Tejada, Juan de. Torrejón (Cáceres) f. s. XV – Valladolid, 8.VIII.1550. Religioso franciscano (OFM), místico, director espiritual de San Francisco de Borja.
Nació en Torrejón (Cáceres) en los postreros años del siglo XV. Durante algunos años se dedicó a la vida eremítica, tras lo que pasó a Barcelona ingresando como religioso lego en el convento franciscano de Santa María de Jesús de dicha ciudad. Su vida en el claustro fue edificante desde el primer momento: su alimento era sólo pan y agua; dormía sólo dos horas; hacia el oficio de todos los religiosos, y pasaba de rodillas en oración muchas horas, a veces hasta ocho seguidas. Fue uno de los representantes de la oración del recogimiento, que tuvo gran difusión en aquellos tiempos.
En Barcelona entabló amistad con el entonces virrey de Cataluña, san Francisco de Borja, que solía decir del lego franciscano: “He encontrado una joya más preciosa que todos los tesoros de la tierra, un escogido del Señor”. Juan de Tejada inició en la oración del recogimiento al santo duque y cuando éste pasó, a la muerte de su padre en 1543, a Gandía, para tomar posesión del ducado, obtuvo autorización de los superiores de la orden y del mismo papa para llevárselo consigo.
En 1546 los jesuitas fundaron en Gandía el colegio de San Sebastián, que un año después, el 4 de noviembre de 1547, el papa Paulo III elevó a universidad. Juan de Tejada, a instancias del mismo san Francisco de Borja, explicó a los primeros jesuitas de la recién creada Universidad de Gandía la oración del recogimiento. Conocieron esta corriente de espiritualidad y la abrazaron el primer rector, Andrés de Oviedo, y Antonio Cordeses, que fue también rector y luego provincial de Aragón.
El obispo de Cartagena, Juan Martínez Silíceo, que quedó admirado de la santa vida de Juan de Tejada y de la ciencia infusa con que le favoreció el Señor, le mandó estudiar latín y lo ordenó sacerdote. Habitualmente residió en el antiguo convento franciscano de Gandía, y al instalarse las religiosas clarisas en la misma ciudad, estuvo destinado a su servicio espiritual.
El santo duque lo envió en 1550 a Valladolid. Al poco de llegar a la ciudad castellana contrajo una grave enfermedad que le llevó a los tres días a la muerte, el 8 de agosto de 1550, después de haber sido visitado y consolado por el mismo san Pedro de Alcántara.
Recibió sepultura en la misma iglesia del convento de San Francisco, donde siete años después fue enterrada sor Francisca de Jesús, tía de san Francisco de Borja, que falleció el 28 de octubre de 1557.
Bibl.: M. Andrés Martín, La teología española en el siglo XVI, vol. 2, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), 1977, págs. 507-611; “Pensamiento teológico y vivencia religiosa en la reforma española (1400-1600)”, en R. García Villoslada (dir.), Historia de la Iglesia en España, vol. III, t. 2, Madrid, BAC, 1980, págs. 269-361; C. de Dalmases, El padre Francisco de Borja, Madrid, BAC, 1983; C. Ángel, Religiosos Ilustres de las Seráficas Provincias de Valencia, Petra (Mallorca), Imprenta Apóstol y Civilizador, 1988, págs. 49-50; A. Llin Cháfer, Modelos de vida cristiana, Valencia, Edicep, 1999, págs. 39-40.
Arturo Llin Cháfer