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Charles de Mendibe

Biografía

Mendibe, Charles de. ?, p. s. XVI– Zaragoza, 10.XI.1557-III.1558. Arquitecto.

De procedencia norteña, Charles de Mendibe aparece documentado en Zaragoza desde comienzos de 1539. El 23 de febrero de ese mismo año formalizó un contrato de aprendizaje con Diego Pérez, natural de Metauten (Navarra), por un período de cuatro años, un dato que permite intuir que, para entonces, no sólo disfrutaba de los conocimientos suficientes para desarrollar su oficio con solvencia, sino que estaba capacitado para transmitirlos a un pupilo. Un año más tarde, el 14 de enero de 1540, estableció sus capítulos matrimoniales con Juana Infante, compareciendo al acto junto al maestro Juan de Sariñena y al fustero Bernat Giner alias Valenciano, dos de los profesionales de la construcción más reputados del panorama artístico zaragozano del momento.

El 3 de marzo de 1540 contrató la reforma de las casas que Dionís de Embún tenía en Juslibol (Zaragoza) aceptando la dirección de Juan de Jaso alias Vizcaíno, una exigencia contractual que pudo obedecer a la existencia de unos vínculos de subordinación profesional entre los dos maestros previa al acuerdo, o a las dudas del contratante sobre la capacidad no sólo profesional, sino también económica de un maestro —Charles de Mendibe— que, quizás, no había tenido todavía la oportunidad de probarlas de manera conveniente.

Todo indica que dirigió las obras de reforma del palacio arzobispal de Zaragoza, iniciadas en 1540 y concluidas, en lo esencial, en 1543, pero su ejecución por el sistema de administración no ha dejado el testimonio documental necesario para aseverar esta hipótesis.

Poco tiempo después, en febrero de 1545, fray Lope Marco, abad del Monasterio de Veruela y vicario general del Arzobispado de Zaragoza, le encargó la construcción de la iglesia parroquial de El Pozuelo de Aragón (Zaragoza), un enclave de la mitra cesaraugustana en el obispado turiasonense dependiente del Monasterio de Veruela. Según fray Lope Marco, el edificio ya estaba terminado en febrero de 1546, y el propio Hernando de Aragón, el último arzobispo zaragozano de la Casa Real (1539-1575), lo bendijo canónicamente a principios de junio de ese mismo año.

Al margen de cualquier otra consideración —como la convicción de que el apresuramiento en la materialización del edificio habría de comprometer su estabilidad años más tarde—, la realidad es que el maestro se ajustó a lo estipulado y que su promotor encontró la iglesia “nueva y muy buena” cuando giró su primera visita pastoral a la localidad en 1549, por lo que no debe extrañar que, dados los estrechos vínculos existentes entre el religioso y su mentor, Hernando de Aragón pasase a ocupar un puesto de relevancia en las obras emprendidas por el prelado en la Catedral de Zaragoza, que incluían la elevación de dos nuevos tramos a los pies de cada una de las cinco naves, así como la apertura de ocho nuevas capillas, una en cada uno de los nuevos tramos laterales y otras cuatro a los pies, esto es, la construcción de un nuevo módulo rectangular a los pies del templo al que las fuentes se refieren como el “quarto nueuo”. De momento se incorporó al equipo dirigido por Juan Lucas Botero el Joven, que ostentaba la “maestría” de la fábrica desde el fallecimiento de su padre (c. 1544-1545) y debió de mantenerla hasta su propia desaparición, que quizás deba situarse a finales de 1546 o comienzos de 1547, justo cuando, cumpliendo con los deseos del arzobispo, Charles de Mendibe pasó a desempeñar la dirección de los trabajos de manera efectiva. A finales de febrero de 1548 acompañaría al prelado durante su visita a la catedral, realizando junto con el “maestro de Caragoça” Martín de Gaztelu, alias de Tudela, una inspección técnica de varias dependencias en su calidad de “maestro de la dicha iglesia”. Según los libros de fábrica, Charles de Mendibe continuó al frente de la obra hasta 1549 y contrató sus acabados con fray Lope Marco el 12 de mayo de ese mismo año, entregándola ultimada para mediados de mayo de 1550.

Su actuación debió de resultar del agrado tanto del arzobispo como del cabildo. El primero delegó en él importantes encargos y le ordenó la supervisión de otros muchos. Así, le encomendó la rehabilitación del dormitorio y el refectorio del convento de religiosas de Jerusalén, de Zaragoza, así como la construcción de un corredor en la misma casa, unos trabajos por los que percibió algo más de 400 escudos a mediados de diciembre de 1554 y que ya estaban ultimados cuatro meses más tarde, en la primavera de 1555. Pero además —y esto es más importante— el maestro pasó a ejercer las funciones de supervisor de las obras arzobispales.

Así se desprende de la referencia recogida en la capitulación suscrita con Juan de Vara y Miguel de Fillera varios años antes, el 28 de abril de 1551, para la reforma del castillo de Biel (Zaragoza), propiedad de la mitra cesaraugustana, en la que se expresaba que la obra debía quedar a la entera satisfacción de Charles de Mendibe.

Por su parte, los canónigos de la catedral zaragozana le encargaron la elevación del atrio de la pabostría, con el que se pretendía monumentalizar el acceso a la Seo por la nueva zona de los pies, dando solución al mismo tiempo al problema planteado por la diferencia de altura existente entre la calle y el interior del templo. Mendibe, que lo concibió como un amplio vestíbulo abovedado, inició los trabajos en el verano de 1555 y los tuvo concluidos, en lo esencial, dos años más tarde, aunque se comprometió a supervisar el resto de las operaciones que se debían realizar en el nuevo espacio, desde la ejecución de los herrajes de las puertas hasta la disposición del enlosado.

Además de todos estos trabajos para el arzobispo y el cabildo metropolitano, Charles de Mendibe desarrolló una intensa actividad como maestro de ciudad desde al menos 1549, e incluso contrató algunas obras a título particular, como la reforma de las casas de Ana Blasco, que ajustó en 1556. Todo ello le obligó a reforzar su cuadrilla de manera constante, admitiendo nuevos mozos mediante contratos formativos que, en su mayor parte, incluian el abono de soldada y, muy probablemente, encubrían la suscripción de contratos de servicio. Así, en 1549 acogió a Jerónimo Hernández y a Pedro de Baliarri por cinco y cuatro años respectivamente, y recibió por cinco años a Juan de Stenega en 1550, a Martín de Iribarrena en 1553, a Juan de Salsamendi al año siguiente y a Miguel de Aguirre en 1557.

Declarándose enfermo, Charles de Mendibe ordenó su testamento junto a su esposa, Juana Infante, el 10 de noviembre de 1557, y ya había fallecido para el mes de marzo de 1558, tal y como se desprende de un acto notarial al que su mujer acudió como viuda.

 

Obras de ~: Iglesia parroquial, El Pozuelo de Aragón (Zaragoza), 1545-1546; Ampliación de la catedral por la zona de los pies, Zaragoza, 1546-1550; Rehabilitación del dormitorio y el refectorio y construcción de un corredor en el Convento de Jerusalén, Zaragoza, 1554-1555 (desapar.); Atrio de la pabostría de la catedral, Zaragoza, 1555-1557; Reforma de las casas de Ana Blasco, Zaragoza, 1556.

 

Bibl.: C. Gómez Urdáñez, Arquitectura civil en Zaragoza, vol. II, Zaragoza, Ayuntamiento, Delegación de Acción Cultural, 1988, págs. 221-222; J. Criado Mainar, “La administración de la fábrica de la Seo de Zaragoza en la ampliación del arzobispo Hernando de Aragón (1546-1550)”, en Memoria Ecclesiae (Oviedo, Asociación de Archiveros de la Iglesia en España), XVII (2000), págs. 377-398; J. Ibáñez Fernández, Splendor Verolae. El Monasterio de Veruela entre 1535 y 1560, Tarazona, Centro de Estudios Turiasonenses, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Institución Fernando el Católico, 2001, págs. 164-172; “La iglesia parroquial de El Pozuelo de Aragón (Zaragoza). Estudio documental y artístico”, en Turiaso, (2001-2002), págs. 201-232; Arquitectura aragonesa del siglo xvi. Propuestas de renovación en tiempos de Hernando de Aragón, Zaragoza, CSIC, Institución Fernando el Católico, Diputación Provincial, Instituto de Estudios Turolenses, 2005, págs. 167-234.

 

Javier Ibáñez Fernández