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Max Aub Mohrenwitz

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Biografía

Aub Mohrenwitz, Max. Jusep Torres Campalans. París (Francia), 2.VI.1902 – Ciudad de México (México), 22.VI.1972. Escritor.

Su padre, Friedrich Aub Marx, nacido en Múnich y ciudadano alemán, se había establecido en París, donde era mayorista de bisutería, y su madre, parisina de origen sajón, compraba muebles y objetos de arte en París para unos conocidos anticuarios de Múnich. Aub siempre consideró a su madre como su orientadora en sus aficiones artísticas, que le enseñó a leer con la novela Los Miserables, de Víctor Hugo. Su tío Ludwig Aub, residente en Múnich era escritor. Educado en un ambiente burgués, con ama de cría francesa e institutriz alemana, su infancia transcurre entre París y una residencia de verano en Montcornet (Oise), y se educa en el colegio clásico Rollin. El estallido de la guerra europea sorprende a su padre de viaje de negocios en España. Advertido de que, por su nacionalidad, no le conviene regresar a Francia, y no queriendo tampoco ir a Alemania y verse obligado a tomar las armas y enfrentarse con sus cuñados, decide acogerse al refugio que le ofrecen unos buenos clientes de Valencia. Max es trasladado, pues, con su madre, su hermana menor, Magda, y su abuela Luisa, en un penoso y largo viaje en tren desde Montcornet, sin poder pasar por París, durante la batalla del Marne, hasta Barcelona. Los bienes de la familia fueron subastados públicamente como pertenecientes al enemigo.

Max frecuentó en Valencia la Escuela Moderna, única institución laica de la ciudad, y poco después el Instituto de Enseñanza Media, donde hará sus estudios de bachillerato, adaptándose sin problemas al nuevo idioma. Compañeros de estudio de aquellos años, como los hermanos Gaos o José Medina Echavarría, serán sus mejores amigos de siempre.

Tanto su padre como su madre eran de estirpe judía, pero por su total agnosticismo, Max no lo supo hasta alcanzar la mayoría de edad, cuando, además, se le ofreció la oportunidad de ser ciudadano español, francés o alemán. Su asimilación era total y no dudó en tomar la ciudadanía española. Pero no pudo hacer el servicio militar, como deseaba, aquejado por una fuerte miopía. Al tener que montar sobre nuevas bases su negocio, el padre aceptó la decisión de Max de trabajar para él al término de su bachillerato en 1920. La profesión le permitía viajar por toda España ofreciendo el catálogo de novedades seis meses al año, y manteniendo un contacto asiduo con las gentes y los lugares más variados del país, mientras que la universidad no le parecía un lugar adecuado para prepararse a su temprana vocación de escritor que tuvo clara desde su adolescencia. Insaciable lector, dedicaba a la escritura y a la frecuentación de los medios literarios todo su tiempo libre, y desde 1923 entra en relación con las tertulias madrileñas de Valle Inclán, Ramón Gómez de la Serna, Manuel Azaña, y con los jóvenes escritores de su generación, introducido por Enrique Díez Canedo, el crítico más prestigiado de aquellos años, a quien había sido recomendado por el escritor francés Jules Romains. Se leen poemas suyos en el Ateneo de Madrid, presentado por Luis Fernández Ardavín, y se publican en la revista España, dirigida entonces por Luis Araquistáin. Aparecen sus primeros relatos en revistas de vanguardia Verso y Prosa de Murcia, en La Gaceta Literaria de Ernesto Giménez Caballero, en Alfar de La Coruña, y se consagra en la prestigiosa Revista de Occidente y en los Cuadernos Literarios de La Lectura. En Valencia intima con otros jóvenes escritores de su generación, como Juan Chabás y Juan Gil Albert. Su primer libro de poemas, como sus primeras obras de teatro, y sus novelas cortas se habían publicado en volúmenes a costa del autor. Pero Cruz y Raya, la revista y editora de José Bergamín, le publica su obra teatral Espejo de Avaricia en 1934, y todo parece propiciar una brillante carrera literaria. Casado desde 1926 con Perpetua Barjau, una valenciana de familia hidalga, ya tiene tres hijas cuando estalla en julio de 1936 un conflicto que cambiará radicalmente su vida y la de su familia.

Preocupado desde su juventud por la realidad social y política de su país, militante del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) desde 1929, ya se ha significado al dar un año después una conferencia en la Casa del Pueblo de Madrid sobre la gran guerra y el socialismo. La proclamación de la Segunda República le había entusiasmado, y, desde 1933, su producción literaria manifiesta un claro desvío del vanguardismo y una autocrítica de su adscripción a la llamada literatura deshumanizada. Pero será ya en vísperas de la guerra civil cuando asuma como deber cívico poner su pluma al servicio de la causa republicana con piezas de teatro de circunstancias, habiendo dirigido el teatro universitario El Búho desde 1935, y asumiendo en Valencia la codirección de un periódico, Verdad, en el que colaboraron fugazmente socialistas y comunistas durante los primeros meses de la guerra. Colabora en El Socialista y en La Vanguardia de Barcelona, que va a dirigir su amigo Paulino Masip. Acepta el puesto de agregado cultural en la embajada de España en París, solicitado por Luis Araquistáin, y allí colabora eficazmente en la preparación del pabellón de España en la Exposición Internacional de 1937. A él se debió el encargo a Picasso de un lienzo que será el famoso Guernica. Regresa todavía en 1937, y es nombrado secretario del Consejo Central de Teatro, presidido por Josep Renau, en el que Antonio Machado y María Teresa León eran vicepresidentes. Acepta luego ayudar al escritor francés André Malraux en la preparación y dirección del rodaje de un filme sobre la guerra.

La versión española del guión, adaptado de un fragmento de la novela L’Espoir, es igualmente de Aub.

Sin poder terminar el rodaje de Sierra de Teruel, sale Aub de España en enero de 1939 con todo el equipo de filmación. Instalado precariamente en París, donde ya están su mujer y sus hijas, ayuda a terminar la filmación en unos estudios parisinos mientras redacta su novela Campo cerrado, primera de una proyectada serie sobre la guerra, que sólo culminará muchos años después con Campo de los almendros (1968). La historia ha dado de nuevo la vuelta para Aub, que regresa a su país natal como lo había dejado: en condición de refugiado, teniendo de nuevo que sufrir el expolio de sus bienes, esta vez en Valencia. Pero no basta: un agente doble lo denuncia falsamente a las autoridades como miembro del Partido Comunista y peligroso activista, denuncia refrendada por la embajada franquista en París. Hasta 1942, conocerá los campos de concentración franceses, hasta poder huir del campo de trabajo de Djelfa, en Argelia. Desde Casablanca embarca para encontrar su último refugio en México, donde su familia no podrá reunirse con él hasta 1946. Como tantos otros compañeros de juventud, ha de rehacer su vida, trabajando como guionista para el cine, colaborando en periódicos. Empeñado en seguir publicando sus obras literarias que, por falta de público, no encuentran editor, ha de volver a sus tiempos mozos y editar por cuenta de autor. Hasta 1961, cuando editoriales universitarias mexicanas y la editora Joaquín Mortiz, propiedad del hijo de Díez Canedo, asumen los riesgos. Ya por entonces Aub es bien conocido tanto por su obra literaria (poesía, teatro, narrativa) como por sus colaboraciones en periódicos de México, en revistas literarias y por sus actuaciones como profesor de Filmografía en el Instituto Cinematográfico de México, de Historia del Teatro en la Universidad Autónoma, asesor técnico de la Comisión de Cinematografía y, en fin, director de la Radio Televisión de la Universidad de México. En veinticinco años daría lo más granado de su obra: las seis novelas y los numerosos relatos que constituyen El Laberinto mágico, otras dos novelas grandes con tema español (Las buenas intenciones y La calle de Valverde) y su obra más traducida y celebrada, Jusep Torres Campalans, en la que aprovechó de sus dotes de pintor y de su vasto conocimiento del arte contemporáneo para, so pretexto de una falsa biografía de pintor, poner en solfa ciertos aspectos de la pintura de vanguardia a través de los cuadros pintados por él, pero atribuidos al inexistente Torres Campalans. Autor de innumerables cuentos, treinta obras teatrales en un acto, otras diez en tres actos y varios libros de ensayos literarios y una historia de la literatura española, su fama alcanza de oídas hasta España, en donde críticos e historiadores ignoran su obra y la censura no admite que se publique nada suyo hasta entrada la década de los sesenta, y sobre todo cuando el cambio de ley de la prensa, que no obliga a la censura previa, permite que, por diversos subterfugios editoriales y obligados cortes de la censura, se empiecen a publicar algunas de sus obras. Sus reiteradas solicitudes de visado para visitar España le habían sido denegadas en ocasiones como el fallecimiento de su padre y posteriormente de su madre. Privado de documentación, se nacionalizó mexicano en 1955, y desde entonces pudo hacer viajes por Europa. Sólo en 1969 se le acordó en España un visado de visita de tres meses. De ese viaje, dejaría Aub un voluminoso diario titulado La gallina ciega aparecido en México en 1971 y que sólo se publicaría en España en 1995.

Hizo un segundo viaje en 1972, a sabiendas de que sus días estaban contados. Sus diarios, publicados póstumamente, no dejan lugar a dudas de que era el viaje de adiós a la patria. Apenas regresado a México, fallecía en su casa, siendo sepultado en el Cementerio de los Españoles.

La valoración de su obra se ha ido acrecentando en España a medida que las condiciones de edición permitían la publicación de las obras prohibidas o sometidas a la censura, y el interés de los investigadores va aumentando entre las nuevas generaciones.

Sin duda, la adquisición de sus archivos y biblioteca, que se trasladan de México a Segorbe por la intervención de Miguel Ángel González Sanchís, facilitan dicho interés al abrirse las puertas a los estudiosos y crearse finalmente una Fundación Max Aub, dirigida por González Sanchís y presidida por Elena Aub, hija del escritor. Se fomenta desde allí la organización de congresos internacionales sobre su vida y obra, la publicación de inéditos, la reedición crítica de textos y finalmente la puesta en marcha de la edición de sus obras completas dirigida en la Universidad de Valencia por Joan Oleza, de las que ya apareció buena parte en 2004. Numerosas tesis doctorales se han realizado en la última década, y la difusión de su obra por medio de traducciones mantiene ese ritmo de crecimiento que culminó en los congresos y coloquios realizados en Francia, Alemania, Italia, México y España durante el centenario de su nacimiento, así como en las exposiciones sobre su vida y obra con sus correspondientes catálogos. Muy importante para el mejor conocimiento de la personalidad del escritor han sido las ediciones de buena parte de sus diarios inéditos, realizada por Manuel Aznar Soler.

La vitalidad de su obra y su influjo en las jóvenes generaciones se manifiesta tanto en la vertiente de su creación testimonial (que le hacía decir en 1946 que no tenía derecho a callar lo que vio para escribir lo que imaginaba) como en la de la obra surgida de su libre imaginación, que volverá a cultivar de manera creciente a lo largo de sus últimos años, si bien las obras en las que logró sintetizar ambas vertientes de su capacidad creadora sobresalen por su éxito de las más polarizadas en uno u otro sentido. Menos difusión ha tenido su obra teatral, por la dificultad de realizar sus tragedias en la escena contemporánea y ser muchas de sus obras en un acto “una breve escala teatral para mejor medir nuestro tiempo”, como él mismo las llamaba, difíciles de representar fuera de teatros de ensayo. Hecho para ser representado, tenía también razón al designarlo, entre tanto, como “teatro incompleto”. En todo él, no obstante, se aprecia su dominio del diálogo, como en su prosa la riqueza y perfección de la misma, realzada por un conceptismo de regusto clasicista, frecuentemente al servicio de una ironía matizada.

Obras de ~: Los poemas cotidianos, pról. de E. Díez Canedo, Barcelona, Imprenta Omega, 1925; Narciso (teatro), Barcelona, Imprenta Altés, 1928; Geografía, Madrid, Cuadernos Literarios de La Lectura, 1929; Teatro incompleto, Barcelona, Imprenta Omega, 1931; Fábula verde, Valencia, Tipografía Moderna, 1932; A., Valencia, Tipografía Moderna, 1933; Luis Álvarez Petreña, pról. y notas de M. A., Barcelona, Miracle, MCMXXXIV [1934]; Espejo de avaricia. Carácter en tres actos y siete cuadros, Madrid, Cruz y Raya-Ediciones del Árbol, 1935; Proyecto de estructura para un teatro nacional y escuela nacional de baile. Dirigido a Su Excelencia el presidente de la República Don Manuel Azaña y Díaz, escrito por ~, Tipografía Moderna, Impreso en Valencia, MCMXXXVI [1936]; Campo cerrado, México, Tezontle, 1943; San Juan (tragedia), pról. de E. Díez-Canedo, México, Ediciones Tezontle, 1943; La vida conyugal, México, Ediciones Letras de México-Libros del Hijo Pródigo, 1944; Morir por cerrar los ojos (drama en dos partes), México, Ediciones Tezontle, 1944; Diario de Djelfa [1941- 1942], México, Unión Distribuidora de Ediciones, 1944; Discurso de la novela española contemporánea, México, El Colegio de México, 1945 (Jornadas, 50); El rapto de Europa, o Siempre se puede hacer algo, México, Ediciones Tezontle, 1946; Cara y cruz (drama en tres actos), México, Sociedad General de Autores de México [1948] (Teatro Mexicano Contemporáneo, 6); Sala de Espera [Miscelánea en entregas mensuales por suscripción] (México), núms. 1-30 (junio de 1948 a marzo de 1951), 3 vols. (vol. I y II, Gráficos Guarrajuato; vol. III, Imprenta Juan Pablos); De algún tiempo a esta parte (monólogo), México, Tezontle, 1949; Deseada (drama en ocho cuadros), México, Tezontle, 1950; Campo abierto, México, Tezontle, 1951; NO, México, Tezontle (Imprenta Juan Pablos), 1952; Antología de la prosa española del siglo xix, México, Antigua Librería Robredo, 1952-1962, 3 vols.; Yo vivo, México, Tezontle, 1953; Canciones de la esposa ausente, México, Imprenta Juan Pablos, 1953; Algunas prosas, México, Los Presentes, 1954; Las buenas intenciones, México, Tezontle, 1954; La poesía española contemporánea, México, Imprenta Universitaria, 1954; Ciertos cuentos, México, Antigua Librería Robredo, 1955; Cuentos ciertos, México, Antigua Librería Robredo, 1955; Tres monólogos distintos y uno solo verdadero, México, Tezontle, 1956; Crímenes ejemplares, México, Imprenta Juan Pablos, 1957; Una nueva poesía española (1950-1955), México, Imprenta Universitaria, 1957; Heine, México, Talleres Gráficos Juan Pablos, 1957; Jusep Torres Campalans, México, Tezontle, 1958; El Correo de Euclides. (Diario conservador), Segorbe, Ayuntamiento y Archivo-Biblioteca Max Aub, 1958-1968; Cuentos mexicanos (con pilón), México, Imprenta Universitaria, 1959; Obras en un acto, México, Imprenta Universitaria, 1960; Del amor (Un espectáculo de ~. Con trajes de L. Carrington), Suplemento de Ecuador 0.º 0' 0'', México, agosto de 1960; La verdadera historia de la muerte de Francisco Franco y otros cuentos, México, Libro Mex Editores, 1960; Poesía mexicana (1950-1960), México, Aguilar, 1960; La calle de Valverde, Xalapa, Universidad Veracruzana, 1961; Campo del Moro, México, Joaquín Mortiz Ed., 1963; Antología traducida, México, Universidad Nacional Autónoma de México, MCMLXIII [1963]; Juego de cartas, México, Alejandro Finisterre, 1964; El Zopilote y otros cuentos mexicanos, Barcelona, Edhasa, 1964; Campo francés, París, Ediciones Ruedo Ibérico, 1965; Historias de mala muerte (obras incompletas de Max Aub), México, Joaquín Mortiz, 1965; Las vueltas (obras Incompletas de Max Aub), México, Joaquín Mortiz, 1965; Mis páginas mejores, Madrid, Editorial Gredos, 1966 (col. Antología Hispánica, 24); Manual de historia de la literatura española, México, Editorial Pormaca, 1966 (2 vols.); Hablo como hombre (Obras incompletas de Max Aub), México, Joaquín Mortiz, 1967; Pruebas, Madrid, Ciencia Nueva, 1967 (Los Complementarios, Ensayistas españoles contemporáneos); Campo de los almendros, México, Joaquín Mortiz, 1968; El cerco (Obras incompletas de Max Aub), México, Joaquín Mortiz, 1968; Teatro completo, pról. de A. del Hoyo, México, Aguilar, 1968; Retrato de un general, visto de medio cuerpo y vuelto hacia la izquierda. (Obras Incompletas de Max Aub), México, Joaquín Mortiz, 1969; Últimos cuentos de la guerra de España, Caracas, Monte Ávila, 1969; Guía de narradores de la Revolución Mexicana, México, Fondo de Cultura Económica, 1969 (col. Presencia de México, 4); Enero en Cuba. (Obras incompletas de Max Aub), México, Joaquín Mortiz, 1969; Novelas escogidas, pról. y notas de M. Tuñón de Lara, México, Aguilar, 1970; Vida y Obra de Luis Álvarez Petreña (novela), Barcelona, Seix Barral, 1971; Pequeña y vieja historia marroquí, Madrid, Las Ediciones de los Papeles de Son Armadans, 1971 (Azanca, 3); Versiones y Subversiones, México, Alberto Dallal Editor, 1971; Los muertos [1963] (Obras Incompletas de Max Aub), México, Joaquín Mortiz, 1971; El teatro español sacado a luz de las tinieblas de nuestro tiempo por Max Aub. Discurso leído por su autor en el acto de su recepción académica el día 12 de diciembre de 1956. Contestación de Juan Chabás y Martí. Madrid, Tipografía de Archivos, Olózaga, I. 1956, México, 1971; La gallina ciega. Diario español, México, Joaquín Mortiz, 1971 (Confrontaciones. Los testigos) (reed. ed., estudio y notas de M. Aznar Soler, Barcelona, Alba, 1995; Madrid, Consejería de Educación-Visor Libros, 2009); La uña y otras narraciones, Barcelona, Ediciones Picazo, 1972 (col. La Esquina, 3); Ensayos mexicanos, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1974; Los pies por delante y otros cuentos, Barcelona, Seix Barral, 1975 (col. Biblioteca Breve, 382); Imposible Sinaí, Barcelona, Seix Barral, 1982; Conversaciones con Buñuel. Seguidas de 45 entrevistas con familiares, amigos y colaboradores del cineasta aragonés, Madrid, Aguilar, 1985 (Colección literaria); Enero sin nombre. Los relatos completos del Laberinto mágico, Barcelona, Alba Editorial, 1994; Escribir lo que imagino. Cuentos fantásticos y maravillosos, Barcelona, Alba Editorial, 1994; De Max Aub a Unamuno (Dos homenajes), Segorbe, Fundación Max Aub, 1998; Diarios (1939-1972), ed., intr. y notas de M. Aznar Soler, Barcelona, Alba Editorial, 1998; De Max Aub a Benito Pérez Galdós, intr. de F. Caudet, Segorbe, Fundación Max Aub, 2000; Max Aub, Francisco Ayala: epistolario 1952- 1972, introd. y notas de I. Soldevila Durante [Segorbe], Fundación Max Aub - [Valencia], Biblioteca Valenciana [2001]; Cuerpos presentes, ed., intr. y notas de J. C. Mainer, Segorbe, Fundación Max Aub, 2001 (Biblioteca Max Aub, 9); Obras completas, dir. de la ed. J. Oleza Simó, Valencia, Generalitat Valenciana-Institució Alfons El Magnànim, 2001-2002 (vol. I, Obra poética completa [2001]; vol II, El laberinto mágico, I [2001]; vol. III A y III B, El laberinto mágico, II y III [2002]; vol. VII A, Primer teatro [2002]; vol. VII B, Teatro breve escrito en México con Los Muertos y El hombre en el balcón [2002]); Signos de ortografía, Valencia, Fundación Max Aub y Bancaja Segorbe, Campgrafic, 2002; Aforismos en el laberinto, Barcelona, Edhasa, 2003; Diarios (1939-1952), ed., intr. y notas de M. Aznar Soler, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2000-2003, 3 vols. (Memorias Mexicanas); Nuevos diarios inéditos (1939-1972), ed., pról. y notas de M. 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Ignacio Soldevila Durante