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Lorenzo de Alderete

Biografía

Alderete, Lorenzo. ?, c. 1496 – Salamanca, 1557. Médico, catedrático de Medicina de la Universidad de Salamanca.

Hijo natural de Pedro de Alderete, de familia hidalga enraizada en Tordesillas, y de una sirvienta llamada Mari López. Esta bastardía fue causa en Lorenzo de un carácter conflictivo. En la Universidad de Salamanca cursó los estudios de bachiller en artes, título que presentó para poder optar a una beca de teología en el Colegio español de Bolonia. No hay en esta elección tendencia vocacional alguna, pues los salmantinos sólo podían solicitar tal beca. Su estancia en Bolonia fue breve y poco pacífica, pues llegó a decirse que quitó la vida, en oscuras circunstancias, al colegial Pedro de San Martín, al que se atribuía la condición de ser o cristiano nuevo o descendiente de ellos. Probablemente por este motivo, Alderete tuvo que exiliarse de Bolonia. Sabemos que residió fuera del Colegio desde el 17 de enero de 1518 hasta mayo de 1519, renunciando en esta última fecha a la beca, a cambio de una compensación económica de 48 ducados ofrecida por el Colegio, si estudiaba durante dos años en otro Estudio general fuera de Bolonia.

Se piensa que marchó a Ferrara, donde residió durante diez años, obteniendo el grado de doctor utroque iure (Derecho civil y canónico) el 14 de mayo de 1529. Debemos suponer que en este tiempo también estudió medicina, lo que le permitió ser docente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca y ejercer la práctica médica en esa ciudad durante el resto de su vida.

Una vez obtenido el doctorado en Ferrara, Alderete volvió a la Universidad de Salamanca, pretendiendo incorporarse a su claustro docente. En el mes de agosto de 1529 oposita junto a Agustín López y Antonio de Sepúlveda a la única cátedra de Medicina disponible entonces, la de Vísperas. Ésta pertenecía en propiedad al doctor Antonio de la Parra, de la cual había sido privado hasta que le fue restituida por decisión del Consejo Real el 31 de julio de 1530. Lo más probable es que no se le concediera la plaza por esta causa, volviendo nuestro autor a opositar a una catedrilla de Avicena, pues ese mismo año habían sido creadas dos nuevas cátedras: la arriba mencionada y la cursatoria de Articella. Como Alderete pretendía la de Avicena, Sepúlveda opositó a la otra, quienes, al ser los únicos candidatos, obtuvieron cada uno la suya.

Solamente estará tres años explicando esta asignatura porque las catedrillas no eran de propiedad y, por tanto, debían renovarse con una nueva oposición. Solían concederse por un tiempo de 3 a 4 años, de modo que, cumplido el periodo, se convocaban de nuevo, aunque por lo general solía concurrir el titular hasta entonces. Sin embargo, no ocurrió así en el caso de Alderete, pues el 22 de octubre de 1533 optó por la de Articella, ganándola el 27 de octubre de 1533. Transcurrido el tiempo reglamentario, en mayo de 1536 volvieron a vacar las dos, por lo que Alderete y Sepúlveda volvieron a presentarse. El primero pretendió la catedrilla de Avicena y el segundo la de Articella. Alderete continuó en la suya, superando las preceptivas oposiciones (1540 y 1544) hasta 1548, año en el que ganó la de Prima de Avicena.

El 23 de enero de 1543 se le concedió el grado de licenciado en Medicina. Días más tarde, el 31 de enero, se le convalidó el doctorado obtenido en Ferrara, tras someterse a un examen público. De modo que, cinco años después de obtener el doctorado en Salamanca, en 1548, ganó la cátedra más codiciada de la Facultad de Medicina de esa ciudad: la de Prima de Avicena, comenzando su periodo vital más fecundo, aunque relativamente breve, pues sabemos que el 21 de mayo de 1557 vacó dicha plaza, debido a su fallecimiento.

Además de su destacada capacidad docente, contando con discípulos de la talla de Luis de Toro, Amato Lusitano y Juan Luis Porcel, entre otros, fue comisionado no pocas veces por el claustro con el fin de llevar a cabo determinadas mejoras en la Facultad de Medicina. Las más importantes, a nuestro juicio, fueron las relacionadas con la anatomía. Así, en el claustro celebrado el 16 de noviembre de 1550, expresó su opinión sobre la necesidad de esa cátedra con el fin de estudiar dicha disciplina “por vista de ojos”, pues en los libros se incurría en numerosos errores. Y en el claustro del 28 de marzo de 1552, cuando esa cátedra es ocupada por el licenciado Cosme de Medina, se le encargó a Alderete, junto al rector, que indicara el lugar donde debía acondicionarse el anfiteatro, eligiéndose un lugar próximo a San Nicolás. Todavía en 1555, se le vuelve a comisionar junto al rector para mejorar el teatro anatómico. Su constante solicitud por el desarrollo de esta cátedra le llevó a sostener, en el claustro del 10 de noviembre de 1556, que no se modificasen los capítulos de Anatomía.

Contó además con gran fama como clínico, hasta el punto de que el 11 de mayo de 1554 se le propuso para ser nombrado médico de Carlos V, declinando nuestro autor la oferta, alegando motivos de salud y dedicación al Alma Mater salmanticense. Finalmente, cabe señalar que tanto la docencia como la obra (manuscrita) de Lorenzo de Alderete se enmarcan en el galenismo avicenista. Prueba de ello es que defenderá el método empleado por lo seguidores de dicha corriente en el tratamiento del mal de costado merced a la sangría.

 

Obras de ~: De pleuresi, (ms. en Biblioteca Nacional, ms. 8044, ff. 107-150); De febribus pestilencialibus, (ms. en Biblioteca Nacional, ms. 8044, ff. 151-153); In fen 2 primi Avicenae expositio a praeclaro doctore Alderete omnium medicorum velamen (ms. en Biblioteca Nacional, ms. 1457.  

 

Bibl.: T. Albi Romero, Lorenzo de Alderete y la medicina renacentista, Valladolid, Universidad, 2001.

 

J. P. Hernández González

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