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Pedro Ruiz Sarmiento

Biografía

Ruiz Sarmiento, Pedro. Señor de las villas de Ribadavia y Santa Marta de Ortigueira y del lugar del Burgo do Faro. ?, p. m. s. XIV – Lisboa (Portugal), 1384. Adelantado mayor del Reino de Galicia.

Pertenecía a un linaje de pequeños caballeros, los Sarmiento, originario del área de Carrión de los Condes, pero con una destacada presencia durante el reinado de Pedro I. Su padre, Diego Pérez Sarmiento, había sido nombrado en 1354 adelantado mayor de Castilla por este Monarca, quien en 1358 le había entregado el condado de Castrojeriz.

La primera noticia sobre este personaje se remonta al año 1366. El 16 de marzo de este mismo año Enrique de Trastámara penetraba en Castilla dando lugar al inicio de la guerra civil (1366-1369). Tomando como cabeza de puente Calahorra, don Enrique lanza un ataque al que Pedro I no puede resistir, lo que le obliga a ir retirándose. A comienzos de abril, el Trastámara entra en Burgos, donde es proclamado rey el día 5 de ese mes. Ya coronado, Enrique II parte rumbo hacia Toledo. La rapidez y la facilidad de su avance, sin apenas oposición, explican que su causa no pare de ganar adeptos. Así, poco antes de llegar a Toledo, según refiere el cronista Pedro López de Ayala, una serie de caballeros se unen a su causa. Uno de ellos es Pedro Ruiz Sarmiento.

Durante los años de contienda, las actuaciones de don Pedro contribuirán a afianzarlo como uno de los más destacados partidarios de la causa enriqueña. Entre 1366-1367 toma partido en una expedición militar por tierras gallegas. En ella, comprueba in situ la debilidad de la resistencia que los petristas pueden oponer. Tanto es así que la campaña se salda con ocupación de la mayoría de las ciudades. En una de éstas, Tuy, el asalto de Sarmiento y sus hombres se salda con el incendio y destrucción de una parte de la población. Poco después, el 3 de abril de 1367, combate en la batalla de Nájera al lado de Enrique de Trastámara contra el retornado Pedro I. El resultado se salda con una derrota estrepitosa y numerosas bajas en las filas enriqueñas. Diferente suerte corrió don Pedro, a quien Ayala incluye, como a él mismo, en la lista de los capturados tras el combate. Desde entonces no se vuelve a tener noticias de este personaje hasta 1370.

La guerra civil, que finaliza en 1369 con el asesinato de Pedro I a manos de su hermano don Enrique, no supone, como cabía esperar, el fin de las operaciones militares. Pese a la muerte del anterior monarca, Enrique II todavía no había conseguido sofocar los numerosos focos petristas que resistían en diversas áreas del Reino. En una de éstas, Galicia, reino donde Pedro I había tenido algunos de sus más firmes seguidores, es donde se desestabiliza la situación en 1370. Fernando de Castro, capitán de los petristas gallegos, que se había exiliado en Portugal tras la derrota, invade Galicia el verano de ese año. Santiago, Tuy y Lugo caen en sus manos, mientras que La Coruña se decanta del lado portugués. Ante la gravedad del asunto, Enrique II decide asestar un golpe que elimine definitivamente la amenaza petrista. Para ello, envía a Galicia a Pedro Manrique, adelantado mayor de Castilla, y a Pedro Ruiz Sarmiento, a quien el 30 de julio de 1370 había nombrado adelantado mayor del Reino de Galicia. El plan puesto en marcha surte efecto y al año siguiente, 1371, Ayala señala en su crónica la victoria obtenida sobre Fernando de Castro en la batalla de Porto de Bois, lugar próximo a Lugo. La importancia de este éxito es capital. Si por un lado desarticulaba casi definitivamente al petrismo gallego, por otro afianzaba la figura de Sarmiento como hombre fuerte de Enrique II en Galicia.

En pago por sus servicios, Pedro Ruiz Sarmiento fue recompensado por Enrique II con la concesión, en 1372, del lugar del Burgo do Faro (actual parroquia de Santa María do Burgo en el municipio coruñés de Culleredo) y de las villas de Ribadavia y Santa Marta de Ortigueira en 1375. Posteriormente, Juan I le haría entrega, en 1379, de la villa burgalesa de Sasamón junto con la tierra de Sobroso y Avión, el coto de Anllo y el Ribeiro de Avia, donaciones que llegan a su fin en 1380 con la tierra del Chao de Castela y el coto de Bolo de Senda. Todas estas mercedes convierten a Sarmiento en uno de los principales señores en las actuales comarcas orensanas de O Ribeiro y O Carballiño.

Pero la presencia de don Pedro en Galicia lejos de devolver la tranquilidad, supuso un nuevo foco de tensiones y desórdenes. Así, siguiendo las directrices de la Corona, impuso un férreo control sobre los obispados de Lugo y Mondoñedo, merced a la suspensión de la jurisdicción de sus prelados y al control de las fortalezas episcopales a cuyo frente sitúa a sus hombres de confianza. Por otra parte, Sarmiento se vale del temor que despiertan sus compañías de mercenarios para someter a la población a una descarada extorsión. Especialmente airadas fueron las protestas que levantó entre numerosos cenobios gallegos, víctimas de sus prácticas de voraz encomendero.

El fin de los días de Pedro Ruiz Sarmiento llegaría en 1384, víctima de la peste en el cerco de Lisboa. Un año antes, en 1383, había sido convocado por Juan I para intervenir en apoyo de sus derechos al Trono portugués tras la muerte de Fernando I. Castellano de nacimiento, sus restos descansarían para siempre, por expreso deseo, en la capilla mayor de la iglesia de Santa María de Sasamón.

 

Bibl.: L. Suárez Fernández, Historia de España: Edad Media, Madrid, Gredos, 1978; J. García Oro, La nobleza gallega en la Baja Edad Media: las casas nobles y sus relaciones estamentales, Santiago de Compostela, Bibliófilos Gallegos, 1981; G. F. Fernández Suárez, La nobleza gallega entre los siglos XIV-XV: los Sarmiento, condes de Ribadavia, Santiago de Compostela, El Eco Franciscano, 2002.

 

Gonzalo Francisco Fernández Suárez

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