Orbegozo Goróstegui, José. San Sebastián (Guipúzcoa), 16.XII.1870 – Kreuzlingen (Suiza), 1.I.1939. Ingeniero de caminos, canales y puertos, empresario.
Aunque se desconocen los orígenes familiares de José Orbegozo Goróstegui, se sabe que su lengua materna fue el vascuence y que sus padres gozaron de una situación económica holgada, pues lo enviaron a la única escuela de párvulos particular existente en la villa. Vivió con cinco años el bombardeo de la población por los carlistas, y con diez ingresó en el Instituto de Segunda Enseñanza, donde alcanzó el título de bachiller en junio de 1886. Se trasladó a Madrid a estudiar la carrera de Ingeniero de Caminos, y se instaló en una casa de huéspedes con los hermanos Ramón y Vicente Machimbarrena, también donostiarras. Este último describió a su amigo y paisano como un gran conversador, que llevaba la voz cantante en todas las tertulias en las que participaba.
Orbegozo terminó sus estudios y se convirtió en ingeniero en 1894, a los veintitrés años de edad. A partir de entonces comenzó una andadura profesional muy activa que lo llevó a compatibilizar, como hicieron muchos de sus compañeros, puestos en la Administración del Estado y encargos privados. Llegó a convertirse en inspector general del Cuerpo de Caminos y en vocal de la junta de gobierno de la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Sin embargo, su preferencia por lo privado lo llevó a permanecer en casi todo momento en situación de supernumerario. Muy pronto, hacia 1898, se estableció por su cuenta en Bilbao junto con su amigo el ingeniero de minas Valeriano Balzola. A partir de entonces recibió encargos de numerosas empresas para realizar obras casi siempre relacionadas con la electricidad. Otros cargos que ocupó fueron el de perito de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao y el de vocal de la Junta del Santo Hospital Civil de Basurto.
En 1905 contrajo matrimonio con Jesusa Gangoiti Aguirre. En unión de Valentín Gorbeña y otros ingenieros bilbaínos, Orbegozo fundó la Sociedad de Estudios y Obras de Ingeniería para explotar los inventos de Leonardo Torres Quevedo. Su actividad profesional fue, durante estos años, ingente y en su mayor parte relacionada con la electricidad. En 1918 el industrial Horacio Echevarrieta comenzó a contratar sus servicios. La unión entre técnico y capitalista dio sus frutos en forma de empresas e iniciativas conjuntas, la más importante de las cuales fue la de los Saltos del Duero.
Orbegozo ya se había interesado por las posibilidades hidroeléctricas del río Duero y sus afluentes con anterioridad, pero las extraordinarias dimensiones de la empresa frenaron su realización hasta que entró a participar en ella el Banco de Bilbao. A partir de 1918, sin embargo, la negativa de Portugal a pactar el aprovechamiento del tramo internacional, la enemistad demostrada por el Banco de Vizcaya, temeroso de la competencia que supondría en el sector eléctrico, y las dudas del Banco de Bilbao impidieron durante una década el inicio de las obras. Por fin, cuando el Salto del Esla comenzó a construirse los problemas técnicos relacionados con el aliviadero, que causaron varios accidentes con víctimas mortales y graves daños materiales, y los derivados de las negociaciones con las compañías eléctricas retrasaron su terminación hasta 1935. La Guerra Civil impidió otros tres años más el normal funcionamiento de la que fue la presa más grande de Europa en el momento de su construcción.
José Orbegozo fue sin lugar a dudas el principal impulsor de los Saltos del Duero, que acabaría fusionándose en 1944 con su vieja rival, Hidroeléctrica Ibérica, para crear Iberduero. Pero no pudo ver premiada su constancia en la empresa porque el cúmulo de dificultades que entrañó su construcción minó definitivamente su salud mental. Ingresó en el sanatorio suizo de Kreuzlingen y allí murió de una neumonía provocada por la debilidad de sus fuerzas el primer día de 1939.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Fondo Echevarrieta y Larrínaga, Guerra Civil.
V. Machimbarrena, Orbegozo, historia de un ingeniero, Madrid, Artes Graficas Faure, 1941; P. Díaz Morlán, “El proceso de creación de Saltos del Duero (1917-1935)”, en Revista de Historia Industrial, 13 (1998), págs. 181-198; Á. Chapa, La construcción de los saltos del Duero, 1903-1970. Historia de una epopeya colectiva, Pamplona, Eunsa, 1999; Horacio Echevarrieta (1870-1963). El capitalista republicano, Madrid, LID Editorial Empresarial, 1999.
Pablo Díaz Morlán
