Durán, María. Rosina. Rubí (Barcelona), 1912 – Brasil, 6.I.1988. Escritora y oradora anarcosindicalista.
Morena, delgada, de estatura mediana, despierta, tenía carácter cordial y espíritu rebelde, según narra su compañera Lola Iturbe, en cuyo testimonio se basa la presente biografía. Nacida en el seno de una familia payesa de economía desahogada, recibió instrucción adecuada; siendo adolescente salió del domicilio familiar y fue a Granollers a trabajar en una fábrica. Allí contactó con militantes de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), en especial Valerio Mas, que la iniciaron en el ideal libertario, el cual ya no abandonó hasta su muerte.
Trasladada a Barcelona, colaboró con los comités de apoyo a presos y se significó pronto con la palabra y con la pluma, por lo que su intervención era requerida con frecuencia en mítines y sus escritos solicitados por revistas y periódicos. En la Ciudad Condal se adhirió al grupo Renacimiento (con Juan Marset, Joaquín Penina, Roura, etc.) y, después, a la agrupación libertaria naturista Sol y Vida, del Clot —que compaginaba el excursionismo con la propaganda—, y publicó sucesivamente las revistas Ética (1927-1929) e Iniciales (1929-1937). Por entonces participó en la Escuela Natura, dirigida por Puig Elías.
En el inicio de la década de los treinta se relacionó con el grupo Tierra y Libertad, editor del periódico del mismo nombre; allí publicó uno de los escasos textos que se han conservado de su pluma (18 de julio de 1931), en el que reflejaba su preocupación por la situación de ignorancia de las mujeres (y de muchos hombres), que les impedía hacer valer su libertad, pues -afirmaba- esta no se compra ni se da, se toma. Después se integró en la Federación Anarquista Ibérica (FAI), formando parte del Grupo A (con Toryho) e ingresó en Juventudes Libertarias. Por estos años conoció a significadas personalidades del anarquismo, como Nettlau (que le ofreció un ramito de violetas en una gira campestre de 1932 en el Parque Corbera de Rubí) y Faure.
Por entonces comenzó a ser habitual en las iras y mítines de la región: en agosto de 1932 asiste a la gira libertaria de los grupos de la comarcal de Panadés a la fuente Torra Ramona, en la que, después de charlar y comer, interviene en el mitin al aire junto a Paquita Galí y Jaime R. Magriñá, lo que repiten con gran animación en diciembre; el 13 de noviembre de 1932, domingo, mitineó en el cine Doré de Tortosa (con Torrent y Cano Ruiz), en un acto que aceptaba la controversia. Igualmente, aparecía en Sabadell, Calonge, Granollers, Rubí, Olessa, etc.
Más adelante, para evitar la represión tras los sucesos del 6 de octubre de 1934, pasó unos meses en clandestinidad, no sin antes haber intervenido en Bañolas y Barcelona, en el mitin monstruo de las Juventudes Libertarias (junto a Martínez y Mestres).
En 1936 repite las intervenciones regionales, extendidas a lugares más alejados: Valencia, Huesca, Sariñeña, etc. El domingo 24 de mayo, representando a las Juventudes Libertarias, habló en el acto de afirmación juvenil y anarquista celebrado en la plaza de toros de Málaga (con Calero, Combina, Ascaso y Doménech), para explicar los acuerdos del reciente congreso de CNT, siendo detenida a la salida; trasladada a la cárcel, secundó una huelga de hambre en protesta por las malas condiciones del establecimiento, por lo que fue hospitalizada. En julio, con Arturo Parera, Claro José Sendón, Carlos Zimmerman y Francisco Arín recorrió Andalucía, día 12 en Huelva y Córdoba, y 18 en Carmona, con Arín y Parera, del que al volver al hotel de Sevilla fueron detenidos (y fusilados) sus compañeros, y ella -se le dio por muerta en la prensa- logró salvar la vida al llegar más tarde y ser advertida por un camarero; ocultada en casa de un compañero, será arrestada y enjuiciada con nombre falso.
Condenada a muerte, tras 18 meses en capilla, la pena capital le fue conmutada por la de 30 años; pasó por las cárceles de Valencia y Amorebieta, desde la que fue trasladada en un convoy de 450 mujeres a Santurrarán, para encontrarse en la prisión de Mallorca en 1942 cuando le conceden la libertad condicional. Volvió a Barcelona, se implicó en el auxilio de los presos y ejerció de correo para asuntos de la resistencia anarquista hacia 1947-1948. Descubierta, logró escapar con su compañero a Francia y, después, a Brasil en los sesenta, donde murió su pareja en Santos en 1967. Ella realizó algún viaje a Buenos Aires a ver a sus antiguos compañeros (Villar, Santillán, Herrera y Toryho). Volvió a Barcelona y vivió en el anonimato hasta su muerte.
Obras de ~: La Juventudes Libertarias. Sus tácticas. Sus principios, Málaga, julio de 1936 (en prensa).
Bibl.: El movimiento libertario recuerda, Burdeos, Tierra y Libertad, 1944; J. Peirats, “María Durán”, en Frente Libertario, 49 (París, 1974); L. Iturbe Arizcuren, La mujer en la lucha social y en la guerra civil española, México, Mexicanos Unidos, 1974, págs. 85-88; “Recuerdo de María Durán”, en Polémica, 31 (1988); M. Íñiguez, “Durán, María”, en M. Íñiguez, Esbozo de una enciclopedia del anarquismo español, Madrid, Fundación Anselmo Lorenzo, 2001; M. Amorós, Biografías de los principales miembros y colaboradores de Los Amigos de Durruti, Barcelona, 2002; M. Íñiguez, Enciclopedia histórica del ibérico, Vitoria, Asociación Isaac Puente, 2018, pág. 813.
Ignacio C. Soriano Jiménez