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Annibale Giuseppe Gianoli

Biografía

Gianoli, Annibale Giuseppe. Pedro de Módena. Módena (Italia), III.1593 – 5.IV.1657. Capuchino (OFMCap.), predicador, escritor y diplomático.

Del padre Pedro Gianoli se ignora la fecha exacta de nacimiento, pero se sabe que fue bautizado en Faenza el 23 de marzo de 1593. Nacido en el seno de una familia bien situada económicamente, frecuentó los estudios superiores, empleándose posteriormente en la secretaría de los duques de Módena. Pero a la edad de treinta años abandonó su prometedora carrera en la Corte para hacerse capuchino. Tomó el hábito el 2 de junio de 1624 en el convento de Cesena, profesando al año siguiente en el de Faenza. A continuación realizó los estudios teológicos, siendo ordenado sacerdote y consiguiendo fácilmente la patente de predicador, aunque de momento no se pudo dedicar a la predicación porque los superiores se lo concedieron como secretario, junto al padre Juan Albinelli de Sestola, al padre Juan Bautista de Este, que siendo duque había ingresado en la Orden capuchina en el verano de 1629.

En los años siguientes (1629-1638), se ve al padre Pedro acompañando al padre Juan Bautista, que continuó con su actividad diplomática, a las misiones de Trieste, Goricia, Brunico, Merano, Innsbruck, Venecia y Viena. Posteriormente fue nombrado guardián de distintos conventos: Castelbolognese (1640- 1643), Reggio (1649-1651) y Módena (1652-1655 y 1656-1657). Durante esos años compaginó las guardianías con las misiones diplomáticas que le encargaban los cardenales legados pontificios de Ferrara y Rávena en la Corte papal de Urbano VIII e Inocencio XI, relacionadas fundamentalmente, aunque no exclusivamente, con la liga contra los turcos. Una vez muerto el padre Juan Bautista, el padre Pedro pasó a servir al duque Francisco I, que lo envió a la Corte de Saboya y después, en 1649, a la de Felipe IV de Madrid, “per mie urgenti occorrenze”, junto con los padres Buenaventura de Pieve Pelago y Buenaventura de Reggio, consiguiéndoles la obediencia del general y la dispensa para poder andar en carroza y con las comodidades necesarias a tan largo viaje. No se sabe cuáles eran aquellas urgentes ocurrencias o necesidades, pero bien podían tener algo que ver con algún matrimonio real o con la liga católica contra el turco. El padre Pedro, por su modestia y humildad, se ganó el favor y estima del Rey, quien le concedió tratar los asuntos de su embajada personalmente con él, honrándolo con el título de predicador real y dándole libertad para continuar teniendo correspondencia directa con él, pero las cartas, que por ambas partes las hubo, no se nos han conservado. En el viaje de retorno a Italia una fuerte tempestad hizo pensar a la tripulación en un posible naufragio, por lo que el padre Pedro hizo voto a san Antonio de que si no perecían le dedicaría una capilla de su convento, voto que cumplió al llegar a Módena, destinando la tercera capilla de la iglesia conventual para tal fin. Mantuvo también relación epistolar con el cardenal Mazzarino.

De carácter suave, afable y cortés, el padre Pedro se atraía sin dificultad la simpatía de aquellos que encontraba.

Como capuchino fue religioso de profunda vida de oración, áspera penitencia (llevaba el cilicio continuamente) y un espíritu caritativo que le hacía buscar sobre todo el bien espiritual de los hermanos a él encomendados. Movido quizá por un excesivo celo, un día amonestó a un criado, Jerónimo de Correggio, quien no aceptando la corrección, el 7 de marzo de 1657, mientras el padre Pedro se preparaba para celebrar la misa, le propinó un bastonazo, hiriéndolo al mismo tiempo con un cuchillo. Al oír sus gemidos los hermanos acudieron a la iglesia, encontrando al padre Pedro a los pies del sagrario, profiriendo jaculatorias exculpatorias del agresor. Después de treinta días de penosos sufrimientos, causados por las heridas, fallecía el 5 de abril de 1657 con una actitud de suma piedad y resignación.

 

Obras de ~: S. Contardo d’Este. Idea del principe cristiano, Modena, G. Cassiani, 1648; Lettere morali, e spirituali del Gianoli al Ser.mo et rev.mo Sig. Principe Card. [Rinaldo] d’Este, Parma, Mario Vigna, 1648; La beata Beatrice d’Este. Idea delle principesse cristiane, Modena, G. Cassiani, 1650. En el Archivio di Stato di Modena se encuentra un legajo con la correspondencia del padre Pedro con la Corte de los duques de Este.

 

Bibl.: S. Tosti, “Descriptio Codicum Franciscanorum Bibliotheca Riccardianae Florentinae”, en Archivum Franciscanum Historicum, 8 (1915), pág. 246; Felice da Mareto, Missionari cappuccini della provincia Parmense, Modena, Imm. Con., 1942; Melchior a Pobladura, Historia generalis Ordinis Fratrum Minorum Capuccinorum. Pars secunda (1619-1761), vol. II, Bibliotheca Seraphico Capuccina 9, Romae, Institutum Historicum OFMCap., 1948; “Petrus a Modena”, en Lexicon Capuccinum.

Promptuarium Historico-Bibliographicum OFMCap (1525- 1950), Romae, Bibliotheca Collegii Internationalis S. Laurentii Brundusini, 1951, col. 1349; Metodio da Nembro, Quattrocento scrittori spirituali, Roma, Edizioni Laurentianum e Antonianum, 1972; M. Schenetti, I cappuccini a Modena. Quattro secoli di storia, Modena, Aedes Muratoriana, 1978; Andrea Maggioli (a cura di), I frati minori cappuccini della provincia di Bologna. Necrologio, vol. I, Bologna, Curia Provinciale Frati Minori Cappuccini, 1994, pág. 382.

 

José Ángel Echeverría, OFMCap.

 

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