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Julián Martínez

Biografía

Martínez, Julián. Huete (Cuenca), p. s. xvi – ?, s. m. s. xvi. Supuesto monje cisterciense (OCist.), abad de Oseira (Orense), general reformador.

Se habla de que en su juventud intentó ser monje en el Monasterio de Monsalud (Guadalajara), pero, habiendo caído enfermo antes de su profesión, los superiores le enviaron a su casa para reponerse. Él aceptó, llevándose consigo el hábito monástico. Después de algún tiempo, una vez recobrada la salud, en vez de volver al Monasterio de Monsalud, se dirigió a otro de la Congregación de Castilla —se desconoce cuál— vestido con hábito de monje, con la disculpa de que Monsalud no se había querido integrar en la reforma de Martín de Vargas (no lo hizo hasta 1549). Los nuevos superiores, juzgando que efectivamente se trataba de un sujeto que venía de una casa extraña —adversa entonces a la Congregación de Castilla—, le admitieron como si se tratara de verdadero monje, a todos los grados, incluso hasta llegar al sacerdocio.

Gozaba de tan buena reputación que hacia 1540 le eligieron secretario del general y en este cargo le sorprendió el nombramiento hecho por el definitorio para abad de Oseira.

En su cargo logró servicios importantes para la comunidad como acabar con la obligación de pagar más de 7.000 ducados al cardenal Alejandro Farnesio, a cambio de haber renunciado a la abadía para que entrara en ella la reforma. Posiblemente consiguiera el dinero de un prestamista de Valladolid, avalado por varios monasterios. Tal empréstito, comprometido a nombre de la congregación, dio pie a Manrique (1642) para afirmar que ésta había facilitado a Oseira una cifra de dinero a causa de lo cual se le exigió una mayor contribución a los gastos de la Orden que a los demás monasterios, en los siglos venideros. Sin embargo, Peralta (1677: 29-295) probó que Oseira contribuía casi en cabeza a los gastos de la Congregación, porque disfrutaba de una economía mucho más saneada que los demás monasterios.

En mayo de 1550 se celebró el Capítulo General en Montesión, en el que fray Julián Martínez fue sublimado al supremo cargo de la Congregación, al parecer conservando el cargo de abad de Oseira, compatible aún en aquel tiempo con el generalato. Como jefe supremo de la Orden, algunas contradicciones en su gestión comenzaron a infundir sospechas. Finalmente, cotejaron los datos con el Monasterio de Monsalud y llegaron a la conclusión de que ni siquiera había profesado, por lo que eran nulas todas sus acciones.

Fray Julián Martínez huyó antes de que los padres pudieran tomar medidas. Para resolver la crisis, se convocó un nuevo Capítulo General, en el que salió elegido fray Marcos del Barrio. Después de algunos años, fray Julián volvió a la Orden, pidió perdón y fue absuelto.

 

Bibl.: A. Manrique, Anales Cistercienses, t. IV, Lugduni [Lyon], H. G. Boissat Laurent [1642], Apéndice, passim; T. de Peralta, Fundación, antigüedad y progresos del [...] Monasterio de Oseira, Madrid, 1677, págs. 292-295 (ed. facs. Santiago de Compostela, Xunta de Galicia, 1996, 2 ts.); D. Yáñez Neira, “El monasterio de Oseira, cumplió ochocientos cincuenta años”, en Archivos Leoneses, 85 y 86 (1989), págs. 192-193.

 

Damián Yáñez Neira, OCSO

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