Maura y de Herrera, Gabriela. Duquesa de Maura (III). Madrid, 29.I.1904 – Santander (Cantabria), 27.X.1972. Cazadora.
Primera hija del historiador y político Gabriel Maura Gamazo, I duque de Maura, que fue por primera vez diputado coincidiendo con su nacimiento, y de Julia de Herrera y de Herrera, V condesa de la Mortera, cuya familia poseía grandes intereses en Cuba. Tuvo cuatro hermanos: María del Carmen, Julia, María Victoria y Ramón.
A los ocho años, Gabriela fue a vivir a El Pendolero, finca que linda con El Pardo, donde despertó su innata vocación (“don del Creador”, según sus palabras), hacia la cinegética y la naturaleza.
En 1921 comenzó a participar, con escopetas del calibre 16, con su abuelo Antonio Maura, en ojeos de perdices en cotos de sus tíos Honorio y Miguel Maura. Cazó patos en Doñana, y en Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real). Abatió gamos en Castillo de Viñuelas, cobrando una Medalla de Oro, venados y cochinos. Corrió liebres a caballo, acompañando a las infantas, en Venta la Rubia con su prima Constancia de la Mora, y ganó concursos de saltos. Participó como pareja de Alfonso XIII en tiros al pichón durante 1930, utilizando el calibre 12.
Tras la proclamación de la Segunda República, estuvo diez años expatriada. En 1932 fue subcampeona de Europa de tiro al pichón (modalidad mixta), y cazó perdices en el Midi francés. Al año siguiente se casó en Biarritz con Ramiro Pérez de Herrera, pero su activismo monárquico hizo que se instalase, durante la Guerra Civil, en Estoril, donde nacieron dos de sus cuatro hijos. En 1938 fue nombrada vocal del Patronato Nacional de Asistencia a Frentes y Hospitales para Portugal, cargo que le facultó desarrollar sus aptitudes pedagógicas, que aplicó tanto a enfermos, como a iletrados, a la infancia y a animales.
Pasó la posguerra en Santander descubriendo, gracias a Enrique González-Camino, la caza de aves migratorias, convirtiéndose en apasionada de la becada, pasión que le ocasionó que se le llegara a excomulgar, momentáneamente, al entrar, por error, en terreno de clausura monástica y ser mujer, en un lance a becadas.
Las abatía en El Coto, Loredo. Con la denominada pluma de pintor y el plumero de sus piezas formó unos sombreros que contienen casi todas las que cobró. Con sus otras plumas confeccionó miniaturas.
Cazó en mano perdiz parda en los montes de León y también liebres, gangas y ortegas en paso; acudió a monterías de corzos en El Saja; salió a cochinos; en agosto a codornices... En 1942 fundó la Sociedad Montañesa de Tiro al Pichón y fue cofrade de la Hermandad de San Huberto de El Saja.
Retornó a Madrid en 1951 y se empeñó en la cría de perdiz natural en Fuente el Caño, Polán (Toledo). Volvió a sus ojeos de perdiz y practicó la tórtola en paso. A raíz de organizar el I Encuentro Internacional de Cazadores de Becadas, en 1955, comenzó una rica y, en gran parte, inédita relación epistolar con grandes cazadores europeos: Démole, Castaing, Garavinni, Guizard... Entonces, Eduardo de Figueroa y Alonso-Martínez, conde de Yebes, y José Muñoz Seca la incitaron a escribir, iniciando su colaboración con la revista La Mordorée del Club Nacional des Bécassiers, de Francia, del que fue socia honoraria. Continuó desplegando iniciativas cinegéticas, como sus intervenciones en los debates que organizó la Federación de Caza para la elaboración de la Ley de Caza de 4 abril de 1970, con el fin de prolongar hasta marzo las salidas a becadas, o su defensa de los linces de Doñana.
En mayo de 1971 fue nombrada miembro del Consejo Internacional de la Caza, cargo en el que estaría poco más de un año, pues murió en Santander al año siguiente.
Obras de ~: “La Cocha”, en E. de Figueroa y Alonso- Martínez, conde de Yebes, La Caza en España, t. I, Madrid, Orel, 1964, págs. 143-170; “Prólogo”, en J. J. de Madariaga, La Caza y la Pesca al descubrirse América, Madrid, Prensa Española, 1969; “La Chasse a la bécasse a la Espagne”, en La Mordorée (Montpellier), n.os 110, 111, 112, 113 (abril de 1974-marzo de 1975); “De la caza de la misteriosa chocha o becada”, en C. Orellana (dir.), Los Libros de la Caza Española, t. III, lib. VII, Madrid, Orel, 1975, págs. 137-156; En Plenitud. Gabriela Maura, cazadora, ed. y notas de A. Pérez- Maura de la Peña, semblanza biográfica de Í. Moreno de Arteaga, marqués de Laula, Madrid, Agualarga, 1999.
Bibl.: Eclipse, “Hípica”, en Heraldo Deportivo (Madrid), n.º 392 (5 de junio de 1926), págs. 133-140; [“Gabriela Maura”], en Revista Cinegética Ilustrada (Madrid), n.º 67 (enero de 1929), portada; M. de la Mora, “Páginas Femeninas: Tres Cazadoras”, en La Actualidad Española (Madrid), n.º 275 (11 de abril de 1957); M. de la Mora, “El jardín de mi prima”, en Diario Madrid, 14 de junio de 1958; M. de la Mora, “Mi abuelo don Antonio”, en Diario Madrid, 6 de octubre de 1964; J. L. Boyer, “Les Maîtres bécassiers Espagnols”, en La Mordorée (Montpellier), n.º 181 (enero de 1992) (trad. de N. Jover, “Maestros becazadores españoles”, en Trofeo (Madrid), n.º 266 (julio de 1992), págs. 102-104); Í. Moreno de Arteaga, marqués de Laula, “Semblanza biográfica”, en G. Maura, En plenitud [...], op. cit.; X. Trías de Bes Trabal, “En Plenitud”, en Trofeo (Madrid), n.º 354 (noviembre de 1999), págs. 146-147; Barca (seud. de J. Barcaíztegui Rezola, conde de Llobregat), Campo y caza. Obra gráfica, 1974-2011, Madrid, La Trébere, 2012.
Alfonso Pérez-Maura de la Peña