Parreño y Pastor, José Cándido. Ceuta, 1.XII.1766 – Barcelona, 24.I.1838. Mariscal de campo de Ingenieros.
Fue nombrado cadete del Regimiento de Fijo de Ceuta el 1 de agosto de 1783, asistiendo a la defensa de la plaza del sitio puesto por del emperador de Marruecos (1790-1791) como abanderado de su unidad.
Estudió posteriormente en la Real Academia de Ceuta (filial de la Academia de Matemáticas de Barcelona), ingresando en el Cuerpo de Ingenieros como subteniente y ayudante de ingeniero el 23 de febrero de 1792, ascendiendo a teniente el 20 de diciembre de 1794.
En 1797 se le destinaba a la plaza de Cartagena de Indias, pero no pudo realizar el embarque por el bloqueo de la escuadra inglesa. Finalmente consiguió viajar a su destino en enero de 1800, pero al arribar a Costa Firme, quedó destinado en Caracas.
En 1801 estaba sirviendo en la Capitanía General de Venezuela, con sede en Caracas, donde realizó un proyecto para construir un parque “capaz de contener los enseres de Artillería. Fortificación, Hospitales y Provición, con una Sala de Armas proporcional al número de su esistencia”, según su Plano provisional de unos almacenes capaces de contener los enseres de Artillería, fortificación, hospitales y provisión en Caracas. Estaba firmado el 20 de marzo de 1801 en la citada plaza, con el “Vº Bº del ingeniero director Francisco Jacott”.
El citado parque se edificó sobre el pequeño y antiguo Parque de Artillería viejo, “el q. está en muy mal estado” y que está representado en el plano de la planta, con situación sesgada sobre el nuevo edificio. Para este último, adoptó una planta rectangular con patio central porticado, alrededor del cual se extienden unos locales para herramientas, “camas de provicion y efectos de hospitales, otras para lanzas, machetes, tiendas de campaña, cuerda, mecha, etc.; para montaje y demás efectos”. La sala correspondiente al lugar del antiguo Parque de Artillería, “se ha de executar así q esté destruido el antiguo parquecito”. Por último, bajo el porche se colocaron contenedores para: “Valas, Cureñas, Cañones y demás enseres”.
Acompañan a la planta del edificio un alzado de líneas sencillas, donde aparece la puerta principal recercada de piedra, y asimismo ventanas a ambos lados en forma simétrica, también recercadas en sus jambas, dintel y antepecho. Las esquinas del edificio están revestidas de piedra, rompiendo la posible monotonía horizontal de la fachada. También está dibujada una sección transversal con sus porches de arcos de medio punto que se apoyan sobre pilares sobre basas y capiteles sirviendo de apoyo a dichos arcos resaltados en su borde.
El Consulado de Caracas inició gestiones en 1797 para que se realizaran obras de mejora del camino entre Puerto Cabello y Valencia, recaudando suficientes pesos por aranceles y peajes. El itinerario del nuevo camino había de pasar por el valle de San Esteban, más corto y seguro, quedando estos tres: De Puerto Cabello a San Felipe; Camino de Aguas Calientes, con mejoras para carruajes, y Camino a Valencia de Carabobo a S. Esteban o Nuevo, con un total de nueve leguas.
La importancia militar del camino propició que no quedara al margen las obras proyectadas, tan necesarias para el comercio. Por ello se destinó el año 1806 al comandante de Ingenieros José Parreño para reconocimiento de estos caminos. Parreño realizó el Reconocimiento del Camino de Carabobo de Puerto Cabello a Valencia, firmado el 24 de marzo de 1808, dirigido al comandante subinspector del Real Cuerpo de Ingenieros. Parreño detalla que llevó a cabo los reconocimientos con “la compañía del comisionado del Real Consulado y sus prácticos”. Textualmente decía Parreño: “He recorrido de hida y buelta el camino de Carabobo o de comunicn. de esta Plaza con la ciudad de Valencia pª iniciar el que corresponde a producir el Plano, perfiles, descripción y Presupuesto relativo a su manifestación actual, y mejoras susceptibles con arreglo a las órdenes de V. sobre el particular, a conseqª de las libradas pr. el Sr. Capn Gral, en virtud de la solicitud del Real Consulado”.
Además de una descripción detallada y su medición en leguas y varas castellanas, hicieron “quatro picas o derechos de una vara poco más o menos de ancho” y, al reconsiderar este trabajo, decía que lo mejor es “levantar el plano y cortar perfiles”. Junto a estos documentos el ingeniero Parreño envió otros informes sobre varios caminos de la zona. Con estos argumentos y trabajos, Parreño redactó el mismo año 1807 el Plan de defensa de Puerto Cabello por el Cap. Primº de Ingº Don José Parreño, diciendo: “La montaña que separa los valles de Burburata y San Esteban por dominar ambos el Camino Real entre Puerto Cabello y Valencia es de suma importancia […] El corte de esta comunicación por los ingleses dejaría la Plaza sin refuerzos ni víveres” y termina añadiendo “comunica estas reflexiones sugeridas por su entusiasmo por la gloria de las Armas del Rey y el Honor del Cuerpo en que vive. Puerto Cabello, 12 de enero 1807”. Había ascendido a capitán primero el 24 de junio de 1802.
Durante la fracasada expedición de Miranda, intento de levantamiento de Venezuela en 1806, Parreño efectuó diversas obras de defensa en la plaza de Puerto Cabello, siendo ascendido a teniente coronel el 21 de mayo de 1809.
El 19 de abril de 1810 se originó el primer intento de Venezuela hacia su independencia. En una carta del 4 de marzo de 1812 indicaba “la conducta observada por el Cap. del Real Cuerpo de Ing. J. Parreño en el tiempo que ha permanecido en Caracas”. Se habla en ella de “la heroica firmeza de este oficial y las persecuciones y peligros que arrastré por no sucumbir a las instigaciones de los revolucionarios y conservar en toda su integridad la fidelidad a su rey”.
El 4 de agosto de 1811 se le ascendió a coronel de Ingenieros cuando aún permanecía en Caracas, regresando a la Península con destino en la Dirección Subinspección de Castilla la Vieja el 24 de octubre de ese año. Siempre en 1811, levantó los planos siguientes: Plano del cuartel de San Felipe en la ciudad de Santander; Plano del fuerte de San Salvador; Plano del almacén para pólvora; Plano de la batería de San Vicente de la Barquera, con dos hojas; Plano de la batería de San Vicente de la Barquera, con 2 hojas, y en 1820, Plano de la batería de Balizano, Castilla la Vieja.
Bibl.: Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1801-1821; H. Capel et al., Los Ingenieros Militares en España. Siglo XVIII. Repertorio biográfico e inventario de su labor científica y espacial, Barcelona, Publicaciones y ediciones de la Universidad, 1983; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. A. Calderón Quijano, Las Fortificaciones Españolas en América y Filipinas, Madrid, Editorial Mapfre, 1996; C. Laorden Ramos, Obra Civil en Ultramar del Real Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, 2008, 2 vols.; C. Laorden Ramos, “Obras Civiles en América del Arma de Ingenieros”, en Revista de historia militar, 1 extra (ejemplar dedicado a “Los ingenieros militares en la historia de España. III Centenario de la creación del Arma de Ingenieros”) (2012), págs. 137-154; A. Martín-Lanuza Martínez, Diccionario Biográfico del Generalato Español. Reinados de Carlos IV y Fernando VII (1788-1833), Madrid, Foro para el Estudio de la Historia Militar de España, 2012.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño