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Elvira González de Medina

Biografía

González de Medina, Elvira. Ávila, 1410 – 1486. Noble, fundadora del convento de la Encarnación.

Acerca de su ascendencia, se sabe poco. Probablemente nació en 1410. Su padre se llamaba Ferrand García, pero se ignora de dónde venía, ni dónde vivía.

Se sabe que su hija Elvira habitaba en Ávila en uno de los cuatro palacios existentes entre el cimborrio de la catedral y la puerta de San Vicente. Estos palacios, hoy bastante notificados, eran el de los Verdugo, los Velada, los Águila y Villaviciosa. El habitado por Elvira era el de Villaviciosa, más conocido actualmente por el del marqués de Peñafuente, situado en la plaza de Sufraga. ¿Por qué ocupaba esta mansión Elvira González de Medina? N. González escribe: “Teniendo en cuenta que la casa de los Águilas fue titular del mayorazgo de Villaviciosa, y que el palacio de los Águila colindaba con el de Villaviciosa, tenemos que suponer que Doña Elvira González de Medina tenía alguna relación con estos linajes. Hemos estudiado detenidamente la razón por la cual esta señora tenía allí su residencia, y no hemos encontrado otra explicación más que por parte del Arcediano Don Nuño González del Águila. Los antecedentes de esta señora se parecen a los de la Magdalena del Evangelio [...]”.

En el año 1424 Nuño aparece como canónigo de la catedral abulense y, como tal, ocupando una de las viviendas del Cabildo en esta calle. Fue arcediano en 1450.

“Doña Elvira, nacida de familia innominada, plantó sus gracias femeninas en dos linajes campanudos, los Villaviciosa y los Águila. Amancebada, sin duda, con un personaje de tanta categoría social... de su distinguido amante parió doña Elvira dos hijos y dos hijas, los cuatro llevaron el apellido Águila reconocidos por el padre...” “¿Por qué fundaría doña Elvira este beaterio? ¿Por decepciones familiares? ¿Para probar su entera virtud en una sociedad que prefería la muerte a la infamia? ¿O es que le había sonado la hora justiciera de la muerte y quería reparar los pecados de la mala vida pasada?... La mejor salida a su soledad y a su gloria fue seguir el ejemplo de su contemporánea, viuda, doña Catalina Guiera, que acababa de fundar un beaterio dedicado a Santa Catalina para dominicas [...].” Teniendo en cuenta el conjunto de circunstancias que concurren, no cabe duda de que en el alma de Elvira se produjo una profunda conversión. No se sabe si fue ella realmente culpable de la situación en que tuvo que vivir. Elvira decidió fundar el beaterio acogiéndose a las normas del Carmelo Calzado. Para llevar a cabo su obra contó inmediatamente con la ayuda de Gutierre Álvarez de Toledo, maestrescuela de Salamanca, hijo de García Álvarez de Toledo, I duque de Alba. El maestrescuela de Salamanca, que después sería obispo de Plasencia, ofreció a la fundadora los ingresos que él percibía de los vecinos de cuatro pueblos de Ávila, Velamuñoz, Albornos, Riocabado y Zurita.

Además, Gutierre ayudó a Elvira a dirigirse al Papa solicitando la correspondiente autorización para fundar el beaterio. El 14 de junio de 1479 los canónigos citados Tamayo y Álvarez de Palomares se trasladaron al palacio de Elvira, convertido ya en “casa de religión de beatas y hermanas, bajo el título de la Virgen María”, saludaron a las “honestas y devotas vírgenes o beatas”, que vestían el hábito correspondiente, vieron que vivían conforme a la “regla de la religión aprobada canónicamente por la Sede Apostólica y que estaba en vigor actualmente, pasaron a la capilla, les dieron a conocer su definitiva resolución, pronunciando y sentenciando la fundación, en virtud del mandamiento apostólico otorgado por el Nuncio [...]”.

“En el año 1515 se traslada la comunidad al nuevo edificio, el actual, donde viviría Sta. Teresa unos treinta años. La fundadora murió el año 1486. Una hija suya, Catalina del Águila, que estaba en otro beaterio junto al convento de Santa Catalina se pasó a este del Carmen con otras tres compañeras en el año 1486, y fue segunda superiora y madre del beaterio gobernándole con discreción y prudencia, aunque sin constituciones particulares, porque éstas se ordenaron por los prelados de esta sagrada religión el año 1495 [...].” Los biógrafos de santa Teresa han repetido que desciende de los Cepeda de Tordesillas. Si esto es así, como parece cierto, había que concluir diciendo que Elvira era tatarabuela de la santa, por ser la madre de María del Águila, esposa de Pedro de Cepeda. Ambos serían los padres de Inés de Cepeda, abuela paterna de santa Teresa, quien se casa con Juan Sánchez de Toledo y Cepeda, los padres de Alonso Sánchez de Cepeda, padre de santa Teresa.

 

Bibl.: N. González González, Historia del monasterio de la Encarnación de Ávila, t. I, Ávila, 1995; C. Ramos Iglesias y R. Grande del Brío, Riocabado, Historia, Tradiciones y Ecología, Riocabado (Ávila), Ayuntamiento, 2000; F. López Hernández, Personajes abulenses, vol. II, Ávila, Caja de Ávila, Obra Social, 2007, págs. 75-79.

 

Francisco López Hernández