Cortés y de Olarte, José María. Tarifa (Cádiz). 9.IX.1767 ant. – ?, 1810 post. Militar.
Nacido en Tarifa y bautizado allí el 9 de septiembre de 1767, fue hijo de Antonio Cortés y López, jefe del resguardo de Reales Rentas en aquella ciudad, y de Juana de Olarte y Viveros, también naturales de Tarifa.
Su abuelo paterno, Francisco Cortés y Alarcón Cerezo, era natural de Murcia, avecindado en Tarifa, ciudad en la que gozó de distinciones y desempeñó empleos reservados a los miembros del estado noble.
La abuela paterna, Juana López y Muñoz de la Mota, era natural de Melilla. Los abuelos maternos fueron Manuel de Olarte y Real, natural de Madrid, perteneciente al estado de los hijosdalgo de la Villa y Corte, y Francisca Viveros y Lara, natural de Tarifa. Sirvió en el empleo de cadete de los Reales Ejércitos desde el 18 de abril de 1785 hasta 1789. Hizo estudios de matemáticas en la Real Academia de Ceuta. El 17 de enero de 1789, al hallarse vacante en el Real Cuerpo de Ingenieros un empleo de ayudante, fue propuesto para ocuparlo, en mérito a los cursos que había seguido en la Real Academia de Ceuta, habiéndose examinado “con lucimiento” en la Corte. Se le tenía, además, por aplicado y se valoraba su buena conducta. Obtuvo el nombramiento de ayudante de ingeniero el 31 de enero de 1789. El 11 de mayo de 1794, fue ascendido a teniente extraordinario, cargo que desempeñó durante seis años y siete meses. Prestó servicios en Galicia y en Andalucía y, en mayo de 1795, embarcó con destino a las provincias internas de la Nueva España.
A los cinco años de residir en Indias, el 26 de julio de 1800 se dirigió a Su Majestad porque deseaba “continuar su mérito en España”. Fundó su solicitud en lo establecido en el tomo IV de las Ordenanzas generales del Ejército. El 27 de mayo de 1802, el virrey de la Nueva España, Félix Berenguer de Marquina, informaba al ministro José Antonio Caballero de que el Rey había resuelto que se restituyese a España José Cortés, nombrando, para reemplazarle, a Juan Pagazaurtundua.
Por Real Orden de 23 de julio de 1803, Su Majestad mandó que Cortés continuara “su mérito” en España. Por ascenso de Juan de Retz a sargento mayor de la Brigada de Ingenieros, resultó ser primer capitán del propio cuerpo José María Cortés, con el sueldo de 1.000 reales de vellón mensuales. Así se lo comunicó el conde de Fuenteblanca al ministro de Guerra, el 10 de agosto de 1804.
José María Cortés y de Olarte profesó como caballero de la Orden de Santiago, después de haber superado las pruebas para el ingreso en ella. Acreditó que era primo-hermano del también caballero profeso Ramón de Villalba y Cortés, brigadier de los Reales Ejércitos (ingresado en la Orden en 1803).
José María Cortés y de Olarte, como teniente general de Infantería y sargento mayor de Brigada del Real Cuerpo de Ingenieros del Ejército, tradujo, del francés, en el año 1807, una parte del Traité de fortification souterraine, suivi de quatre Mémoires sur les mines, escrita por el chef de Baitallon du Génie Mouzé, antiguo commandant de Mineurs. Se había editado en París, en 1804, Chez Levrault, Schoell et Cie, Libraires.
Cortés dedicó su traducción a Manuel Godoy, en tomo encuadernado con gran perfección, en estilo pompeyano, con magnífica caligrafía, tal vez obra del padre Juan Bautista Cortés o de Antonio Cortés Moreno, ambos maestros de caligrafía, activos en Madrid a comienzos del siglo xix. El manuscrito tiene un discurso preliminar del traductor. Ocupa las páginas IX a xvi. En él se refiere a Pedro Navarro, I conde de Olivieto; lo califica de “bizarro capitán” y famoso ingeniero.
También alude a Luis Collado de Lebrija, y a sus escritos sobre la aplicación de la pólvora en los subterráneos. Asimismo señala que el tratado de Mouzé se utilizaba en España para la instrucción teórica y práctica de los oficiales jóvenes del Real Cuerpo de Ingeniero destinados a la Academia de Alcalá de Henares. Cortés justificó en el “Discurso Preliminar” ser consciente de que la obra habría de ocupar un tomo excesivamente voluminoso, por lo que había consultado a la superioridad lo conveniente de dividirla en dos tomos, ya que creía necesario incluir la Memoria de Marescot. En 1807, presentó el primer tomo de la traducción, que comprende lo concerniente a la construcción de las minas, de su carga, de la figura del embudo, del ataque, del humo, de lo necesario para volar un hornillo y de cómo utilizar la pólvora. Prometía presentar cuanto antes el segundo tomo, sobre aplicar las minas a la defensa de las plazas y de otras modalidades y técnicas de su utilización.
Para entender la segunda parte de la obra, indica que le fue muy útil el Diccionario Universal de Física de Brisson, traducido al castellano y aumentado por DCC.
La parte traducida permaneció inédita. Quizá Cortés no prosiguiese la traducción del resto de la obra, ni se editase lo traducido, a causa de las perturbaciones de la guerra de 1808-1814. El tomo manuscrito es uno de los tesoros de encuadernación, de caligrafía y de dibujos de planos, esquemas y artefactos que guarda en su Biblioteca la Real Academia de la Historia. La encuadernación fue obra de Pascual Carsi y Vidal, encuadernador de Carlos IV y de su Real Imprenta.
La Junta Central Suprema Gubernativa del Reino, representada en Talavera de la Reina, por una diputación de tres de sus vocales encargó a Cortés de los trabajos de fortificación. Desempeñaba entonces el encargo de comandante de Ingenieros. El 16 de diciembre de 1808, desde el puente de Almaraz, se dirigió al conde de Floridablanca informándole de que, para seguir en su destino y no alterar el orden del servicio en términos que se hiciese “repugnante la obediencia y la subordinación militar”, se veía obligado a hacerle presente que era el decano de los sargentos mayores del Real Cuerpo de Ingenieros, con cuatro años de antigüedad de grado de teniente coronel; que a mediados de julio había abandonado su destino en Madrid, para incorporarse al Cuartel General del Ejército en Andalucía; que no había recibido premio ni grado alguno de la Junta Provisional, no por oposición, sino por su modo de pensar “siempre moderado” para no aspirar a lo que no mereciese; que tenía veinticuatro años de servicio en Europa, África y América y que en aquel ejército había dos tenientes coroneles propietarios, promovidos por la Junta Suprema de Badajoz, uno de ellos el octavo capitán en la lista general del cuerpo y el otro el 24 de la misma clase. Esperaba del conde del Floridablanca que resolviese si debía continuar con la Comandancia de Ingenieros de aquel ejército y lo que fuese de su agrado. El 20 de diciembre de 1808, desde el Alcázar de Sevilla, se mandó hacerle teniente coronel y que siguiese en su comisión. El 28 de julio de 1809, en Sevilla, se le concedió licencia para casarse con Catalina Jiménez Bretón y Landa, residente en la ciudad, por hallarse la villa de Madrid ocupada por los franceses. Catalina era hija legítima de José Jiménez Bretón y Artecona, por entonces ya difunto, caballero pensionado que había sido de la Orden de Carlos III, y comisario ordenador de los Reales Ejércitos, y de Manuela de Landa y Jiménez Bretón, hermana de José, ayudante mayor del Regimiento de Infantería de Saboya y de Pablo, pretendiente por entonces del Real Cuerpo de Artillería, aprobado. En el expediente personal de José María Cortés y de Olarte no consta que hubiera contraído matrimonio con Catalina Jiménez Bretón.
Los últimos testimonios que figuran en el expediente están fechados en Sevilla, a 26 de junio de 1809.
El 6 de julio de 1810, desde Cádiz, el Consejo de Regencia de España e Indias, en nombre de Su Majestad el Rey, había concedido a José María Cortés dos meses de licencia con todo su sueldo para que pudiese pasar a Cartagena a tomar los baños termales que había “en sus inmediaciones” con el fin de que recuperase su salud. El 3 de octubre siguiente, desde la isla de León, se le concedieron cuatro meses de prórroga, con todo su sueldo.
Obras de ~: “Discurso Preliminar”, en Tratado de fortificación subterránea escrito en francés por el Jefe de Batallón de Ingenieros Mouzé traducida al castellano de orden superior por D. José Cortés y de Olarte caballero profeso de la Orden de Santiago, Teniente Coronel de Infantería y Sargento Mayor de Brigada del Real Cuerpo de Ingenieros del Ejército, t. I, año de MDCCCVII [1807] (ms. de 548 págs. + XI láminas + 6 págs. de Índices).
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Órdenes Militares, Caballeros, Santiago, mod. 66. Año 1805; Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. C.3543.
E. Cotarelo y Mori, Diccionario biográfico y bibliográfico de calígrafos españoles, vol. I, Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1913, págs. 232-234.
Gonzalo Anes y Álvarez de Castrillón, marqués de Castrillón