Gutiérrez de Espejo, Francisco. Santiago de Chile (Chile), 5.XI.1687 – 3.VII.1772. Gobernador de Chiloé y Juan Fernández (Chile).
Hijo de Pedro Gutiérrez de Espejo, natural de Concepción, y de Magdalena Morrillo y Cajal, estudia en el Colegio de la Compañía de Jesús de Santiago, para ingresar luego en la carrera militar en las compañías de milicias de la capital; ingresó además al cabildo, del que es regidor, en 1717 alférez real, y en 1719 alcalde de moradores.
Casó en Guayaquil, en 1725, con Josefa Pacheco y Ramírez de Arellano, matrimonio del que nacieron diecisiete hijos.
De regreso en Chile después de su intervalo en Guayaquil, donde actúa en operaciones comerciales, en 1739, el presidente, José Antonio Manso de Velasco, lo nombra interinamente gobernador de Chiloé, a la sazón vacante.
Desempeñando el archipiélago austral un importante papel estratégico en el ámbito del virreinato de Perú, debe velar la custodia de sus islas y puertos a fin de evitar intentos de ocupación de las potencias enemigas de España.
Durante su mandato debe precisamente entender en la delicada situación suscitada por el ingreso al Pacífico de la escuadra inglesa del comodoro Jorge Anson, que puso en la mayor alarma a las autoridades de Chile y Lima.
Habiendo naufragado en mayo de 1741, en la isla de Guayaneco, al sur del archipiélago, uno de sus barcos —la fragata Wager—, los sobrevivientes se entregan en calidad de prisioneros. Entre ellos se cuenta el poeta John Byron, que en su obra Náufrago de la Wager, que contiene el relato de los grandes padecimientos sufridos por él y sus compañeros en las costas de Patagonia describe en detalle el episodio, así como el recibimiento benévolo dispensado por Espejo y sus oficiales; fueron reembarcados al norte en enero de 1742.
Junto a otras materias, en agosto anterior había creado una escribanía en Castro, la capital del archipiélago, publicando al mes siguiente los nuevos aranceles de la provincia.
Reintegrado sucesivamente al Callao, y a Santiago, a raíz del maremoto del 25 de mayo de 1751, que asolara el archipiélago de Juan Fernández, con muerte de su gobernador, Navarro Santaella, en junio de 1750 es nombrado interinamente por el presidente Ortiz de Rozas en su reemplazo, embarcándose hacia aquellas islas, a las que arriba el día 10.
En el puerto de San Juan Bautista reconstruye la iglesia, las baterías, los cuarteles y las casas destruidas en el maremoto. Permaneció en el mando hasta 1758, en que es suspendido violentamente por orden del presidente Manuel de Amat. Sus últimos años los pasó en pleitos destinados a recuperar su honor, ultrajado por efecto de aquel despojo.
Bibl.: J. Byron, Náufrago de la Wager, que contiene el relato de los grandes padecimientos sufridos por él y sus compañeros en las costas de Patagonia, trad. de J. Valenzuela, Santiago de Chile, Imprenta Cervantes, 1901, pág. 116; J. L. Espejo, “Don Francisco Gutiérrez de Espejo, Gobernador de las Islas de Chiloé y de Juan Fernández”, en Boletín de la Academia Chilena de la Historia (Santiago de Chile), 69 (1963), págs. 30-84.
Gabriel Guarda, OSB