Pérez de Nueros y Maynar, Bartolomé. Calatayud (Zaragoza), c. 1548 – Alcalá de Henares (Madrid), 16.IX.1614. Jesuita (SI), teólogo y asistente de España.
Pertenecía a una notable familia, pues su padre Micer Joan Pérez de Nueros era abogado de Su Majestad en el Reino de Aragón. Su casa contaba con llamamiento a Cortes de este reino por el brazo de caballeros hijosdalgos. Tras el fallecimiento de su madre, Jerónima de Maynar, el joven Bartolomé recibió instrucción en Belmonte junto a su tío, mosén Bartolomé Maynar. Pasó a vivir, posteriormente, en Tarazona al lado de su padre, donde éste ejercía su oficio. A los quince años se hallaba en Salamanca junto a su hermano Juan, el cual habría de ser capellán real, aunque habría de ser admitido en
Precisamente, fue el gran predicador Juan Ramírez el que fomentó la vocación de Bartolomé dentro de
Ese último año le llamada el quinto prepósito general de
Desde 1589, gobernaba como provincial la provincia de Andalucía, prolongándose su mandato hasta 1594. Antes había asistido a la congregación general V (1593-1594), la primera convocada sin que hubiese muerto el prepósito general. Había regresado a Madrid, viviendo en su colegio, desde
Participó muy directamente en el prolongado proceso de elaboración de la Ratio Studiorum, sobre todo en la versión de 1591 que, todavía, no habría de ser la definitiva y en la que se había desembocado a partir de unas anotaciones realizadas al texto de 1586. Contribuyó Pérez de Nueros, a partir de un dictamen sobre la cuestión “de delectu opinionum”, a través de la cual se aconsejaba la prudencia en la determinación o imposición de opiniones en la cátedra. Se mostraba cauto en este asunto, recomendando estudiar lo que se decía en la Summa Teologica de santo Tomás de Aquino, observando las opiniones de las principales universidades, apuntando qué es lo más apropiado para la fe en el discurrir del tiempo o ejecutar estas medidas desde los maestros de la Teología. A su juicio era arriesgado definir muchas proposiciones, pues pensaba que lo más complicado era que los demás creyesen que los jesuitas condenaban las opiniones contrarias, según demostraban algunas experiencias con los dominicos. Era, sin duda, un asunto importante en el “modo de proceder” de los jesuitas en el ámbito de lo educativo. Se ocupó después de la promulgación de la versión definitiva de la Ratio Studiorum en 1599, de la uniformidad en la doctrina y así, en 1611, elaboraba una memoria sobre este asunto en la cual, en nombre de todos los profesores de aquella provincia de Toledo que gobernaba en aquellos momentos, defendía la necesidad de que existiese una cierta libertad en la opinión, basándose para ello en el decreto 41º de la congregación general V (1593-1594), aprobada por Clemente VIII. No fue ajeno a la controversia de la gracia o “de auxiliis”, pues fue uno de los firmantes de lo que había elaborado Gabriel Vázquez, representando al general Aquaviva en las congregaciones que con este motivo se celebraron bajo la presidencia del papa Paulo V, entre 1606 y 1607.
Se mostró muy crítico con la admisión de cristianos nuevos en
Obras de ~: Discurso de cómo en España se pueden evitar las competencias entre la jurisdicción eclesiástica y secular (Ms. en Biblioteca Nacional de Madrid); Epistolae P. Alphonsi Salmeronis, Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu, reedición, 1972, (32), vol. 2, págs. 811-819; Monumenta Paedagogica Societatis Iesu (1573-1580), Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu, 1981 (124), vol. 4, págs. 798-800; Monumenta paedagogica Societatis Iesu, Collectanea ad Rationes Studiorum (1582-1587), Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu, 1992 (140), vol. 6, pág. 97 y ss, 169-172, 278 y ss.
Bibl.: F. Sacchini, Historiae Societatis Iesu pars quinta sive Claudius: tomus prior, res extra Europam gestas & alia quaodam suplerit Petrus Possinus ex eadem societate, Romae, vol. 5, ex typographia Varesii, 1661, págs. 330, 523 y ss.; J. Uriarte, Catálogo razonado de obras anónimas y seudónimas de autores de
Javier Burrieza Sánchez