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Pedro Uceda y Guerrero

Biografía

Uceda y Guerrero, Pedro. Toledo, 1523 – ?, c. 1584. Agustino, teólogo, catedrático, poeta y editor de las obras de santo Tomás de Villanueva.

Aunque fue natural de Toledo, Pedro Uceda profesó en el Convento de San Agustín de Salamanca el 8 de julio de 1544, siendo connovicio de fray Luis de León. Los estudios los realizó probablemente en el mismo Convento y en la Universidad de Salamanca. Por esta Universidad, o quizá por la de Alcalá, obtuvo el grado de bachiller en Teología. Los grados de licenciado y doctor en Teología los recibió por la Universidad de Sigüenza en 1561 y 1566.

Ejerció la docencia de la Teología durante veinte años en Alcalá, de 1552 a 1571, en el Colegio de San Agustín y en la Facultad de Teología de la Universidad Complutense. En junio y julio de 1571, Pedro Uceda sometió a la consideración de los doctores complutenses Villalpando, Alonso de Mendoza y Trujillo la “lectura” de fray Luis de León sobre la autoridad de la edición latina de la Vulgata. Los dos primeros doctores no contestaron y el tercero, Trujillo, le rogó que no le metiese en aquella delicada cuestión. Pedro Uceda acudió a Toledo y recogió los pareceres favorables, con matizaciones, a la “lectura” de la Vulgata de fray Luis de León de los doctores Alonso Velázquez y Barriovero. En Madrid también trató el mismo asunto con el agustino Alonso de Veracruz y el doctor Pedro de Valvás. En 1571, Pedro Uceda ocupó el cargo de rector del Colegio agustiniano alcalaíno.

En el tiempo que estuvo en Alcalá, Pedro Uceda trabajó en la edición de las Conciones de santo Tomás de Villanueva. En efecto, desde tiempo atrás estaba pendiente la edición de las Conciones de Tomás de Villanueva, arzobispo de Valencia, para comprobar la pureza y solidez de su doctrina teológica, si realmente se deseaba acceder a su canonización. Los agustinos Juan de la Vega y Alonso de Veracruz se propusieron realizar esta magna empresa, sin poder llevarla a cabo dadas sus múltiples ocupaciones. Otro agustino, Juan de Muñatones, depositario de los autógrafos de “padre de los pobres”, una vez elevado a la dignidad episcopal tampoco parecía la persona más idónea para la ejecución del proyecto de edición de las Conciones. En estas circunstancias todos apuntaban a Pedro Uceda como el agustino más apropiado por su preparación y competencia. Y así fue. Editó las Conciones vertidas por él al latín. El primer tomo apareció publicado en Alcalá en el año 1572, sin que pudiese completar otros tomos durante su vida.

Pedro Uceda se presentó en Salamanca para opositar a las Cátedras teológicas, después de que el principal opositor agustino, fray Luis de León, fuera apresado por la Inquisición el 25 de marzo de 1572. Este mismo año, el 12 de agosto, Uceda declaró en el proceso de fray Luis de León y, por segunda vez, el 14 de febrero de 1576. En el Colegio San Guillermo de Salamanca, Pedro Uceda ejerció el cargo de rector (1572).

En cuanto a las oposiciones a cátedras, Pedro Uceda no tuvo suerte. Tres oposiciones perdió: la de Sustitución de Biblia (1572) y en dos ocasiones la de Durando (1573 y 1577), llevando las cátedras sus oponentes, los dominicos Juan Gallo, Bartolomé de Medina y Domingo Báñez, respectivamente. En reconocimiento de su talento y de la preparación que había demostrado en los ejercicios de oposiciones, el 12 de junio de 1573 el claustro de profesores le concedió un partido de Teología o Cátedra Extraordinaria, que regentó hasta 1576. La actividad docente la comenzó el 1 de julio de 1573, una vez leída la Carta Real de fecha 23 de junio al claustro de profesores, otorgando “licencia y facultad para que por tiempo de cuatro años” enseñe en la Facultad de Teología de la Universidad de Salamanca. En el curso 1573-1574 leyó el tratado De caritatae por la Secunda Secundae de santo Tomás, y en marzo de 1574 De restitutione, también de santo Tomás, para finalizarlo el 7 de septiembre, último día de clase.

Por fallecimiento de Juan Gallo, vacó la Cátedra de Sustitución de Biblia, cuando todavía no habían pasado dos años de regencia del partido de Teología; en enero de 1575 ganó Pedro Uceda dicha Cátedra. Como el sueldo de esta Cátedra era bajo, él mismo solicitó a la Universidad idéntica retribución económica que había concedido a su antecesor, Juan Gallo, dominico. Reunido el claustro de profesores el 10 de agosto de 1575, accedió a la solicitud, a pesar de las turbias maniobras del dominico Bartolomé de Medina. Por Carta Real, fechada en Madrid el 11 de febrero de 1576, quedó confirmado el acuerdo de la Universidad de Salamanca.

En 1577 se presentó a la Cátedra de Durando, que perdió frente a Domingo Báñez el 23 de abril, si bien Uceda continuó enseñando en la Cátedra de Biblia. Por san Lucas de 1577 comenzó a leer el Apocalipsis de san Juan; y por san Lucas había comenzado el libro de Job; en enero de 1578 leía la carta a los Hebreos. Una vez cumplido el cuatrienio, quedó libre la Cátedra y la Universidad de Salamanca, al no presentarse opositor a la sustitución de la Cátedra de Biblia, el 23 de enero de 1579 concedió la citada Cátedra a Pedro Uceda. Una vez muerto el propietario de la Cátedra, el obispo Gregorio Gallo, la ganó en propiedad fray Luis de León en diciembre del mismo año. A partir de entonces, Pedro Uceda no figuró más en la Universidad de Salamanca.

Las lecciones dadas en los cursos, sermones y actos mayores y menores tenidos por el maestro Pedro Uceda en la Universidad fueron del provecho y agrado tanto de estudiantes como de la mayoría de los profesores. Pedro de Aragón, de su misma provincia religiosa, afirma haber usado escritos teológicos elaborados por Uceda. Según Tomás de Herrera, el maestro Pedro Uceda cultivó el verso latino y castellano, y años más tarde Nicolás Antonio no dudó en afirmar que el maestro Uceda “brilló por sus facultades poéticas”.

 

Obras de ~: “Aprobación. 11 de octubre de 1568”, en Dictionarium Ecclesiasticum, latino hispanum, olim per Rodericum Ferdinandum a Sancta Ella, Compluti, 1569; T. de Villanueva, Conciones sacrae illustrissimi et reverendissimi D. D. Thomae a Villanova, ex ordine Eremitarum divi Augustini, Archiepiscopi Valentini, et in sacra Theologia magistri. Nunc primum in lucem editate, ed. de ~, Compluti, Ioannes à Lequerica, 1572; Commentarius in Ps. 1-8, 1575 (inéd.); Sylva lectionum super Apocalipsim, 1576 (inéd.); De sensibus Sacrae Scriptura, s. f. (inéd.); “Glosa, a las letras: Cruz, remedio de mis males”, en L. G. Alonso Getino, Anales Salmantinos, II. Nueva contribución al estudio de la lírica salmantina del siglo XVI, Salamanca, Calatrava, 1929, págs. 297-298; “Un cuadernillo en que concuerda los evangelistas que el uno escribió que había crucificado a Cristo en la hora de tercia y el otro en la de sexta”, en F. L. de León, Escritos desde la cárcel. Autógrafos del primer proceso inquisitorial, ed. y est. de J. Barrientos García, San Lorenzo de El Escorial, Ediciones Escurialenses, 1991, pág. 227.

 

Bibl.: T. de Herrera, Alphabetum Augustinianum, vol. II, Madrid, Imprenta Gregorio Rodríguez, 1644, pág. 286; N. Antonio, Bibliotheca Hispana Nova [...], t. II, Madrid, 1684 (Madrid, Joaquín Ibarra, 1788, págs. 249-250; trad. esp. de M. Matilla Martínez y G. de Andrés, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1999); J. Lanteri, Postrema Saecula sex religionis augustinianae in quibus breviter recensentur illustriores viri augustinenses qui sanctitate et doctrina floruerunt post magnam Ordinis unionem peractam anno MCCLVI ab Alexandro IV usque ad haec tempora, Tolentini, Typ. Guidoni, 1859, págs. 443-444; G. de Santiago Vela, “El P. Maestro fray Pedro de Uceda”, en Archivo Agustiniano, 5 (1916), págs. 401-417; F. Ehrle, “Los manuscritos vaticanos”, en Estudios Eclesiásticos, 9 (1930), págs. 173-175; F. Stegmüller, “Zur Literargeschichte der Salmantizenser Schule”, en Theologische Revue, 29 (1930), págs. 55-59; G. de Santiago Vela, Ensayo de una Biblioteca Ibero-Americana de la Orden de San Agustín, vol. VIII, Madrid, Imprenta Asilo de Huérfanos Sagrado Corazón de Jesús, 1931, págs. 18-29; L. Martínez Fernández, Sacra Doctrina y progreso dogmático en los “Reportata” inéditos de Juan de Guevara dentro del marco de la Escuela de Salamanca, Vitoria, Eset, 1967, págs. 261-267 y 337- 338; E. D. Carretero, “Uceda y Guerrero, Pedro”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. IV, Madrid, Instituto Enrique Flórez, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1975, págs. 2603- 2604; A. Alcalá (ed.), Proceso inquisitorial de fray Luis de León, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1991, pág. 374; K. Reinhardt, Bibelkommentare spanischer Autoren (1500- 1700), vol. II, Madrid, CSIC, 1999, págs. 361-363; J. Belda Plans, La Escuela de Salamanca y la renovación de la teología en el siglo XVI, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2000, págs. 816-817; J. Barrientos, “Los tratados De legibus y De iustitia et iure en la escuela de Salamanca de los siglos XVI y XVII”, en Salamanca. Revista de Estudios Salmantinos, 47 (2002), págs. 371-415.

 

Rafael Lazcano González

Relación con otros personajes del DBE

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