Díaz Miranda y Arias de Velasco, Eulogio. Sama de Grado (Asturias), 11.IV.1819 – 15.VII.1894. Diputado.
Nació en la casa solariega llamada El Pontigo, hijo de Jacinto Díaz-Miranda y González-Pardo y de María del Carmen Arias de Velasco y Arias de Velasco, en el seno de una familia de buena posición social y económica. Su padre, liberal comprometido con la Constitución de 1812, fue el primer alcalde constitucional de la villa de Grado. Huérfano de padre desde niño, fue criado en la casa de su abuelo paterno, Sancho Díaz-Miranda y Fernández-Miranda, liberal, que había sido miembro de la Junta general del principado y heredó la ideología liberal y constitucional, a pesar de que la familia de su madre era carlista, y su afición por la política. Miembro del Partido Progresista, Eulogio Díaz-Miranda fue el principal inspirador para la unión de liberales y moderados (1854), en parte, por la amistad que le unía con Antonio Méndez Vigo, en sucesivas reuniones celebradas en la Universidad de Oviedo bajo la presidencia de Pedro Álvarez Celleruelo. Apoyó los levantamientos que tuvieron lugar en Asturias (1853), y en concreto en Grado y dirigido por su cuñado, Ceferino Rodríguez Cañedo, contra el régimen moderado, que sería la base de las futuras Milicias nacionales constituidas en Asturias. Alcalde de Grado en varias ocasiones, fue diputado a Cortes generales en la legislatura de 1854-1856 y participó en muchos actos políticos previos al destronamiento de Isabel II (1868). Después de la revolución fue gobernador civil de Asturias (1868) y trabajó para mantener a los unionistas como fuerza viva, consiguiendo el cincuenta por ciento de los escaños en las constituyentes de 1869. Diputado de nuevo en la legislatura de 1871, en pleno reinado de Amadeo de Saboya, Díaz Miranda trabajó por mantener la unión de moderados, carlistas y partidarios del duque de Montpensier, un bloque de oposición a la figura del rey Amadeo I, que logró en Asturias un triunfo pleno y fue el origen del posterior Partido Alfonsino asturiano, creado en 1872, con el objetivo de restablecer el regreso de la dinastía borbónica a España. Su última acta de diputado fue en la legislatura de 1876.
De su trabajo como parlamentario destacan las obras para mejorar las infraestructuras de Asturias. Firmó la petición para la construcción del nuevo puerto de Gijón (1855), para la creación del ferrocarril Sama de Langreo-Gijón (1853 y 1855), la carretera de Avilés a Grado por Candamo (1855), la de Builla de Quirós a Trubia pasando por Caranga (1860), la de Cornellana a La Espina (1876) y la de Quirós a La Magdalena (1877).
Había casado en 1840 con Manuela Arango y Laguna, hija del general Arango, ayudante del general Fuertes Acevedo, y tuvo siete hijos, tres varones y cuatro mujeres, preocupándose de que los tres varones recibieran estudios superiores. En su testamento dejó una manda para que se construyeran escuelas en Sama de Grado. Su último servicio político fue la reorganización del Partido Liberal que le encargó Sagasta (1892).
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 65 n.º 1, 78 n.º 13; Archivo de Revillagigedo, C. Miranda, Árbol Genealógico de la Casa de Miranda de Grado o del Campo de Trubia; Diario de Sesiones de Las Cortes, legislaturas de 1854-1856, 1871 y 1876.
Redacción [Necrológica], en El Carbayón, 17 de julio de 1894; F. Canella y Secades, Representación asturiana administrativa y política desde 1808 a 1915, Oviedo, Imprenta de Flórez, Gusano y Cía., 1915; A. Fernández Miranda, Grado y su concejo, Oviedo, 1982; J. Junquera Prats, La Casa Díaz- Miranda, Madrid, Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía, 1995.
Honorio Feito Rodriguez