Belestá y Pared, José. ?, s. t. s. XVIII – ?, c. 1785. Capitán de Ejército e ingeniero extraordinario.
Era hermano de dos grandes ingenieros militares, Domingo y Juan Belestá y Pared. Fue nombrado ayudante de Ingenieros e1 4 de noviembre de 1776. Llegó a las islas Filipinas en 1778, como relevo del ingeniero Pedro Cortés. El gobernador y capitán general, José Basco y Vargas, hizo grandes elogios de Belestá, diciendo que, por disposición suya, desde fines de febrero de 1780 se hizo cargo de la dirección de las obras de fortificación de Manila. En este sentido, en carta oficial fechada en la capital filipina a 18 de mayo de 1780, refiriéndose a los sujetos que más se habían señalado en los preparativos de la defensa de las Islas, hizo especial mención de José Belestá: “y el Consejo, impresionado por el elogio, decretó, el grado de Teniente Coronel de Infantería, luego que vengan los últimos planos, que no han llegado”. Pero tuvo pronto que rectificar: no se cayó en la cuenta de que Belestá acababa de ascender a ingeniero extraordinario (7 de julio de 1780), equivalente a teniente de Infantería; así que lo que se le concedió fue el grado de capitán (los oficiales de Ingenieros podían ascender en dos escalas distintas: una, la del Ejército, por elección, y otra, en el Cuerpo, por antigüedad).
José Belestá estuvo a cargo de las obras de fortificación de Manila, hasta noviembre de 1780 en que el también ingeniero Tomás Cuesta, que había sido separado de la citada dirección, volvía a ocupar ese puesto, después de ofrecer cumplida satisfacción de su actitud al gobernador, el cual, un año más tarde, daba conocimiento al Consejo de que había vuelto a encargarse de la dirección de las obras Tomás Sanz y “de las buenas disposiciones de este Oficial”.
En 1781 Belestá dirigió la construcción del almacén de pólvora de San Juan del Monte, con una gratificación de veinticinco pesos mensuales mientras durase la obra. También se encargó de terminar la nueva Puerta Real de Manila, al tiempo que realizaba un plano de la Puerta Real antigua, cuya demolición comenzó tan pronto como la nueva quedó en condiciones de permitir el paso. El piso inferior de la puerta vieja se transformó en una gran sala abovedada para servir de almacén de municiones.
La última noticia que se tiene de Juan Belestá es una carta del gobernador y capitán general, José Basco y Vargas, de fecha 30 de mayo de 1785, comunicando que “este ingeniero en su testamento legó al Rey cien pesos, por alguna omisión que dice ha tenido en el Real servicio”, añadiendo que “si S.M. no los acepta se entreguen a su madre doña Ana Pared, residente en Figueras o en Barcelona”. El gobernador, en la carta citada, señalaba que Belestá “era mozo de recomendables circunstancias y de una actividad y aplicación a su oficio dignas de un oficial que hacía honor a su Cuerpo…”.
De este ingeniero se conservan en el Archivo de Indias varios planos: Plano y perfiles de las obras ejecutadas en esta plaza [de Manila] desde el mes de diciembre de 1779 hasta fin de abril de 1780; Plano, perfiles y elevación de la Puerta Real nueva [de Manila] con una porción del puente de comunicación, de 1780; Plano, perfil y elevación de la Puerta Real antigua, de 1780, o Plano y perfil de un Almacén de Pólvora, también de 1780.
Bibl.: W. E. Retana, Breve Diccionario Biográfico de los Ingenieros Militares que han estado en las Islas Filipinas, Madrid, Memorial de Ingenieros, 1923; M.ª L. Díaz-Trechuelo Spínola, Arquitectura española en Filipinas (1565-1800), Sevilla, Escuela de estudios Hispano-Americanos de Sevilla, 1959; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993, 2 ts.; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Tomás Sanz y Colominas”, en Real Academia de la Historia, Historia Hispánica [en línea], disponible en https://historia-hispanica.rah.es/biografias/51939.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
