Mon y Velarde, Juan Antonio. Mon, Concejo de Oscos (Asturias), 1747 – Cádiz, 1790. Oidor y visitador en Nueva España, consejero (oidor) del Consejo Real y Supremo de Indias.
En 1764 se graduó como bachiller en Leyes en la Universidad de Salamanca y luego en Cánones en la de Oviedo. Por sus capacidades como funcionario fue trasladado a Nueva España como oidor de la Real Audiencia de Guadalajara y posteriormente fue nombrado director general de obras. En 1778 fue nombrado para el mismo cargo en Santafé de Bogotá, en el Nuevo Reino de Granada, donde también actuó como visitador del Real Colegio de Nuestra Señora del Rosario en la misma ciudad y director de las minas de sal de Zipaquirá. En octubre de 1781 se inició como oidor de la Real Audiencia de Santafé, posición que ocupó hasta finales de mayo de 1785. Una de sus primeras e importantes actuaciones fue develar la rebelión popular que ocurrió entonces, llamada de “Los Comuneros”, para lo que le designó el virrey arzobispo Antonio Caballero y Góngora, y que terminó con la condena a muerte del líder José Antonio Galán y varios otros de sus compañeros. En 1785 fue nombrado visitador y gobernador interino para la provincia de Antioquia, donde actuó con mucha diligencia iniciando numerosas obras y estableciendo ordenanzas que dieron un impulso importante a esta región, reglamentando las funciones del Cabildo, organizando el cobro de las diferentes rentas y fomentando la minería y los cultivos, sobre todo la siembra de algodón, tabaco, anís, arroz y trigo, así como cultivos de pan y ganadería mayor y de otras especies.
En cuanto a obras públicas, muy atrasadas a su llegada, dio impulso a la construcción de desagües subterráneos, conducción de aguas y mejora de vías, pero también hizo planteamientos muy importantes para mejorar los caminos hacia otras regiones, en especial hacia la capital de virreinato y hacia la costa atlántica.
Creó escuelas públicas, así como cárceles y un matadero público, y fundó el Hospital de San Juan de Dios, y la Casa de Misericordia en Medellín, así como la construcción del primer puente sobre el río Aburrá; dio aliento a poblados que se habían iniciado en la extensa provincia y ordenó fundar algunos. Además, dio comienzo a un ordenamiento de viviendas a manera de censo, dándoles nombre a las calles. Pero su más efectiva acción fue el control de los funcionarios públicos, habiendo puesto a algunos en juicio, lo que continuaría su sucesor. Todas estas acciones le valieron para ser recomendado por el virrey a la Corona, que lo envió a Quito en 1788 para presidir la Real Audiencia. En mayo de 1790 fue designado consejero (oidor) del Consejo Real y Supremo de Indias, y de Quito partió para España, pero al llegar a Cádiz cayó enfermo y falleció.
Bibl.: T. Ospina, El Oidor Mon y Velarde, Medellín, 1900; J. Ospina, Diccionario Biográfico y Bibliográfico de Colombia, Madrid, 1923; J. M.ª Restrepo Sáenz, Gobernadores de Antioquia, Bogotá, Imprenta Nacional, 1931; E. Robledo, Bosquejo biográfico del señor oidor Juan Antonio Mon y Velarde, visitador de Antioquia, 1785-1788, Bogotá, Banco de la República, 1954; F. D. Betancur, Historia del Departamento de Antioquia, Medellín, Gobernación de Antioquia, 1967; M. Burkholder y D. S. Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia Miniters in the Americas (1687-1821), Westport, Greenwood Press, 1982; E. Fuentes Quintana (dir.), Economía y economistas españoles, vol. III, Barcelona, Galaxia Gutenberg- Círculo de Lectores, 1999.
Raúl Aguilar Rodas