable sarga de Cristo clavado en la cruz del monasterio de San Vicente el Real.
Obras de ~: Escenas de la vida de San Mamés y dos series de cuatro apóstoles, Navares de Cuevas (Segovia), retablo mayor, iglesia parroquial, 1576-1580; Tabla del antiguo retablo mayor, Cabezuela (Segovia), iglesia parroquial, 1584; Pinturas del retablo mayor, Anaya (Segovia), iglesia (atribución); Cinco pinturas del retablo de la capilla del Palacio Episcopal de Segovia (atribución); Piedad, Museo del Palacio Episcopal de Segovia (atribución); Crucifixión, Catedral de Segovia (atribución); tablas de los antiguos colaterales, San Miguel, Segovia (atribución); pintura mural de la Circuncisión de Jesús, San Millán, Segovia (atribución); San Antón y santa Lucía, iglesia parroquial de Arahuetes (Segovia), (atribución).
Bibl.: E Tormo, “Cartilla Excursionista IV. Segovia”, Boletín de la Sociedad española de Excursiones, (1919), pág. 202; J. de Vera, “ El retablo de la iglesia de Cobos”, Estudios Segovianos, IV (1952), pág. 222; F. Collar de Cáceres, Pintura en la antigua diócesis de Segovia, 1500-1631, vol. I, Segovia, Diputación Provincial, 1989, págs. 135-151; M. Villalpando y J. Vera, “Notas para un diccionario de artistas segovianos” Estudios Segovianos IV (1952), pág. 502; F. Collar de Cáceres, Las Edades del Hombre, El árbol de la Vida, catálogo de la Exposición, Segovia, 2003, págs. 133-134.
Fernando Collar de Cáceres
