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Emilio Ortuño y Berte

Biografía

Ortuño y Berte, Emilio. Orán (Argelia), 28.IX.1862 – Madrid, 1936. Ingeniero de caminos y político.

Nació en el seno de una familia acomodada. Era hijo de Tomás Manuel Ortuño y de Zoa Eulalia Berte. Su niñez y juventud estuvieron marcadas por la profesión diplomática de su padre, que explica su nacimiento en Orán, donde por entonces su padre era cónsul, sus estudios de secundaria y sus comienzos en la Escuela Politécnica en París. En Madrid cursó la carrera de Ingeniería de Caminos al tiempo que obtenía la licencia militar, que le ligó a la 3.ª Compañía del Batallón de Reserva de Madrid número uno de Infantería; a primeros de agosto de 1888 fue destinado a Huelva como soldado de reserva del reemplazo de 1883, quince días después se le autorizó su traslado a Ávila y, a mediados de enero de 1891, para que fijase su domicilio en la plaza de Valladolid. Similar movilidad refleja su ejercicio profesional por entonces, que empezó como profesor y luego como catedrático en la misma Escuela de Caminos madrileña, donde impartió la asignatura de Máquinas, crea la Cátedra de Electrotecnia y un moderno laboratorio, que dotó tras conocer otros centros extranjeros. Como ingeniero del Cuerpo de Caminos, Canales y Puertos del Estado, su destino en Ávila marcó su trayectoria en adelante. Con veintiséis años, el 28 de julio de 1889 contrajo matrimonio con Petra Aboín Rojas, hija de Mariano Aboín García Coronel, conde de Montefrío, en el oratorio privado de los Aboín. Este matrimonio, además de situarle entre lo más granado de la sociedad abulense, le convirtió en cuñado de Manuel Silvela Casado y le emparentó con las familias que constituían la elite del Partido Conservador abulense, los Aboín, Jiménez Arenas y Sánchez de Albornoz.

Estos lazos familiares le vincularon todavía más con la provincia abulense porque en ella radicaban las propiedades de su esposa, en Tolbaños, Berrocalejo de Aragona, Mediana, Brieba, Bermuy Salinero, El Oso, Riocabado, San Juan de la Encinilla y Cortos, y porque pronto saltó a la política nacional por las filas silvelistas en representación de la provincia. Si en principio Emilio Ortuño siguió volcado en su carrera profesional, como atestiguan sus artículos en la Revista de Obras Públicas entre 1888 y 1898; sin embargo, tras representar a España en el II Congreso Internacional de Navegación de Bruselas (1898), salió elegido diputado conservador por Arévalo en las elecciones de 1899, senador por Ávila en las de 1901, 1903, 1905 y diputado por Arenas-Cebreros en 1907. Siempre contó con el respaldo de El Diario de Ávila, el órgano conservador vinculado a los Silvelas. A estas alturas se había convertido en un hombre de peso en el Partido Conservador abulense liderado por Alberto Muñoz Morera, junto con Pascual Amat y Nicolás Sánchez Albornoz, y también en Madrid, donde fijó su domicilio principal. A finales de enero de 1907 fue nombrado jefe superior de Administración Civil y subsecretario de la Presidencia del Consejo de Ministros del gabinete de Antonio Maura; fue director general de Correos y Telégrafos desde finales de febrero de 1908 hasta principios de noviembre de 1909. Volvió a ser reelegido diputado por Arenas en 1910; al final de esta legislatura, vio premiada su trayectoria con el nombramiento de gentilhombre de Cámara con ejercicio a finales de enero de 1914.

Antes de jurar este cargo, fue reelegido diputado por Arenas en las elecciones de 1914 y otra vez en las de 1916. En estas legislaturas volvió a ser director general de Correos y Telégrafos entre finales de octubre de 1913 y mediados de diciembre de 1915, y entre mediados de junio y noviembre de 1917. Cabe destacar, entre sus actividades desde este cargo, agilizar el funcionamiento de Correos mediante los buzones tranviarios en las ciudades más pobladas y el transporte ferroviario, abaratar las tarifas telegráficas y telefónicas, mejorar la formación de la Escuela de Telégrafos, crear la Caja Postal de Ahorros, ampliar el número de casas de correos e impulsar la construcción del Palacio de Comunicaciones de Madrid. Volvió a salir diputado por Arenas en las elecciones de 1918, 1919 y 1920. Entonces fue ministro de Fomento en el gabinete de Manuel Allendesalazar, entre febrero y mayo de 1920, y lo siguió siendo durante el gobierno de Eduardo Dato, hasta primeros de septiembre. En calidad de diputado, en marzo de 1921 fue nombrado delegado de España en la Conferencia General sobre la Libertad de Comunicaciones y Tránsito, que, convocada por la Sociedad de Naciones, se celebró en Barcelona, y un año después, a finales de marzo de 1922, presidió el Consejo Superior de Fomento. Emilio Ortuño volvió a salir reelegido diputado por Arenas en 1923.

Durante su presencia sin discontinuidad en las Cortes entre 1899 y 1923, fue secretario del Senado en la legislatura de 1903-1904, vicepresidente del Congreso en la de 1919-1920, secretario de distintas comisiones y secciones, miembro de comisiones mixtas de ambas Cámaras y desplegó gran actividad. Participó en más de medio centenar de comisiones de construcción de carreteras, casi una docena de ferrocarriles, de puertos, como la mejora del de Sevilla, y tranvías. La otra veintena larga de comisiones en que participó hace referencia al retiro en el Ejército, asuntos sociales (descanso dominical, jurados industriales y Montepío de empleados de las Cortes), económicos (incentivos al cultivo del algodón, tratado de comercio con Grecia, convenios entre empresas y acreedores y ferrocarriles secundarios), administrativos (reorganización de los servicios del Ministerio de la Guerra y jurisdicción judicial en las plazas del norte de África), de las de presupuestos de los Ministerios de Gracia y Justicia, Fomento, Marina, Gobernación y del Estado, de Ley Electoral, protocolo con la Corona y otras varias (recursos extraordinarios al Ayuntamiento de Barcelona para reformar la ciudad, corrección de estilo de la Cámara, Biblioteca del Senado, monumentos al general Martínez Campos y a Daoíz y Velarde en Segovia). Como ministro de Fomento presentó un proyecto de ley facultando a la Junta de Obras del puerto de Vigo para emitir un empréstito. Intervino con numerosos ruegos, peticiones, discursos y enmiendas al proyecto de ley de ferrocarriles secundarios, a los presupuestos generales y de los Ministerios de Agricultura y Fomento; sobre la adjudicación de obras a las juntas de los puertos, la validez de los títulos académicos adquiridos por los españoles en el extranjero; la explotación del ferrocarril, los riegos en Sevilla, urge el alumbrado de los puertos del noroeste, el encauzamiento de ríos; sobre la Escuela de capataces de viticultura y enología, los pósitos, la falta de vagones para aceites, naranjas y la utilización del Canal de Castilla, entre otros. Cabe señalar que, además de miembro de las comisiones de abastecimiento de agua a Ávila y del ferrocarril de Ávila a Salamanca, apremió con ruegos y discursos las obras de esta vía ferroviaria.

Su trayectoria política en cierta medida le obligó a renunciar al ejercicio de su profesión, pues cada vez que fue elegido senador tuvo que pedir la excedencia como ingeniero primero que era del Cuerpo de Caminos, Canales y Puertos afecto a la jefatura de Cuenca, para cumplir la Ley de Incompatibilidades de 1890. A principios de febrero de 1907, ascendió a ingeniero jefe de segunda clase del Cuerpo de Caminos, Canales y Puertos; a mediados de junio de 1916, a jefe de Administración de segunda clase y, a primeros de julio de 1926, a consejero inspector general. Su carrera política en modo alguno interfirió en sus relaciones con la Compañía General Abulense de electricidad, para la que trabajó como ingeniero, fue uno de sus accionistas destacados, presidió su consejo en 1908 y era consejero desde 1909. También estuvo relacionado con la Sociedad Cooperativa del Crédito Hipotecario El Hogar Español, que al menos presidió en 1920, y como presidente del Banco Central fue vocal de la Compañía Hispanoamericana de Electricidad (CHADE), presidida por Francisco Cambó, al menos entre 1926 y 1930 según las memorias de esta compañía. En su carrera de ingeniero, en enero de 1931 ascendió a presidente de Sección, que apenas disfrutó, jubilado por el decreto de 22 de abril del ministro de Fomento del Gobierno provisional de la Segunda República. Asesinado en 1936 por su ideología contraria a la República, en el Registro Civil del distrito madrileño de Buenavista consta que Emilio Ortuño “desapareció” el 31 de octubre de 1936, fecha de muerte que consta también en la Revista de Obras Públicas (n.º especial 1936-1939), págs. 16-17. Tras la guerra, el Ayuntamiento madrileño le dedicó una calle en el puente de Vallecas.

 

Obras de ~: “Banco de la Unión en San José de Costa Rica”, en Revista de Obras Públicas (ROP), 36-t. VI-15 (1888), págs. 234-237; “La formación de los mundos”, en ROP, 42-t. I-3 (1894), págs. 17-20; “Manuel Pardo en la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales”, en ROP, 42-t. I-32 (1894), págs. 256-257; “Pavimentos de asfalto”, en ROP, 44- t. II-1.138 (1897), págs. 73-74; “Representación gráfica de las variaciones de los elementos que constituyen corrientes alternativas”, en ROP, 45-t. I-1.171 (1898), págs. 146-149; “La enseñanza de la electricidad en Bélgica y vistas de los edificios de Zurich y Lieja”, en ROP, 45-t. I-1.172 (1898), págs. 161-164; Proyecto de reorganización del servicio de correos y establecimiento del giro de la Caja de Ahorros y de los paquetes postales, Madrid, Imprenta Alemana, 1909; Reformas de Correos: dos conferencias, Ávila, Sucesores de A. Jiménez, 1911; “El problema ferroviario: algunas consideraciones acerca del nuevo régimen para la explotación de los ferrocarriles de servicio público”, en ROP, 68-t. I-2.350 (1920), págs. 493-497; “El problema ferroviario: algunas consideraciones acerca del nuevo régimen para la explotación de los ferrocarriles de servicio público”, en ROP, 68- t. I-2.352 (1920), págs. 508-512; El problema ferroviario: algunas consideraciones acerca del nuevo régimen para la explotación de los ferrocarriles de servicio público, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1920; “La cuestión ferroviaria en España”, en ROP, 71-t. I-2.383 (1923), págs. 51-54; “La cuestión ferroviaria en España”, en ROP, 71-t. I-2.384 (1923), págs. 65-67; Bases para la resolución del problema ferroviario en España: estudio crítico-legislativo, Madrid, Imprenta de la Ciudad Lineal, 1924.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Senado, Expediente personal del Senador D. Emilio Ortuño y Berte, por la provincia de Ávila, HIS-0324-07.

L. Antón de Olmet, La figura de Ortuño. Tríptico de la vida política nacional, Madrid, Imprenta de Juan Pueyo, 1915; M. Artola (dir.), Enciclopedia de Historia de España, vol. IV, Madrid, Alianza, 1991, págs. 642-643; P. Carasa Soto (dir.), Elites políticas castellanas de la Restauración. Diccionario biográfico de parlamentarios castellanos y leoneses (1876-1923), vol. I, Salamanca, Junta de Castilla y León, 1997, págs. 430- 431; L. M. Aparisi Laporta, Toponimia Madrileña, proceso evolutivo, Madrid, Gerencia Municipal de Urbanismo-Ayuntamiento, 2001; J. L. Sampedro y F. Alos Merry del Val, 150 años del Ministerio de Fomento, Ministros de 1851 a 2001, Madrid, Ministerio de Fomento, 2001.

 

Pilar Calvo Caballero

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