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Juan de Lugo

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Biografía

Lugo, Juan de. Madrid, 25.XI.1583 – Roma (Italia), 20.VIII.1660. Teólogo, jurista y cardenal jesuita (SI).

Tercer hijo de Juan de Lugo (descendiente de la noble casa de Lugo), jurado y procurador en Cortes por Sevilla, y de Teresa de Pisa y Quiroga. A los cinco años marchó a Sevilla, ciudad de su domicilio paterno. En el colegio de San Hermenegildo, de la Compañía de Jesús, estudió Gramática, Retórica y Artes, y allí defendió a los trece años en acto público toda la Lógica. Entre 1599 y 1601-1603 estudió en Salamanca Cánones y Leyes. El 6 de julio de 1603 fue recibido en la Compañía de Jesús en el Colegio Real de Salamanca. Hizo el noviciado en Villagarcía de Campos (Valladolid), pasando varios meses en la casa profesa de Valladolid con el fin de realizar algunas de las pruebas propias de los novicios. A principios de 1605 fue enviado a Pamplona para cursar Filosofía, donde defendió, bajo la presidencia de su profesor, el padre Bernabé de Matute, el acto general de Filosofía. En el curso 1607-1608 comenzó en Salamanca el estudio de la Teología. Profesores suyos fueron, entre otros, Juan de Chacón, Pedro Hurtado de Mendoza, Juan de Salas y Pedro de Arrúbal, a quien dedicó en sus escritos palabras de gran elogio y estima. Al terminar su tercer año de Teología defendió el “acto menor”, y el curso siguiente (1610-1611) fue ordenado sacerdote y defendió el “acto mayor”.

Seguidamente se retiró al noviciado de Villagarcía de Campos hasta que a principios de noviembre de 1611 fue llamado a Medina del Campo para suplir en el tercer año de la lectura de Filosofía a Jerónimo de Lazárraga y tuvo como discípulo a Rodrigo de Arriaga. Hacia marzo de 1612 suplió por unos meses en Monforte de Lemos a Alonso Vázquez en el segundo curso de Filosofía, y regresó a Medina del Campo para explicar algunas cuestiones de Metafísica.

La explicación quedó concluida el 30 de julio de ese mismo año. En el curso 1612-1613 comenzó en León el trienio completo de Filosofía, que concluyó el 13 de julio de 1615. El curso 1615-1616 marchó a Salamanca como profesor suplente de Teología. En el curso 1616-1617 comenzó por el tratado De eucharistia su magisterio teológico en Valladolid, que duró hasta el 10 de marzo de 1621, día de su partida hacia Roma, adonde llegó el 2 de junio de 1621, llamado por el padre general de la Compañía de Jesús, Mucio Viteleschi, para explicar Teología en el Colegio Romano hasta el año 1642; el 5 de septiembre de 1618 había hecho la profesión solemne religiosa de cuatro votos en Valladolid. Desempeñó un papel importante en la congregación particular que estableció (1642) Urbano VIII, para que dictaminase sobre el empleo de las rentas del Papa. Fue nombrado cardenal el 14 de diciembre de 1636, recibió el capelo en 1644, pasada la semana de Pascua. Muerto el 20 de agosto de 1660, quiso ser sepultado a los pies de san Ignacio de Loyola.

Fue defensor incansable del privilegio mariano de la Inmaculada Concepción, y está considerado como uno de los teólogos más insignes de la Compañía de Jesús. Posee gran sutileza en sus razonamientos, compulsa y somete a profundo examen las diversas opiniones y expone la propia con claridad eximia.

Busca en todo momento la concisión, pero sin que el problema por lo mismo pierda en profundidad y claridad y sin omitir, por otra parte, nada que pueda conducir de una manera positiva a su esclarecimiento y solución. Evita la excesiva insistencia en puntos que no merecen un riguroso examen, o las disquisiciones inútiles. En la investigación de buena parte de problemas filosóficos y teológicos, Lugo no puede entenderse sin Francisco Suárez y Gabriel Vázquez, y viene a constituir el punto medio de conciliación y equilibrio entre ambos pensadores, cuyas doctrinas repercuten en él y por él son tamizadas y refundidas.

Imprime a su investigación un sello netamente personal y se preocupa por una renovación de la filosofía y teología escolásticas, señalando con prudente audacia caminos nuevos y originales, como en la doctrina del objeto formal de la fe, de la subsistencia creada, de la unión hipostática, del misterio eucarístico, de la solución al problema filosófico del continuo materia, etc. Es especialmente juicioso en materias morales.

Entre su teología dogmática y su teología moral existe una conexión intrínseca de fundamento a fundado. Su tratado De iustitia et iure es quizás su obra más célebre y pasa por ser una de las maestras y clásicas. San Alfonso María de Ligorio emitió sobre Lugo el siguiente juicio valorativo: “Después de Santo Tomás fácilmente se puede decir sin temor que es el primero entre los teólogos [...]; de tal manera aplica la segur a la raíz, que las razones que él aduce son difícilmente refutables” (Teologia moralis, lib. III, n. 552).

Interesado en ciencia y medicina, parece que tuvo algo que ver en la distribución europea de la quinina (llamada “corteza de cardenal” o “corteza jesuita”), que conoció por medio de Bartolomé Tafur y por su propio hermano Francisco, que había pasado años en la América española.

 

Obras de ~: Disputationes de Incarnatione Dominica, Lugduni, 1633; Disputationes scholasticae et morales de sacramentis in genere de venerabili eucharistiae sacramento de sacrosancto Missae sacrificio, Lugduni, 1636; Disputationes scholasticae et morales de virtute et sacramento poenitentia. Item de suffragiis et indulgentiis, Lugduni, 1638; De iustitia et iure, Lugduni, 1642; Disputationes schlasticae et morales de virtute fidei divinae, Lugduni, 1646; Responsorum moralium libri sex, Lugduni, 1651; Opera pothuma sive disputationum scholasticorum et moralium de angelis, actibus humanis et gratia, Coloniae, c. 1716; Opera omnia, Venteéis, 1718, 7 vols. (Parisiis, 1868-1891, 8 vols.); “De voluntate Dei”, en Archivo Teológico Granadino (ATG), 6 (1943), págs. 274-342; “De compositione continui”, y “De voluntario et involutario”, en ATG, 47 (1984), págs. 165-191 y págs. 196-331, respect.

 

Bibl.: G. Palathumpatt, Aspectus sociales in doctrina de iustitia C. De Lugo, Roma, 1857; C. Sommervogel, Bibliothéque de la Compagnie de Jésus, vol. V, Bruxelles-Paris, O. Schepens y A. Picard, 1894, págs. 176-180; H. Hurter, Nomenclator litterarius Theologiae Catholicae, vol. III, Oeniponte, 1907, cols. 911-915; J. del Arco, Metaphysica inedita J. De Lugo, Roma, 1927; J. Rompel, “Kardinal de Lugo als Mäzen der Chinarinde”, en 75 Jahre Stella Matutina, vol. I, Feldkirch, 1931, págs. 416-452; J. del Arco, “La formación del continuo según el Cardenal Juan de Lugo”, en Estudios Eclesiásticos (EE), 11 (1932), págs. 382-400; L. Gómez Hellín, “El magisterio teológico del Cardenal Juan de Lugo en el Colegio Romano”, en EE, 13 (1934), págs. 192-204; F. Alcañiz, De autographo tractatus inediti Cardinalis Ioannis de Lugo “De anima”, Madrid, 1936; L. Gómez Hellín, “El tratado inédito De gratia de Juan de Lugo según un códice salmantino”, en Gregorianum, 17 (1936), págs. 321-354; Praedestinatio apud Ioannem Cardinalem de Lugo, Roma, 1938; G. Gardia, La posizione del De Lugo nella dottrina della universale necesita e posibilita della FEDE, Cagliari, 1941; C. M.a Abad, “El magisterio del Cardenal de Lugo en España con algunos datos más salientes de su vida y siete cartas autógrafas inéditas”, en Miscelánea Comillas (MC), 1 (1942), págs. 331-370; F. Colasuono, L’essenza del peccato originale secondo J. de Lugo, Roma, 1950; G. Brink, The social thought of J. De Lugo, Washington, 1957; A. Díaz-Nava, El principio de totalidad según la doctrina del Cardenal Lugo, Santander, Gráficas Hermanos Bedia, 1960; “El dominio según la doctrina del cardenal Lugo”, en EE, 36 (1961), págs. 35-55; A. Hayashi, Proprietas privata in C. De Lugo, Roma, Diss PUG, 1962; F. Merzbacher, “Cardinal J. de Lugo als Rechtsdenker”, en Gesam. Aufsätze Kulturgesch. Spaniens, 18 (1962), págs. 269-280; C. Baciero, “Juan de Lugo y su autógrafo inédito de Filosofía”, en MC, 46 (1966), págs. 171-212; “Juan de Lugo filósofo: su Metaphysica, autógrafo inédito”, en MC, 48 (1967), págs. 407-433; “La subsistencia creada según Lugo”, en MC, 49 (1968), págs. 21-71; “Contexto filosófico del axioma Actiones sunt suppositorum en Suárez, Vázquez y Lugo”, en MC, 53 (1972), págs. 21-36; M. Cuyás, “Lugo, Juan”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972, págs. 1358-1359; E. Olivares, “Juan de Lugo (1563-1660). Datos biográficos, sus escritos, estudios sobre su doctrina y bibliografía”, y C. Baciero, “Juan de Lugo ante el problema de la subsistencia”, en ATG, 47 (1984), págs. 5-119 y págs. 131- 160, respect.; L. M. Montemayor, El error sobre la dignidad sacramental del matrimonio: evolución doctrinal, s. xiii-xvii, Roma, 1993, págs. 79-119; Ch. E . O’Neill y J. M.ª Domínguez, Diccionario histórico de la Compañía de Jesús, Roma- Madrid, Institutum Historicum Societatis Iesu-Universidad Pontificia Comillas, 2001; F. Gómez Camacho, Espacio y tiempo en la Escuela de Salamanca (el tratado de J. de Lugo, S. J., “Sobre la composición del continuo), Salamanca, Universidad, Fundación Vargas-Zúñiga y Pérez-Lucas, 2004.

 

Carlos Baciero González, SI

 

 

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