Ferreira de la Torre, Carlos. Valdemoro (Madrid), 10.XII.1914 – Puerto de la Cruz, Tenerife (Santa Cruz de Tenerife), 13.VII.1990. Escultor.
Vivió en Valdemoro durante los primeros años de su vida. Su padre, coronel de la Guardia Civil, estaba destinado en el Colegio de Guardias Jóvenes. Desde los ocho hasta los diez años los pasó en Tarragona en una casa frente al Campo de Marte, limitado por las murallas romanas, lo que despertó su interés por la escultura. A los diez años, la familia se traslada a Madrid y tres años más tarde, a una casa alquilada en Getafe, en contacto con el campo. Allí afirmó su vocación de escultor. Con el barro que un conocido de su familia le proporcionó por aquel entonces realizó sus primeras esculturas. Tuvo siempre presente en el recuerdo la experiencia de su primer intento de transformar, valiéndose de un clavo, un trozo de piedra arenisca en una figura humana.
En 1929 ingresó en la Escuela de Bellas Artes y se matriculó en Ciencias exactas. Pronto abandonó la Escuela de San Fernando, desengañado de sus procedimientos pedagógicos academicistas. En 1931, la familia Ferreira cambió de residencia y se instaló en La Coruña, lo que le desligó a Carlos de su ambiente artístico. Más tarde se establecieron en Toledo. Abandonó, ya mediada, la carrera de Ciencias exactas y se matriculó en Medicina. En 1934, su familia se afincó definitivamente en Madrid. Durante la guerra se identificó con la ideología falangista y, teniendo que pasar obligatoriamente una temporada en Santander, aceptó la hospitalidad del escultor Daniel Alegre y realizó varias esculturas. Artista innovador, realizó un arte de ruptura con los moldes del arte de posguerra.
Tras participar en 1943 y 1944 en las ediciones XVII y XVIII del Salón de Otoño, fue nombrado socio de mérito. En 1945 formó parte de la Joven Escuela Madrileña.
En 1946 vendió su primera obra.
En 1947 se casó y expuso junto a Palazuelo y Guerrero en la galería Bucholz. En 1948, junto con Pablo Palazuelo y Eduardo Chillida, fue pensionado en París por el Gobierno francés. A su regraso a Madrid se colocó como dibujante en el Sindicato de la Pesca.
Acudió dos veces a la Bienal de Venecia: en 1950 expuso la Diosa y en 1951, el Ángel. También acudió a la IX Trienal de Milán en 1952, a Viena (1966), a Salzburgo (1956), a la II Exposición Internacional de Escultura Contemporánea de París (Museo Rodin, 1961), a la II Bienal de São Paulo... En 1951 regresó a París, pensionado por la Dirección General de Relaciones Culturales, y participó ese mismo año en la exposición que, bajo el título “Ferrant, Ferreira, Oteiza y Serra”, organizó la galería Bucholz de Madrid, y que también se expuso en Bilbao y Barcelona.
Su escultura está presente en todas las manifestaciones plásticas de la época.
En 1954 instaló su taller y residencia en La Florida (Madrid), en contacto con la naturaleza. Conoció al arquitecto Martín Marcide, lo que le deparó poder crear grandes esculturas para ser colocadas al aire libre. En 1955, conjuntamente con el arquitecto Manzano Monis, ganó el concurso para el monumento a Calvo Sotelo en la plaza de Castilla.
En 1956, y por encargo del arquitecto Miguel Fisac, realizó para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, antes Instituto Ramón y Cajal, La Fuente de la Vida. Durante 1958 realizó para la basílica de Cuelgamuros (Valle de los Caídos, Madrid) dos arcángeles que flanquean la puerta de entrada y tres capillas con tres Vírgenes. Por encargo del arquitecto Martín Marcide realizó un relieve (1964) compuesto por una maternidad y tres figuras verticales para la Residencia Sanitaria La Paz de Madrid.
En 1970 participó en la III Exposición Internacional del Pequeño Bronce, celebrada en el Museo Español de Arte Contemporáneo. Realizó una exposición antológica en la galería Fauna’s de Madrid en 1972, y al año siguiente trasladó su residencia al Puerto de la Cruz (Tenerife).
En 1975 expuso en la galería Biosca de Madrid y, organizada por el Cabildo insular de Gran Canaria, expuso en la Casa de Colón. Por encargo del arquitecto J. M. Márquez Zárate realizó, durante 1982, el monumento ubicado en el Instituto Oceanográfico de Canarias en Santa Cruz de Tenerife, A los hombres que dieron su vida por la mar.
En su última etapa trabajó en su estudio del Puerto de la Cruz en una serie de esculturas, Las gimnastas, y en un monumento, Los descubridores, pensado para el V Centenario del Descubrimiento de América. Falleció en el Puerto de la Cruz en julio de 1990.
Obras de ~: El pintor José Gutiérrez Solana, 1946; Máscara del suicida, 1948; Cráneo, 1948; Torso, 1949; Picasso, 1952; Homenaje a los muertos de Hiro-Shima, Museo de Arte Contemporáneo, Madrid, 1953; Monumento a Calvo Sotelo, Madrid, 1955; Estatua para La Fuente de la Vida, Instituto Ramón y Cajal, Madrid, 1956; Arcángeles, basílica de Cuelgamuros (Valle de los Caídos, Madrid), 1958; Monumento a los Alféreces Provisionales, Santander, 1960; Relieve maternidad y Tres formas verticales, Residencia Sanitaria La Paz, Madrid, 1964; Maternidad n.º 3, Madrid, 1964; Ulises, 1966; Relieve maternidad, Bilbao, 1971; Torso n.º 4, 1972; La huella del hombre, 1972; A los hombres que dieron su vida por la mar, Instituto Oceanográfico de Canarias, Santa Cruz de Tenerife, 1982.
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Diego Cano Pintos