Pérez Aravalles y Gómez Buencuchillo, Juan. Juan de Jesús María. Pastrana (Guadalajara), 27.III.1549 – Aguilar (Córdoba), 18.IV.1609. Carmelita descalzo (OCD), autor espiritual y pedagogo.
Durante su juventud se encontró en Pastrana con santa Teresa de Jesús, la cual “púsole las manos sobre la cabeza, mostrándole mucho amor y apacibilidad, y vuelta a los religiosos que allí estaban, dijo: ‘Tengan cuenta con este mancebo, que ha de ser muy buen religioso’. Y le echó la bendición” (S. de Santa Teresa, 1937). Matriculado en la Universidad de Alcalá, siguió los estudios de Filosofía en los cursos 1573- 1578, y se licenció en Filosofía y Artes. Obtenida la licenciatura, entró en el noviciado de los carmelitas descalzos en su villa natal de Pastrana en 1578. Profesó el 26 de julio de 1579; en la fórmula de la profesión se le llama “el licenciado Aravalles”. Terminados sus estudios de Teología en Alcalá, recibió el sacerdocio y enseguida se le nombró maestro de novicios en Pastrana; apareció su firma en el Libro de Profesiones como tal desde el 23 de abril de 1585 hasta el 30 de septiembre de 1589. En octubre de 1589 fue nombrado subprior y maestro de novicios en el Convento de San Hermenegildo de Madrid, perseverando en el cargo hasta 1592.
Amigo de san Juan de la Cruz, coincidió con el santo en junio o julio de 1590, durante el capítulo general celebrado en Madrid.
En 1593 asistió al capítulo general de toda la Orden del Carmen en Cremona (Italia). Los carmelitas descalzos tenían derecho a asistir a dicho capítulo y así lo hicieron. Participaron en él, además del padre vicario general, Nicolás Doria, los provinciales con sus socios respectivos. El provincial de Castilla la Nueva era el padre Juan Bautista, que llevó consigo como uno de sus socios al padre Aravalles, que entonces estaba de rector del Colegio de San Cirilo de Alcalá. En aquel capítulo general se consiguió la independencia total del Carmen Descalzo de la antigua Orden. En consecuencia, los descalzos celebraron su propio y primer capítulo general en 1594, y en él fue elegido definidor general Aravalles. En 1597 fue elegido prior de Pastrana, y en 1600, en el capítulo general, primer definidor.
Fue nuevamente prior de Pastrana desde 1604 y en 1607, superior provincial de Andalucía la Baja.
Murió el Domingo de Resurrección de 1609.
Alabado como gran predicador y hombre de gobierno, se significó sobre todo como maestro de novicios; el historiador antiguo de la Orden lo describe así: “Tuvo particular don y talento para criar novicios, de quien fue maestro insigne en Pastrana; túvole también para gobierno y púlpito”.
Se sintió por entonces la necesidad de tener una instrucción de novicios en la Orden que pudiera seguirse en todos los noviciados. A raíz del capítulo general extraordinario de 1590, se encargó a tres religiosos que la elaborasen. Entre ellos se encontraba Juan de Jesús María. Los otros dos, “como conociesen el aventajado talento del P. fray Juan de Jesús María y que en sí concurrían parte de prudencia, devoción, experiencia, aprovechamiento en la Teología Escolástica, y don grande para el púlpito, con mucha gracia y propiedad en el arte del bien hablar, descargaron en él este cuidado, y así él solo la hizo, aunque la firmaron los tres, y salió tal, que no sólo la ha alabado y usa la nuestra, sino otras graves religiones” (S. de Santa Teresa, 1937). Ya en el Libro de Profesiones, al margen de la profesión de Aravalles, se escribe: “Hizo la santa Instrucción de Novicios”. Siguiendo esta Instrucción, aprobada por el vicario general y por sus consejeros, entre los que se encontraba san Juan de la Cruz, se formaron numerosas generaciones de novicios. En 1691 se acomodó la Instrucción a los noviciados femeninos.
Además de la Instrucción referida escribió un Tratado de Oración, publicado en 1926 que presenta la amplitud de la doctrina carmelitana. Según el padre Francisco Naval, claretiano, el Tratado “sirve admirablemente para dirigir las almas en la práctica de la meditación y contemplación ascética y disponerlas para la mística o contemplación infusa [...] para toda clase de personas que necesitan ser introducidas en tan provechoso y necesario camino de perfección cristiana”.
Obras de ~: Instrucción de novicios descalzos de la Virgen María del Monte Carmelo, conforme a las costumbres de la misma Orden, Madrid, Viuda de Alonso Gómez, 1591 (ed. de E. de la Virgen del Carmen, Toledo, Talleres Gráficos de Sebastián Rodríguez, 1926; trad. fr., Paris, Editions du Seuil, 1945); Tratado de oración escrito en 1587 por el V. P. Juan de Jesús María (Aravalles) carmelita descalzo, discípulo del glorioso doctor místico San Juan de la Cruz, ed. de E. de la Virgen del Carmen, Toledo, Talleres Gráficos de Sebastián Rodríguez, 1926 (trad. fr., Marseille, Éditions Publiroc, 1939).
Bibl.: E. de la Virgen del Carmen, “Introducciones”, en J. Pérez Avallares, Instrucción de novicios [...] y Tratado de oración [...], op. cit.; C. de Jesús Sacramentado, La escuela mística carmelitana, Madrid-Ávila, Mensajero de Santa Teresa- Sigirano Díaz, 1930, págs. 118-123; S. de Santa Teresa, Historia del Carmen descalzo en España, Portugal y América, t. VIII, Burgos, El Monte Carmelo, 1937, págs. 605-612; A. de la Virgen del Carmen, “Figuras de la escuela mística carmelitana. El P. Juan de Jesús María Aravalles”, en Revista de Espiritualidad (RE), vol. 3 (1944), págs. 155-179 y 377-418; vol. 4 (1945), págs. 288-321; J. V. Rodríguez, “Hallazgo de páginas inéditas del Padre Juan de Jesús María (Aravalles)”, en RE, vol. 19 (1960), págs. 85-105; A. de la V. del Carmen, “Juan de Jesús María (Aravalles)”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972, pág. 1249; I. Rodríguez, “Jean de Jesús-Marie (Aravalles), carme déchaux, 1549-1609”, en M. Viller et al., Dictionnaire de spiritualité ascétique et mystique, fasc. LIV-LV, Paris, Beauchesne, 1973, cols. 575-576.
José Vicente Rodríguez, OCD
