Ventosa i Calvell, Joan. Barcelona, 7.III.1879 – Lausana (Suiza), 17.VIII.1959. Político y financiero, doctor en Derecho.
Su familia, originaria de Tarragona, estaba vinculada al mundo del mar. Su padre —al que perdió a la temprana edad de cuatro años— fue capitán de barco e intentó crear una compañía naviera, un proyecto que no llegó a fructificar. Interesado por el mundo del Derecho, Joan Ventosa obtuvo la licenciatura en la Universidad de Barcelona. Luego se trasladó a Madrid, en cuya Universidad Central se doctoró con una tesis sobre Las nuevas tendencias del Derecho Civil y la organización de la propiedad.
Muy pronto se sintió atraído por el movimiento catalanista y se adhirió con entusiasmo a la Lliga Regionalista en el momento de su fundación, en 1901.
Cuando el sector más liberal de la Lliga abandonó el partido en 1904 en protesta por la acogida que dieron algunos de sus dirigentes al rey Alfonso XIII con motivo de su visita a Barcelona, Ventosa siguió a los escindidos. Fue el primer director del semanario El Poble Català, órgano de este grupo de nacionalistas de izquierda. Pero estuvo con ellos muy poco tiempo.
Al cabo de unos meses, volvió a la Lliga. Fue elegido concejal del Ayuntamiento de Barcelona en 1905. En 1907, en el contexto del movimiento de la Solidaritat Catalana, que agrupaba a la gran mayoría de fuerzas políticas de Cataluña, Ventosa fue elegido diputado al Congreso por el distrito de Santa Coloma de Farners.
Conservó el escaño hasta 1923.
Dentro del grupo parlamentario de la Lliga, liderado por Francesc Cambó, Ventosa se convirtió en el colaborador más estrecho de éste, y destacó como portavoz de los intereses de la alta burguesía catalana y a la vez del sector más moderado del partido regionalista.
Formó parte del Comité de Acción Política de la Lliga (CAP), el reducido sanedrín que oficiaba de verdadero núcleo de decisiones de la formación.
En 1910 contrajo matrimonio con María Despujol.
El matrimonio tuvo cinco hijos. En 1917, después de la Asamblea de Parlamentarios que auspició la Lliga para intentar reformar el sistema político, Ventosa fue el designado por su partido para integrar el gobierno de concentración nacional que presidió el liberal Manuel García Prieto (3 de noviembre de 1917-22 de marzo de 1918). Al formarse el gobierno de concentración nacional presidido por Antonio Maura y en el que Cambó entró como ministro de Fomento, éste nombró a Ventosa comisario de Abastecimientos. El 3 de septiembre de 1918 fue elevado al rango de ministro de Abastecimientos.
En este cargo decomisó diversos barcos de guerra alemanes después de unos bombardeos de navíos españoles. En todas estas actuaciones, Ventosa se distinguió por su moderación y por apoyar plenamente la colaboración de los regionalistas con la Monarquía.
Siempre estuvo al lado de Cambó, con cuya estrategia de intervención del catalanismo en la política de España se identificó. En 1918 se distinguió en la Campaña por la Autonomía destinada a obtener un Estatuto para Cataluña, objetivo que no se consiguió.
Tras el golpe de Estado del general Primo de Rivera, en septiembre de 1923, permaneció en un segundo plano de la actividad política.
En 1931 formó parte como ministro de Finanzas del último Gobierno de la Monarquía, encabezado por el almirante Aznar (18 de febrero-14 de abril).
Desde ese puesto negoció con la Banca Morgan un importante crédito de sesenta millones de dólares para España. Al sobrevenir el triunfo republicano, en las elecciones del 12 de abril de 1931, se opuso, como la mayoría del Gobierno, a la pretensión de Juan de la Cierva de resistir. Seguidamente, abandonó el país, al igual que Cambó, y marchó un tiempo a Francia, apartándose así de la dirección política de la Lliga, que perdió, en esas elecciones de 1931, el liderazgo político de Cataluña a favor de la Esquerra Republicana de Macià. Tras su regreso, fue elegido diputado al Parlament de Cataluña en las primeras elecciones autonómicas bajo la República (1932). En los comicios para renovar las Cortes de noviembre de 1933, Ventosa fue elegido diputado y se convirtió en jefe de la minoría regionalista en Madrid.
Criticó con dureza la política de Azaña y la gestión de la economía llevada a cabo por el ministro de Hacienda, el catalán Jaume Carner —uno de los escindidos de la Lliga en 1904—. Condenó los hechos del 6 de octubre y, dentro de la mayoría de derechas que gobernaba España desde noviembre de 1933, pidió que no se suspendiera la autonomía catalana.
Al estallar la Guerra Civil, fue de los dirigentes regionalistas que se unieron a la causa franquista. Creó, siempre de acuerdo con Cambó, una Oficina de Prensa y Propaganda en París, al servicio del ejército de Franco (1937). En el transcurso de la guerra perdió a uno de sus hijos, muerto en combate luchando en el bando franquista. Tras el conflicto, pasó a formar parte de los partidarios del retorno de la Monarquía a España, aunque sin romper con Franco. Esta actitud moderada le llevó a serios enfrentamientos con Gil Robles, favorable a una oposición más decidida.
En 1940, criticó en un acto público la política económica del régimen, al considerar errónea la línea autárquica mantenida por el Gobierno. En las primeras Cortes del franquismo, Ventosa fue nombrado procurador por el dictador (5 de febrero de 1943-21 de febrero de 1946). Fue, junto al duque de Alba, impulsor de una carta firmada por veintisiete procuradores en la que se pedía al general la restauración monárquica. En esos años antepuso sus actividades monárquicas a favor de Juan de Borbón a sus veleidades catalanistas. En el otoño de 1945 suscribió en nombre de la Lliga un acuerdo con otras fuerzas políticas, en lo que se llamó la Coalición Monárquica, que agrupó a carlistas, Renovación Española y los restos de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA). En algún momento llegó a especularse con su nombre para encabezar un gobierno monárquico que sustituyera al régimen franquista.
Ventosa combinó su actividad política con su vinculación a grandes corporaciones y consejos de administración: la Compañía Hispano Americana de Electricidad (CHADE), de la que fue vicepresidente con Cambó en la presidencia, Luz y Fuerzas del Levante, Eléctricas Reunidas, Banco Vitalicio, Compañía General de Industrias Agrícolas, Aguas de Barcelona, entre otras, lo que alimentó las críticas que recibía de ser el máximo estandarte de la oligarquía catalana en el seno de la Lliga. Fue también presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Barcelona y de la Real Academia de Ciencias Morales y políticas.
Obras de ~: La situación política y los problemas económicos de España, Barcelona, Tipografía Emporium, 1932; “Necesidad de una política económica”, conferencia en el Colegio Central de Titulares Mercantiles, en Economía Española, 39 (1936); La permanencia de las leyes económicas, discurso de recepción del académico [...], Madrid, Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Sucesores de Rivadeneyra, 1944; En una encrucijada de la historia, conferencia pronunciada en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, Madrid, Imprenta Viuda de Galo Sáez, 1945; Breviario de problemas contemporáneo, Madrid, Plus Ultra, 1950; Consideraciones sobre la nueva Ley de Sociedades Anónimas, su espíritu y su aplicación, Barcelona, Colegio Notarial de Barcelona, 1952; La crisis del Derecho en nuestro tiempo, discurso en la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Barcelona, Barcelona, Tipografía Emporium, 1956.
Bibl.: C. Silió, “Contestación”, en J. Ventosa, La permanencia de las leyes económicas, discurso de recepción del académico [...], op. cit.; R. Termes, Juan Ventosa y Calvell. Jurista, político y académico, Pamplona, Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE), Universidad de Navarra, 1996; B. de Riquer, L’últim Cambó (1936-1947). La dreta catalanista davant la guerra civil i el primer franquismo, Vic, Eumo, 1997.
Josep Martí Vallverdú
