O’Donnell y Anhetan, Alejandro. ?, c. 1763 – La Coruña, 2.XII.1837. Militar.
Descendiente de la antigua familia católica irlandesa de los condes de Tyrconnell, refugiada en España por su militancia jacobita, era el cuarto hijo varón del matrimonio de José O’Donnell y O’Donnell, natural de Aughenwall, sargento mayor y luego coronel del Regimiento de Irlanda, y de la luxemburguesa María Ana de Anethan y de Marechal, hija del barón de Desborn; hermano de Enrique, primer conde de La Bisbal, de José y de Carlos, que alcanzarían los tres el grado de teniente general. En 1787 era subteniente del Regimiento de Infantería de Hibernia juntamente con su hermano Carlos, mientras que sus otros hermanos militaban en el de Irlanda.
Contrajo matrimonio con Nicolasa Lestache, del que nacerían seis hijos. Comandante del 3.er Batallón del citado regimiento durante la Guerra de la Independencia, y con base en Ferrol, tuvo un encuentro victorioso contra el francés Schwartz, pero fue hecho prisionero tras la batalla de Elviña después de embarcadas las tropas de Moore a las que su unidad apoyaba (18 de enero de 1809).
Enviado a Francia, Napoleón organizó en Aviñón una unidad de Infantería con prisioneros españoles procedentes de los batallones de Asturias y Guadalajara que no habían podido embarcar desde Dinamarca a España con el resto del Ejército del marqués de la Romana, y de otras procedencias, con la idea de enviarlo a defender los intereses de su hermano José a España, por lo que recibió el nombre de José Napoleón (2 de mayo de 1809). Puesto a las órdenes del mariscal de campo José Kindelán, anterior segundo en el mando de Romana, de origen irlandés y de ideas igualmente avanzadas, convenció a Alejandro O’Donnell para que accediese a mandar uno de los nuevos batallones.
Habiendo exigido, junto con los demás mandos, el que no se les obligase a combatir contra otros españoles, el regimiento fue dispersado por diferentes guarniciones, vuelto a reunir en Holanda en 1811 y finalmente destinado a la campaña de Rusia en junio de 1812, a las órdenes del coronel Juan Bautista Tschudy. Alejandro O’Donnell, ya teniente coronel, fue agraciado con su ingreso en la Real Orden de España creada por José I, siguiendo las vicisitudes de su unidad que, incorporada a la Brigada Grandeau de la División Friant, en el 1.er Cuerpo de Ejército de Davout, adquirió gran renombre luchando en vanguardia y frente a fuerzas rusas muy superiores, batiéndolas en diversas acciones, colaborando con gran eficacia a la victoria de Polotsk (17 de agosto de 1812) y participando en Borodino y Beresina.
Dispuesta la regencia española a recuperar las tropas que servían en los Ejércitos napoleónicos en total desconocimiento de la realidad en España, encargó a su representante en Rusia, Francisco Cea Bermúdez, la difusión de unas proclamas de la que la impresa en noviembre debió de llegar a manos de Alejandro O’Donnell, que desde ese momento tomó la decisión de prepararse para desertar con el mayor número de soldados posible. Situado el Regimiento José Napoleón para cubrir la retaguardia a partir del inicio de la retirada tras la toma de Moscú (15 de septiembre de 1812), la ocasión se presentó en Vilna, donde pudo cruzar las líneas rusas con trescientos hombres, siendo cordialmente recibido por los rusos (12 de diciembre de 1812).
Acantonado provisionalmente en Memel (Prusia) tras su ocupación, O’Donnell fue llamado a San Petersburgo, desde donde organizó una gran operación de deserciones y de atracción de prisioneros españoles a los que se ofrecieron condiciones generosas y la promesa de no tener que luchar contra sus antiguos compañeros, completando la labor de Cea Bermúdez y del representante español en Prusia, José García de León y Pizarro.
Cuando contó con el número necesario, formó un nuevo regimiento que pasó a denominarse Imperial Alejandro, en homenaje de agradecimiento al Zar, y del que fue nombrado coronel (2 de mayo de 1813).
Alejandro I permitió que esta unidad, siguiendo instrucciones del Gobierno español, jurase la Constitución, reconocida en virtud del tratado de paz y alianza existente, y sirvió como guardia de honor de la Zarina y de la Reina Madre hasta el fin de la guerra.
O’Donnell acompañó al Zar a París y el Regimiento fue embarcado en Kronstadt hacia España, desembarcando en Santander (4 de octubre de 1814) al mando de José María Rubio.
Una vez en España, al año siguiente Alejandro O’Donnell volvió a tomar el mando de esta unidad convertida en el 45 Regimiento de Línea, con el apelativo de “El Moscovita”. La difusión de sus gestas y la fama liberal de su jefe le convirtieron en una de las unidades más populares y acreditadas, ingresando en él como subteniente Leopoldo O’Donnell y Joris (30 de octubre de 1819), hijo de Carlos y sobrino, por lo tanto, de Alejandro.
Tras haber sido nombrado su hermano Enrique jefe del Ejército destinado a sofocar las sublevaciones liberales iniciadas por la de La Coruña, Alejandro fue parte decisiva para la proclamación de la Constitución de 1812 por aquél en la Plaza Mayor de Ocaña y frente al Regimiento Imperial Alejandro (6 de marzo de 1820), que dio lugar al inicio del Trienio Constitucional. A pesar de haber sido uno de los artífices del triunfo revolucionario, sus discrepancias con el ministro de la Guerra, marqués de las Amarillas, y su firma al pie de una representación pública contra éste presentada en la tertulia del café Lorencini determinaron su separación del Regimiento y la inmediata orden de salida de la Corte sin juicio dos meses después.
De vuelta al servicio y con motivo de la invasión del Ejército del duque de Angulema en el que militaban sus hermanos Carlos y José, contribuyó a la defensa de San Sebastián que resistió desde el comienzo del asedio (3 de abril de 1823) hasta su capitulación (27 de septiembre), teniendo que exiliarse a Francia por ser expresamente excluido, junto con su hermano Enrique, del perdón general otorgado en Aranjuez por Fernando VII (1 de mayo de 1824).
Como consecuencia del Decreto de Amnistía de Martínez de la Rosa, pudo regresar a España en 1834, pero se vio involucrado en una conspiración de los liberales exaltados del año siguiente por lo que fue detenido (23 de agosto de 1834) y liberado poco después, viviendo sus últimos años en situación de coronel retirado.
Bibl.: M. Ibo Alfaro, Apuntes para la Historia de don Leopoldo O’Donnell, Madrid, Imprenta de Don Francisco Martínez Zambrano, 1867, págs. 39-41; A. Zviguilsky, Russie et Espagne. Etudes sur leurs relations politiques, culturelles et litteraries (1801-1861), tesis doctoral, Niza, Universidad, 1975 (inéd.); A. Gil Novales, Las Sociedades Patrióticas (1820-1823), Madrid, Tecnos, 1975, pág. 74; J. R. Aymes, La deportation sous le Premier Empire, Paris, 1983; J. Romero Alpuente, Historia de la Revolución española y otros escritos, ed. e intr. por A. Gil Novales, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1989, 2 vols.; A. Gil Novales (dir.), Diccionario Biográfico del Trienio Liberal, Madrid, Museo Universal, 1991, pág. 476; A. Ceballos-Escalera y A. Arteaga, La Orden Real de España (1803-1813), Madrid, Ediciones Montalvo, 1997, págs. 43 y 149.
Hugo O’Donnell y Duque de Estrada, duque de Tetuán