Alcaraz, Toribio de. Alcaraz (Albacete), 1518 – Charcas (Bolivia), 1573. Arquitecto español, activo desde 1544 en el virreinato de Lima.
Construyó iglesias, puentes y lagunas artificiales para la minería. No debe confundirse con otro homónimo, también arquitecto y de Alcaraz, que, también casualmente, a mediados del siglo xvi, se encontraba activo en la Nueva España, lo que ha dado lugar a que en España y en Albacete solamente se supiera de la existencia de un solo “Toribio de Alcaraz”, al que, no se sabe por qué, se le da la condición de religioso, al denominarlo “Fray”.
El que no hubiera en América española en los años centrales del siglo xvi un solo arquitecto llamado Toribio de Alcaraz, sino dos (uno en Nueva España, México; el otro en las actuales Perú y Bolivia) se demuestra, en principio, por la documentación publicada por H. E. Wethey en su The problem of Toribio de Alcaraz, aparecido en la Gazette des Beaux-Arts. M. Chacón documenta al Toribio de Alcaraz de Sudamérica y concluye que es: “Homónimo y contemporáneo de un importante arquitecto que trabajó en México”, que no es otro que Toribio de Alcaraz (llamado en Nueva España así, o, indistintamente, Hernando Toribio de Alcaraz), una rara coincidencia, desconocida, como se ha dicho, por los estudiosos locales de Albacete.
En el mismo citado año 1947 ya daba cuenta de la existencia de este artífice el erudito peruano R. Vargas, en su Ensayo de un diccionario de artífices coloniales, donde dice que: “celebró contrato en 1644 [sic; es error por 1544, fecha subsanada ya en el mismo Índice de la obra] con el Obispo Ugarte y Saravia para hacer la portada de la Iglesia Mayor de Arequipa”. Un año antes, por orden del Regidor de la ciudad, Luis de León, establece un contrato de construcción, el 23 de junio de 1543, de un horno central de cal para abastecer a todos los constructores. Chacón documenta el contrato de la portada de la iglesia el 23 de septiembre de 1544 y añade “que debía ser de piedra, de acuerdo al diseño, forma y modo que a él [a T. de Alcaraz] le pareciere”. Esta gran iglesia fue pocos años después la catedral del nuevo obispado de Arequipa. Sigue Chacón documentando su presencia, el 19 de enero de 1549, en Potosí, en que otorga un poder. Años después se le encuentra, en 1553, en Chuquisaca, cuya actividad profesional se refiere a la construcción de un puente, que el cabildo municipal, después de nueveaños, le paga el 23 de enero de 1573, última fecha en que aparece, por lo que Chacón presume que pudo morir poco después (aunque ya Wethey, como se dice al final de esta biografía, da como fecha segura de su fallecimiento este mismo año). También se le documenta en La Plata, donde tuvo laboriosos trabajos de ayuda en la construcción de la catedral, así como en la urbanización o “loteamiento” de la zona central de la ciudad, entre los años 1563 a 1573. El 4 de noviembre de 1562 Gabriel de Paniagua de Loayza y sus hermanos litigan contra Toribio de Alcaraz sobre “casas”; del expediente se desprende que la poderosa familia de los Paniagua le había encargado la construcción de diversas casas. En el Archivo Nacional de Sucre existen, según Wethey, hasta siete poderes notariales firmados por Toribio de Alcaraz en los años 1553, 1559, 1561 y 1562. Sus firmas son absolutamente diferentes de la que aparece en Sevilla por parte de su homónimo.
Toribio de Alcaraz poseyó propiedades agropecuarias en el valle de Pitantura. También aparece en el registro de L. Capoche como propietario de una mina de plata en Potosí, cuya veta no estaba útil. Todo ello le lleva a Wethey a suponer que era un hombre tan rico como piadoso, pues aparece varias veces como donante, y facilitador de que a los negros se les instruya en la religión. Después de conseguir el 29 de enero de 1573 que el Tribunal de justicia ordenara, en sintética sentencia: “Alcaraz, que cobre el dinero que le debía la ciudad”, falleció de un ataque al corazón, “agotado por la espera angustiosa en busca de justicia”, según el citado Wethey.
Obras de ~: Un horno para elaboración de cal planeado por el Regidor Luis de León para abastecer a los maestros de albañilería, Arequipa, 1543; Portada de la Iglesia Mayor, luego Catedral, de Arequipa, 1544; Obras diversas en Chuquisaca (Alto Perú); iglesia de Santa Bárbara en Chuquisaca, 1558-1559; Puente en Chuquisaca, 1564; Ayuda en la construcción de la catedral de La Plata y proyectos y realización de urbanización del centro de la ciudad, 1563-1573; Puente de cantería sobre el río Pilcomayo, 1572; Primeras lagunas o represas para los ingenios mineros, en Potosí, a partir de 1575 [como murió en 1573, solamente debió ser el autor del gran proyecto].
Bibl.: Información pedida por el Obispo, Deán y Cabildo de La Plata. Solicitud y cuestionario de preguntas. 16 Noviembre 1568, [in fine]: ‘Confirman todos los asertos de este cuestionario los testigos siguientes: Gaspar de Saldaña, Alcalde ordinario, Toribio de Alcaraz, morador, de cincuenta años [...]’ (Archivo General de Indias, Charcas, leg. 142), publicado por E. Marco Dorta, Fuentes para la Historia del Arte Hispanoamericano.Fuentes y documentos, vol. I, Sevilla, Instituto Diego Velázquez, 1960, págs. 220-222); Archivo de la Casa de la Moneda (Sucre, Bolivia), Escrituras Notariales, n.º 4, registro 4, fol. 9; Idem, n.º 4, registro 3, fol. 35v. (citadas por Chacón, 1973, págs. 17-18); H. E. Wethey, “The problem of Toribio de Alcaraz”, en Gazette des Beaux-Arts, New York, 89th year, 6th Series, vol. XXXI, Jan.-Feb.1947, págs. 165-174; R. Vargas Ugarte, Ensayo de un diccionario de artífices coloniales de la América Meridional, Lima, I vol., 1947, “Alcaraz Toribio”, pág. 122; L. Capoche, Relación general del asiento y Villa Imperial de Potosí y de las cosas más importantes de su gobierno [...], en Relaciones histórico-literarias de la América Meridional, Madrid, Atlas, 1959 (Biblioteca de Autores Españoles, vol. 122), pág. 80; E. Marco Dorta, Fuentes para la Historia del Arte Hispanoamericano. Fuentes y documentos, op. cit., pág. 32; H. E. Wethey, Arquitectura virreynal en Bolivia, recopilación y trad. de J. Mesa y T. Gisbert, La Paz, Instituto de Investigaciones Artísticas, 1961, págs. 129-136 (Apéndice sobre T. de Alcaraz); M. Chacón, Arte virreinal en Potosí. Fuentes para su historia, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1973, págs. 15-17; J. de Mesa y T. Gisbert, Monumentos de Bolivia, La Paz, Embajada de España en Bolivia, 1978, págs. 75, 90 y 99; T. Gisbert y J. de Mesa, Arquitectura andina, 1530-1830. Historia y análisis, La Paz, Embajada de España en Bolivia, pág. 168; T. Gisbert, Urbanismo, tipología y asentamientos indígenas en Chuquisaca, La Paz, Universidad Mayor de San Andrés, Instituto de Estudios Bolivianos, 1982, págs. 11-12; VV. AA., Diccionario histórico y biográfico del Perú. Siglos xv-xx, vol. I, Lima, Ed. Millán Batres, 1986, págs. 78-79; T. Gisbert y J. de Mesa, “El barroco tardío del siglo xviii en Perú y Bolivia”, Summa artis: Historia General del Arte, vol. XXVIII, Arte Iberoamericano desde la Colonización hasta la Independencia (2.ª parte), 4.ª ed., Madrid, Espasa Calpe, S.A.; pág. 537; VV. AA., Diccionario Histórico de Bolivia, Sucre, Grupo de Estudios Históricos, 2002, vol. I, “Alcaraz, Toribio de”, pág. 85.
Fernando Rodríguez de la Torre