Pueyo y Díaz, Manuel. Brozas (Cáceres), 2.I.1753 – Barcelona, 25.I.1836. Militar, mariscal de campo, procedente de Ingenieros.
Fue nombrado cadete del Regimiento de Caballería Farnesio el 21 de julio de 1772. Ingresó en el Cuerpo de Ingenieros como subteniente de Infantería e ingeniero ayudante el 26 de enero de 1774, una vez terminados los estudios reglamentarios en la Real Academia de Matemáticas de Barcelona y haber aprobado el examen de suficiencia en Madrid.
Su primer destino fue al Principado de Cataluña en la plaza de Figueras, donde estuvo trabajando en las obras de construcción del castillo de San Fernando y posteriormente en las plazas de Gerona y de Rosas. En febrero de 1777 era destinado a Palma de Mallorca, levantando en 1783 el Plano general de la isla de Menorca. Permaneció en la citada isla hasta el 11 de junio de 1786 en que era nombrado ingeniero extraordinario, debiendo sustituir a Gerónimo de la Rocha en las Provincias Internas de Nueva España. Llegó a México (Veracruz), poco después de la muerte de su cuñado, el oidor de la Audiencia de México, Ruperto Loyando.
En 1787 solicitó autorización para volver a la Península con licencia por enfermedad, lo que que se le concedió. En mayo de ese mismo año llegó a Cádiz, obteniendo su ascenso a capitán el 5 de enero de 1788. Pasó, posterior y sucesivamente por las comandancias de Ingenieros de Extremadura, Aragón y Palma de Mallorca, hasta octubre de 1790 en que era destinado a Orán, sufriendo el terremoto del 9 de octubre de ese año que asoló la ciudad y participando, más tarde en su defensa. Estuvo en dicha plaza hasta 1792, año en el que el citado presidio fue entregado a la Regencia de Argel, organizando, antes de la citada entrega, la voladura de todo el sistema de minas construidas por los ingenieros españoles desde su conquista, mérito por el que fue ascendido a teniente coronel de Infantería (los oficiales de Ingenieros y Artillería podían ascender en tres escalas: la de su Cuerpo, por antigüedad, y por méritos en las de grado del Ejército y efectivo en el mismo) el 5 de octubre de ese año.
Después de abandonar Orán, se le envió nuevamente a Mallorca, siendo promovido a teniente coronel de Ingenieros por antigüedad el 1 de abril de 1797. Pasó al año siguiente a la isla de Menorca, donde estuvo dirigiendo la construcción del nuevo lazareto, permaneciendo en la isla hasta la ocupación de ésta por los ingleses en noviembre de 1798. Como consecuencia de estos hechos (al igual que toda la guarnición, por haber capitulado) fue declarado “suspenso de empleo” por dos años.
En 1802 solicitaba ayuda a S.M. para la subsistencia de su familia (casado y con cuatro hijos menores de siete años) y recobro de su salud, la continuación del sueldo y “al mismo tiempo el pasar a establecerse en Zaragoza durante la expresada suspensión para combalecer de la penosa y larga enfermedad que en los arrestos ha padecido”.
En 1804 volvió al servicio, siendo destinado a la Dirección de Ingenieros del Reino de Aragón. Promovido a coronel del Cuerpo el 25 de junio de ese año, el 30 de octubre (siempre de 1804) se le designaba como coronel jefe del Regimiento de Zapadores-Minadores, lo que significaba también el mando de la Academia de Ingenieros del Ejército, situadas ambas instituciones en la ciudad de Alcalá de Henares. Para descargarle de parte de sus responsabilidades, se nombraba jefe de estudios de la Academia al coronel de Ingenieros Pedro Giraldo de Chaves, dependiendo ambos del subinspector de Ingenieros, brigadier Miguel Hermosilla.
Pocos días después de iniciarse la Guerra de la Independencia, el 24 de mayo de 1808 los oficiales, alumnos y tropa del Regimiento y de la Academia protagonizaban un episodio conocido como “la Fuga de los Zapadores”. Lo ocurrido fue que los restos, tanto del Regimiento de Ingenieros, que estaba en su mayor parte disperso por España, como algunos de los profesores y alumnos de la Academia, decidieron marchar a Valencia para unirse al ejército allí formado, para luchar contra los franceses. El día citado, en correcta formación con la bandera desplegada y a tambor batiente, la unidad salía de Guadalajara, llegando a Valencia después de diversas vicisitudes el 7 de junio. El día anterior a su salida, una comisión de oficiales visitó al coronel Pueyo, quien, aunque no desaprobando la marcha, declinó realizarla con los “sublevados”, aludiendo problemas de salud. Sin embargo, no permaneció mucho tiempo indeciso, de forma que el 6 de junio de ese año abandonó Alcalá para incorporarse al Ejército de Aragón, con el que participó en la batalla de Épila, pasando a continuación a Zaragoza, entrando en la ciudad el 9 de julio de 1808. En este último movimiento del ejército citado, el general Palafox le confió el mando de la vanguardia y la acción de cubrir el paso del río Ebro en las inmediaciones del enemigo. Participó Pueyo en los dos sitios de Zaragoza, formando parte del Cuartel General de Palafox, hasta la capitulación de la plaza el 21 de febrero de 1809, en cuyo momento caía prisionero de los franceses.
Permaneció Manuel Pueyo en Zaragoza, por encontrarse enfermo, y, habiendo conseguido fugarse posteriormente, se presentó en Teruel al gobernador de la plaza en noviembre de 1808. A continuación, marchó a Sevilla, donde la Junta Central le ascendió a brigadier, destinándole como director subinspector de Extremadura. Allí dirigió los trabajos de defensa de Badajoz, participando en varias salidas contra el ejército sitiador hasta que, por orden del general Mendizábal, pasó al 5º Ejército como comandante general de Ingenieros, participando con dicho ejército en la batalla de Albuera el 16 de mayo de 1811. En febrero de 1813 era destinado a Cádiz como director de Ingenieros de la plaza, de donde pasó a Madrid en agosto de 1814 como subinspector de la Academia Especial de Ingenieros y del Regimiento de Zapadores-Minadores. Promovido el 30 de mayo de 1815 a mariscal de campo del Ejército, el general Blake (ingeniero general) le encomendó la reorganización de los seis batallones de Zapadores que habían realizado la campaña contra los franceses.
En 1818 se le designaba como director subinspector de Ingenieros de Cataluña. Restablecida la constitución, era nombrado comandante general interino del Cuerpo el 3 de mayo de 1820, hasta el 25 de septiembre en que se le designaba gobernador de la plaza de San Fernando de Figueras.
Tras el “Trienio Liberal” era “impurificado” por constitucionalista, aunque en 1825 era de nuevo rehabilitado y admitido en el servicio. Desaparece del Estado Militar de España a partir del año 1835, lo que sugiere que se retiró en 1834, dos años antes de su fallecimiento.
Poseía la Gran Cruz de la Real Orden de San Hermenegildo y, el 1 de octubre de 1817, se le otorgaba la Cruz de Distinción de la “Fuga de Zapadores”.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Exps. personales.
Estados del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1798-1825; Estado Militar de España, 1826-1835; Gaceta de Madrid, 7 de abril de 1834; E. Torner, “Servicios Militares del Cuerpo de Ingenieros durante la guerra de la Independencia”, en El Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Resumen Histórico de su Organización y Servicios durante la Guerra de la Independencia, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1908; Estudio Histórico del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, Madrid, Est. Tipográfico Sucesores de Rivadeneyra, 1911; H. Capel et al., De Palas a Minerva: la formación científica y la estructura institucional de los ingenieros militares en el siglo XVIII, Barcelona, Serbal - CSIC, 1988; J. O. Moncada Maya, Ingenieros Militares en Nueva España. Inventario de su Labor Científica y Espacial. Siglos XVI-XVIII, México D.F., Universidad Autónoma de México, 1993; L. M. de Diego Pareja, La Academia de Ingenieros y el Regimiento de Zapadores de Alcalá de Henares (1803-1823), Alcalá de Henares, Institución de Estudios Complutenses, 1999; J. A. Ferrandis Poblaciones, “El Arma de Ingenieros en siglo XIX. Del inicio del siglo hasta la muerte de Fernando VII (1800-1833)”, en Memorial del Arma de Ingenieros, 86, núm. Extraordinario (2011), págs. 99-116; A. Martín-Lanuza Martínez, Diccionario Biográfico del Generalato Español. Reinados de Carlos IV y Fernando VII (1788-1833), Madrid, Foro para el Estudio de la Historia Militar de España, 2012; R. Fernández López, La Academia de Ingenieros y los Zapadores-Minadores en Alcalá (1803-1823), Letrame, 2019.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño