Jaén, Maestre Pascual de. ?, ú. t. s. XV – p. m. s. XVI. Maestro de obras y aparejador.
Nacido en la década de 1480, ningún dato se conoce sobre el origen de este maestro, a no ser el que proporciona su propio apellido. Las primeras noticias documentales sobre su persona se refieren a la catedral de Palencia, en la que actuó después de la muerte de Juan de Ruesga, para acabar de cerrar en 1516 los dos últimos tramos del cuerpo de la iglesia.
A partir de esta fecha aparece ligado a Gaspar de Solórzano y otros canteros en obras de diferente envergadura, como la terminación de la iglesia de Santa María Mediavilla de Medina de Rioseco en 1516 o el enlosado de la cabecera de la catedral palentina años más tarde.
En 1529 se trasladó a Toro para trabajar a las órdenes de Juan de Ulloa, señor de la Mota. Junto a Juan de Hoznayo, maestro vinculado a Rodrigo Gil de Hontañón, se ocupó de varias obras —un molino y un puente— en San Andrés de Adalia, posesión de don Juan situada en las cercanías de la ciudad.
Al mismo tiempo, el propio don Juan les encargó a ambos unas mejoras en el patio de su fortaleza de La Mota de Toro, actual Mota del Marqués.
En 1530 Francisco Enríquez de Almanza, señor de Alcañices, le encomendó la cantería de su enorme casona toresana. El autor de las trazas aún no ha sido descubierto, aunque se han propuesto los nombres de Rodrigo Gil de Hontañón y de Luis de Vega. Un problema de sustentación en la torre esquinera donde se asentaba un balcón de profusa decoración plateresca motivó un pleito, en el que fue condenado el cantero.
En 1534 se ocupó, junto a Juan de Villafañe, de levantar la desaparecida capilla de Diego de Soto y Beatriz de Quiñones en el convento de San Francisco de Toro. Al año siguiente contrató, junto a Villafañe, el techado de la capilla de los Tapia, cuya labor de cantería había corrido por cuenta de Juan de Hoznayo.
En 1535, quizás desencantado por los sinsabores causados con motivo de la construcción del palacio de los marqueses de Alcañices, abandonó Toro para regresar a Palencia.
Maestro de escasa preparación teórica —no sabía escribir—, se formó en el estilo gótico, al que permaneció fiel, a pesar de permitirse ciertas licencias renacientes en forma de ornato plateresco. Su carácter de cantero “practicón” le llevó a actuar como aparejador de arquitectos de más categoría, en obras no pequeñas, como la catedral de Palencia o el palacio de los marqueses de Alcañices en Toro. Su catálogo en Palencia se puede ampliar ahora, dado que se ocupó en la edificación del convento de los dominicos de San Pablo.
Obras de ~: Intervenciones en la catedral, Palencia, 1516; Palacio de los marqueses de Alcañices, Toro, 1534: Capilla de Diego de Soto y Beatriz de Quiñones en el convento de San Francisco, Toro, 1534; Convento de San Pablo, Palencia, s. f.
Bibl.: R. Martínez, La catedral de Palencia, Palencia, Merino Aguado, 1988; M. A. Zalama Rodríguez, Arquitectura del siglo XVI en la provincia de Palencia, Palencia, Diputación, 1990, pág. 350; L. Vasallo Toranzo, Arquitectura en Toro (1500- 1650), Zamora, Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, 1994, págs. 54-55.
Luis Vasallo Toranzo
