Bayo Lucía, Alfonso. Valencia, 8.II.1883 – Madrid, 6.XI.1955. Aviador militar.
Nacido en el seno de una familia militar: el padre, Pedro Bayo Guía, era teniente coronel de Artillería, y la madre era Concepción Lucía Vicente. Con su padre militar y su hermano mayor, Celestino, también oficial de Infantería, no es extraño que Alfonso Bayo siguiera la carrera militar; por ello, a los quince años ingresó en la Academia de Infantería de Toledo (28 de septiembre de 1898), donde permaneció cursando sus estudios hasta abril de 1900 en que recibió sus despachos de segundo teniente del Cuerpo.
El 16 de abril de este mismo año fue destinado al Regimiento de Infantería Luchana número 28, de guarnición en Tarragona. En esta plaza estuvo hasta octubre, en que con su Batallón pasó destacado a Tortosa (Tarragona), donde permaneció hasta abril del año siguiente.
Los siguientes años los pasó en Canarias, pues en mayo de 1901 fue destinado al Regimiento de Canarias número 2, de guarnición en Las Palmas, donde permaneció sólo unos días, pues a finales de mayo del mismo año se incorporó a su nuevo destino del Regimiento de Canarias número 1, de guarnición en Santa Cruz de Tenerife. En esta isla, prestando los servicios de su clase en su unidad y efectuando maniobras por el interior de la isla, permaneció hasta finales de mayo de 1903, cuando pasó destinado al Regimiento de Infantería Albuera número 26, de guarnición en Lérida, aunque Bayo se incorporó al batallón destacado en Barcelona.
El último día del año 1903, en propuesta extraordinaria, ascendió a primer teniente, continuando destacado en la Seo de Urgel, donde apenas pudo realizar servicios, pues cayó enfermo, lo que le obligó, primero, a marchar al balneario de Archena (Murcia) y, después, a tener que solicitar licencia por enfermedad.
En esta situación continuó hasta el 17 de diciembre.
A finales del año 1904, el 31 de diciembre, fue destinado al Batallón de Cazadores de Reus número 16, y se incorporó en Barcelona a primeros de enero del año siguiente.
Fue el 30 de agosto de 1906 cuando marchó a Madrid para incorporarse a la Escuela Superior de Guerra, como alumno y, por tanto, pasando a la situación de excedente en la I Región, concretamente en el Regimiento de Infantería de León número 38. Continuó como alumno en la citada escuela y en junio de 1908 fue destinado al Regimiento de Infantería de Isabel la Católica número 54, de guarnición en La Coruña. En junio de 1909 fue destinado al Regimiento de Murcia número 37. Un mes más tarde, por terminar con aprovechamiento sus estudios, se le concede el diploma de Estado Mayor y pasa sucesivamente a efectuar las prácticas reglamentarias al Regimiento Dragones de Santiago número 9 de Caballería (Barcelona), a la Capitanía General de la 4.ª Región (Barcelona) y al Regimiento Montado de Artillería (Barcelona).
Asciende al empleo de capitán de Infantería con antigüedad del 2 de enero de 1911, y se dispone a continuar sus prácticas en las comisiones del plano de Canarias y en la del plano de Palencia. En septiembre de este mismo año se declara al capitán Alfonso Bayo con aptitud acreditada en la Escuela Superior de Guerra, disponiendo vuelva a su arma de procedencia; el día 30 del mismo mes ingresa en el Cuerpo del Estado Mayor del Ejército y es destinado a la Capitanía General de la 4.ª Región.
Su solicitud de hacerse piloto aviador es aceptada y, en marzo de 1912, se incorpora al aeródromo de Cuatro Vientos para iniciar su instrucción de pilotaje.
Entre prácticas de aerostación en Guadalajara y vuelos en Cuatro Vientos, llega el 4 de diciembre, día en que realiza las pruebas para piloto militar y es declarado piloto aviador de segunda categoría. Un año más tarde, el 23 de diciembre, consigue el título de piloto de primera categoría. En este mismo año marcha a África, al campamento de Adir (Tetuán). El 1 de diciembre, en vuelo, se dirige a Arcila (Larache), donde queda como jefe del nuevo aeródromo establecido en dicho punto. En este campo, realizando misiones de reconocimiento, permanece hasta que, en enero de 1915, se incorpora como profesor al aeródromo de Cuatro Vientos.
En marzo de ese mismo año asciende a comandante con antigüedad de 30 de abril de 1914, por los méritos contraídos en las operaciones efectuadas durante su permanencia en Arcila.
En abril es designado jefe del aeródromo de Cuatro Vientos, donde días más tarde cesa por ser nombrado jefe de la rama de Aviación. En mayo de 1916 contrae matrimonio con María Teresa Ayguavives y de Möy.
Efectuando vuelos de instrucción y de profesor, y realizando numerosas comisiones, pasa a inspeccionar diversos aeródromos. Continúa como jefe de la rama de Aviación hasta septiembre de 1922 en que deja el mando de la Jefatura de Aviación y se hace cargo de la Inspección de Instrucción. El 22 de noviembre de este mismo año se le concede el empleo de teniente coronel del Estado Mayor y se dispone continúe destinado en el Servicio de Aviación, hasta que en octubre de 1923 se incorpora a Melilla para hacerse cargo, como jefe, de las Fuerzas Aéreas de Marruecos. Desde este puesto realiza vuelos de inspección a los campos de aterrizaje de la zona oriental, tomando tierra en alguno de ellos (Tetuán, Larache, Ceuta, Dar-Drius y Melilla) y participando en las acciones llevadas a cabo en las cabilas de Beni Said, Yenzamian, Beni Urriagel y Bahía de Alhucemas. Durante todo el año 1925 participa en los reconocimientos y bombardeos llevados a cabo en la zona de Tetuán y Melilla. Es tan destacada su actuación, que se dispone se abra expediente informativo por su brillante proceder.
En 1926 cesa como jefe de las Fuerzas Aéreas de Marruecos, para hacerse cargo de la Jefatura de la Base Aérea de Getafe (Madrid). Cinco meses más tarde cesa en este cargo y se le nombra jefe del Servicio de Aviación, con sede en Cuatro Vientos.
Hasta la proclamación de la República, continúa desempeñando su puesto en la Jefatura del Servicio de Aviación y en junio de 1931, acogiéndose al Decreto de 25 de abril (la llamada “Ley de Azaña”), solicita y obtiene el retiro.
Fue detenido en Madrid en julio de 1936; consiguió escaparse y esconderse en casas particulares hasta que, con documentación falsa como mayor de sesenta años, logra salir de Madrid en una expedición de la embajada de Panamá, el 19 de octubre de 1937. En Valencia embarcó hasta Marsella y llegó por tren hasta Hendaya y de ahí, a Fuenterrabía, donde le pasaportan a Burgos. Es destinado al Arma de Aviación, donde se encarga de la sección del Aire de la Subsecretaría de Guerra. Al crearse la Subsecretaría del Aire pasó a este organismo y fue el encargado de enlace del Estado Mayor del Aire con el cuartel general del generalísimo. En noviembre de 1939 se le reintegra en el Ejército con el empleo de coronel y antigüedad de 1 de diciembre de 1936, y es destinado nueve meses después a la sección de Justicia del Ministerio del Aire, donde permanece hasta julio de ese mismo año en que se le concede el reingreso en la escala complementaria del Arma de Aviación, donde permanece hasta el 6 de marzo de 1945 cuando pasa a la situación de retirado por edad.
Por Orden de 6 de mayo de 1946 es nombrado vocal del Consejo Superior de Administración de los Patronatos del Ejército del Aire, hasta 1954 en que cesa en la agregación al Ejército del Aire.
Alfonso Bayo Lucía fue calificado como hombre de orden, exacto cumplidor de sus deberes, religioso y de sentimientos patrióticos muy elevados. Su delicada salud hizo que no tuviera puestos de relevancia al finalizar la contienda española 1936-1939. Falleció en Madrid en 1955.
Estaba en posesión de las siguientes distinciones: Cruz de San Hermenegildo (1923); Medalla de Marruecos, con pasadores “Larache” y “Melilla” (1925); Cruz del Mérito Militar de 2.ª clase con distintivo rojo (1925); Cruz del Mérito Militar de 2.ª clase con distintivo rojo (1925); Cruz del Mérito Militar de 2.ª clase con distintivo rojo (1926); Comendador de la Corona de Italia (1929); Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo (1931); Cruz Roja del Mérito Militar (1939); Medalla de la Campaña (1939).
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico del Ejército del Aire (Villaviciosa de Odón, Madrid), Hoja Matriz de Servicios.
J. Doma Orduña, Historia de la Aeronáutica Española, Madrid, Instituto Luis Vives de Filosofía, 1946.
Adolfo Roldán Villén