Durán Cottes, Jerónimo. Cervera (Lérida), 23.V.1868 – Madrid, 1.I.1939. General médico militar y científico.
Fueron sus padres Mariano Durán Massó y Serafina de Cottes y Arabela. Realizó la carrera de Medicina en Madrid, obteniendo la licenciatura el 6 de diciembre de 1890. Tres años después ingresó en el Cuerpo de Sanidad Militar con el empleo de médico segundo y fue destinado al Hospital Militar de Madrid.
Seguidamente ganó la oposición a jefe clínico de la Beneficencia Provincial y fue médico agregado a la Beneficencia General en el Hospital de la Princesa, así como médico supernumerario de la Beneficencia Municipal.
En 1895 se le concedió destino en el Ejército de Operaciones de la isla de Cuba con ascenso a médico primero, pasando a prestar sus servicios a su llegada a La Habana en el Batallón Peninsular de Antequera n.º 9, al que se incorporó en Santiago, partiendo enseguida hacia el poblado de Cristo y pasando más tarde al de San Luis. En el mes de julio comenzó a participar en operaciones de guerra, embarcando en diciembre hacia la provincia de Matanzas.
Al año siguiente intervino en numerosos combates en las provincias de Matanzas y Pinar del Río, ganando una Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo en el encuentro de San Joaquín de Pedroso, en el mes de febrero, y la Cruz de María Cristina por su actuación en el mes de mayo en el combate de las Lomas de Santa Ana, recibiendo una herida grave de bala en la rodilla derecha durante el combate de Hato Jicarita, en el mes de julio, lo que le obligaría a permanecer un mes hospitalizado, pasando a disfrutar seguidamente cuatro meses de licencia para la Península; antes de finalizar el año recibió una segunda Cruz al Mérito Militar por su valeroso comportamiento en las acciones libradas en el mes de abril en Cocodrilo, Cayo Lanza y Tejar.
En el mencionado combate de Hato Jicarita se comportó de forma heroica cuando, al romper el fuego el enemigo contra la columna de la que formaba parte, cayó herido un soldado en la línea de fuego, acudiendo inmediatamente a curarle, recibiendo al apearse del caballo una balazo en la rodilla derecha, lo que no le impidió curar al citado soldado, tras atarse una venda para detener la hemorragia, cubriéndose detrás de unas piedras del intenso fuego que hacía el enemigo, situado a unos cuarenta metros; seguidamente, desde ese mismo sitio y recostado en una camilla, atendió a los veinte heridos que había tenido la columna. Este extraordinario comportamiento hizo que se le abriese juicio contradictorio para la concesión de la Cruz laureada de San Fernando, que le fue concedida en 1897, premiándosele un año después con la Cruz de María Cristina por el mismo hecho.
Tras su restablecimiento ya no regresó a Cuba, pasando en el mes de febrero de 1897 a la situación de reemplazo en Madrid y en septiembre del año siguiente fue destinado al Instituto de Higiene Militar, en el que permanecerá los siguientes diez años.
En septiembre de 1901, previa oposición, en la que obtuvo el número uno, fue destinado para desempeñar una comisión de ampliación de estudios de Bacteriología y Sueroterapia en el Instituto Pasteur de París, regresando a España en junio del año siguiente e incorporándose al instituto, en el que impartió la clase de Bacteriología Aplicada y en cuyo laboratorio desempeñó cargos en Análisis Clínicos y Químicos, y Sueros y Vacunas, al tiempo que desempeñaba el cargo de ayudante de profesor en la Academia Médico Militar, donde ocupó la cátedra de Higiene Militar y fue profesor de Estudios Fisicoquímicos y Bacteriológicos.
En abril de 1907 fue comisionado para trasladarse a Cartagena con el fin de estudiar la epidemia de fiebre tifoidea que se había extendido por la ciudad, estableciendo, junto con el doctor Martínez Salazar, un nuevo método para diagnosticar el tifus; en julio fue ascendido al empleo de médico mayor, causando baja en el instituto y academia, y pasando a la situación de excedente. Aunque a continuación se le concedieron varios destinos, en el mes de diciembre fue agregado al Cuerpo de Inválidos, en donde al año siguiente se le concedió el ingreso, pudiendo a partir de ese momento dedicar todos sus esfuerzos a las tareas científicas.
Formó parte del Laboratorio Municipal de Madrid como jefe de la sección de Sueros y Vacunas, ingresando en la Real Academia de Medicina por sus trabajos sobre la fiebre de Malta. También dirigió el Instituto Ibys de Madrid y fundó el Instituto Magnus, dedicándose preferentemente a la investigación de la fiebre de Malta y a la fabricación de nuevos productos farmacológicos.
En 1914 fue ascendido a teniente coronel y en 1922 a coronel, concediéndosele en 1925 la Medalla de Sufrimientos por la Patria, por haber sido herido en la acción de Hato Jicarita.
Al llegar la Segunda República se le otorgó el pase a la situación de segunda reserva con el empleo de general de brigada, por ser caballero laureado, causando baja en el Cuerpo de Inválidos.
Estuvo casado con Aurora Martínez del Rincón y Manterola, con quien tuvo ocho hijos.
Obras de ~: Método del diagnóstico del Bacilo Eberth, Madrid, 1904; Nuevo método de suero-diagnóstico de la fiebre tifoidea, Madrid, 1904; La fiebre mediterránea en España, Madrid, 1906; Investigación sobre el tifus en España, 1906; Investigación sobre el tifus exantemático, Madrid, 1906; Tratamiento racional de la fiebre tifoidea, Madrid, 1908; Fiebre de Malta, estudio clínico y bacteriológico, Madrid, 1914; Vacunoterapia en los procesos infectivos locales y generales, Sevilla, 1917; Síntesis de cómo debe ser el tratamiento específico de la fiebre de Malta, Sevilla, 1917; Tratamiento vacunoterápico de la fiebre de Malta, Madrid, 1919.
Fuentes: Archivo General Militar (Segovia), leg. D-1287, Exp. personal de Jerónimo Durán Cottes.
José Luis Isabel Sánchez